Agripa y otros de los hombres de César entran en el campo; Agripa les declara que deben retirarse, dado que están perdiendo inesperadamente. Ellos salen.
Antonio y Escaro entran. Aunque Escaro esté herido, con emoción clama que ellos ganarán la batalla. Antonio escucha el llamado de retirada, y ellos se alegran; Escaro le dice que ellos pueden hacer más; todavía tiene sitio para más heridas. Eros entra para traer novedades de la retirada y dice que una victoria es completamente posible. Escaro todavía está listo para salir a pelear más, y Antonio dice que lo recompensará tanto por su lealtad como por su valor. Ellos salen.