Resumen
Prólogo del Escudero
El Mesonero le pide al Escudero que cuente una historia de amor, a lo que él accede con humildad.
El cuento del Escudero
Primera parte
Gengis-Khan es un rey de grandes atributos que vive en Tartaria junto a su esposa, Elfeta, y sus hijos, Algarsif, Cambalo y la hermosísima Canace.
Durante la celebración del vigésimo año de su reinado, un extraño caballero ingresa en el salón en el banquete, montado en un majestuoso caballo de bronce y llevando consigo un espejo de cristal, un anillo de oro en el pulgar y una espada desnuda al costado.
Tras saludar a los nobles y a la realeza, explica que es un enviado del rey de Arabia para obsequiarle a la familia real los objetos que trae consigo: el corcel fue construido por “un diestro en maquinaria” que conoce “numerosos conjuros y hechizos mágicos” (322). Tiene el poder de volar y de transportarse en veinticuatro horas a cualquier parte del mundo. El anillo de oro y el espejo son presentes para Canace: el espejo muestra el carácter y las intenciones de los amigos y los enemigos, y el anillo permite comprender y hablar el lenguaje de las aves, al tiempo en que enseña las propiedades curativas de todas las hierbas. La espada atraviesa cualquier armadura y abre heridas que nunca sanan, a menos que el usuario que la blande apoye su parte plana sobre ella.
Tras contar su historia, el caballero le enseña al rey el modo de usar el corcel, y los invitados se asombran por los regalos, que luego se guardan en una de las torres del castillo.
Segunda parte
Tras el banquete, todos menos Canace duermen hasta tarde. Ella, que se cuida de no beber demasiado, se levanta con las primeras luces del día y sale a pasear por la naturaleza con sus nuevos regalos y algunas damas de la corte.
En el camino se encuentra con un halcón hembra ensangrentado, “llorando con tal compunción, que su lamento resonaba en todo el bosquecillo” (328-329). El pobre animal se había mutilado a sí mismo. Compadecida, Canace recoge al halcón y le habla para que le cuente sus penas. El animal le cuenta la historia de cómo fue engañada por un halcón macho tan hermoso como traidor. Aunque este animal la conquistó bajo la promesa de nunca herir su honra ni manchar su nombre, con el tiempo “vio a un milano hembra y de repente se enamoró perdidamente de ella” (333). Tras oír la historia, Canace cura al animal con su conocimiento sobre hierbas mágicas y se lo lleva al palacio para cuidar de él en su habitación.
Antes de seguir con la historia del halcón, el Escudero traza el plan de cómo continuarán sus relatos, incluyendo, entre muchas otras, la historia de las batallas de Cambalo por conseguir el amor de Canace.
Tercera parte
La historia continúa con el dios Apolo, que ingresa volando con su carro en la mansión de Mercurio. Sin embargo, Chaucer deja inconcluso el relato.
Lo que el Terrateniente le dijo al Escudero y el Mesonero al primero
El Terrateniente felicita al Escudero por su ingenio y elocuencia, pese a su temprana edad. Luego se queja de que su hijo “no tiene interés en estas cosas: todo lo que hace es jugar a los dados, malgastar el dinero por ahí y perder lo que tiene” (335). Tras ello, afirma que le gustaría que su hijo tuviera los buenos modales del Escudero. En ese momento, el Mesonero le pide que deje de hablar de buenos modales y continúe con su historia.
Análisis
Dado que este cuento no se encuentra terminado, resulta difícil determinar con precisión cómo se supone que debemos leerlo. Este final abrupto admite varias explicaciones: que Chaucer nunca lo haya terminado, que la última parte de los manuscritos se haya perdido, o que su fin se deba a la interrupción del Terrateniente. En caso de ser esta última opción, “El cuento del Escudero” sería uno de los tantos finales engañosos de la obra de Chaucer, como “El cuento de sir Topacio”, de esta misma selección.
El Terrateniente interrumpe al Escudero a unas pocas líneas de que este haya esbozado sus planes narrativos, quizá demasiado largos, por lo que estaría, con ello, evitándole al auditorio el aburrimiento de una historia interminable.
Sin embargo, el Escudero llega a mencionar su interés en contar la historia de cómo Cambalo seduce a Canace, quien, si consideramos el comienzo del cuento, podemos observar que son hermano y hermana. Puede que este sea el verdadero motivo de la interrupción de la historia, dado que el incesto podría haber llegado a considerarse como un tema de mal gusto. Esta lectura se refuerza si nos remitimos a la heroína Cánace de Homero, poeta griego del periodo helénico al que se le atribuye la escritura de la Ilíada y la Odisea. En Homero, Cánace se enamora de su hermano Macareo, con quien tiene un hijo, desconociendo la prohibición del incesto.
A pesar de ello, otros críticos, como el poeta e intelectual inglés John Milton, se encuentran convencidos de que Chaucer tenía la intención de concluirlo. Sin embargo, la discusión no se encuentra saldada y aún existen muchos caminos posibles para la interpretación del relato. De hecho, parece justo concluir que el trabajo crítico sobre el cuento sigue siendo, en línea con el cuento mismo, algo inconcluso.