En el camino, de Jack Kerouac, es considerada una de las novelas más importantes del siglo XX, principalmente por el valor histórico que cobra al describir con buen lujo de detalles las entrañas de la cultura norteamericana, llenas de sexo, drogas y desesperación, una cultura que recibió muy poca atención e incluso fue silenciada durante las décadas de los '40s y los '50s. La novela documenta una época de Norteamérica en que la sensibilidad de la posguerra comenzaba a hacerse presente y explícita en la sociedad. La conformidad y normalidad se habían vuelto los estándares de la época después de las turbulencias de la guerra y el sueño americano marcaba el horizonte de deseo para el ciudadano promedio. En el camino, sin embargo, mostró en su tiempo a toda Norteamérica una cultura de cuya existencia apenas se sabía. La publicación de esta novela en 1957 asentó la llamada Generación beat como un fenómeno de innegable importancia. Los beats plantaron las semillas del descontento en la juventud norteamericana que derivaría luego en los movimientos radicales de los años '60s y '70s. Ninguna novela de la época caracteriza mejor a esta generación que En el camino.
Si bien los viajes referidos en En el camino son una ficción, están basados en los viajes que Kerouac hizo con su amigo Neil Cassady y documentan un periodo de la historia en el que Norteamérica crece hasta lograr su nuevo estatus de potencia mundial a nivel económico, político, tecnológico e industrial. Con el regreso de los soldados después de la guerra, la familia y el trabajo cobran gran importancia una vez más. El rol del hombre como padre de familia que construye su vida en torno a la mujer, la casa y los hijos mientras que toma un trabajo en una fábrica o una oficina se convierte nuevamente en el ideal difundido por el gobierno de posguerra. El éxito en esta época significa establecerse dentro de la clase media con la capacidad de sostener la economía familiar y criar a los hijos dentro de las reglas y la sensibilidad de la cultura hegemónica. La cultura pop de la época refuerza ese ideal cultural a través de la televisión con famosos programas como My Three Sons (Mis Tres Hijos) y The Donna Reed Show (El Show de Donna Reed), y libros como How to Win Friends and Influence People (Cómo Hacer Amigos e Influir sobre la Gente) ayudan a la gente a ser exitosos en el trabajo.
En los años '50s, el mundo está políticamente divido entre los extremos de la Guerra Fría. El totalitarismo de la URSS liderado por Stalin se ubica a la izquierda, mientras que la represión del Macartismo de la derecha es apoyado por grandes sectores de la población norteamericana. El norteamericano promedio se ubica en alguna parte del espectro, fuera de cualquier problema, y vive sumergido en una cultura en la que puede ser peligroso agitar las aguas. La Norteamérica de Kerouac, tal como se la presenta en En el camino, es una tierra completamente diferente en la que uno no podría ignorar el espectro político e incluso las normas culturales tradicionales para vivir una vida totalmente diferente. En la Norteamérica de Kerouac crece, en el seno del conformismo, una juventud que desconfía de la modernidad y se rebela contra el conformismo social. Esta cultura alternativa provee una nueva clase de diversidad para el país, una diversidad que está preocupada por experimentar una forma de vida más auténtica que la de la clase media blanca norteamericana.
Así, En el camino es una novela más preocupada por las ideas y los personajes que por el argumento. La narración sigue a los dos personajes principales, Salvatore Paradise (Sal) y Dean Moriarty, los alter egos ficcionales de Kerouac y Cassady, a lo largo de sus idas y vueltas entre Nueva York y San Francisco. A lo largo del camino, los personajes problematizan las nociones de clase y raza, de permanencia y movimiento y de la conformidad a la vida condicional que se espera de los jóvenes blancos de clase media. Sin embargo, en lugar de la seguridad de la clase media, Sal y Dean observan la amenaza de muerte y destrucción que se esconde en las promesas de la modernidad y de la Norteamérica blanca. En última instancia, ese es un mundo del que ambos intentan escapar y del que tratan de salvarse. ¿Qué cultura pueden abrazar en su lugar? A lo largo del camino, al lector se le presenta una amplia variedad de personajes, todos en busca de experiencias en los márgenes de la Norteamérica moderna. A través de las fiestas, de la bebida, de la experimentación con drogas recreativas y de la promiscuidad, el lector se sumerge en este viaje que explora las oportunidades más oscuras -aunque quizás también las más llenas de vida- de Norteamérica, y descubre toda una cultura que hasta el momento no había sido cartografiada.