En el campamento de César en Alejandría, César, Agripa, Dolabela, Mecenas, Gallo, y Proculeyo entran. César envía a Dolabella para que vaya a decirle a Antonio que se rinda ante él, y Dolabella sale. Derceto entra, llevando la espada de Antonio. El se presenta como fiel seguidor de Antonio, y le dice a César que así como sirvió a Antonio cuando estaba vivo; ahora, él servirá a César si le place, y si no, está listo para ofrecer su vida. César le pregunta si Antonio está muerto, y, cuando se le confirma, dice:
"La muerte de Antonio
No es la de un simple individuo; en este nombre estaba
Encerrada la mitad del mundo." Acto 5, Escena 1, ll. 17-19
Derceto le dice a César que él murió por su propia mano. Agripa y Mecenas comentan la muerte de Antonio, diciendo que es extraño que la cosa que ellos han estado persiguiendo debiera ser tal fuente de tristeza para ellos y César. Todos le elogian como un noble. César expresa su pesar porque esto haya sucedido, llamando a Antonio un hermano y socio. Un egipcio entra, solicitando a César que envíe un mensaje de lo que quiere de Cleopatra. César le dice que su pueblo pronto irá donde Cleopatra, que no se preocupe, porque él será gentil. El egipcio le agradece y sale. César envía a Proculeyo y Gallo donde Cleopatra, para hacerse cargo de ella en su pena y decirle que ellos no quieren avergonzarla. Él llama a Dolabella, recuerda que lo había enviado donde Antonio, luego sale hacía su tienda.