Un centinela y el primer vigilante dicen que éste ha sido un día fatal para ellos, y que la batalla se ha decidido que empiece el día de mañana temprano. Enobarbo entra y ellos le escuchan; él se habla a sí mismo sin saber de su presencia. Él le pide a la luna que le envenene y le deje morir, le pide a Antonio que le perdone en la misma forma que todo el mundo lo recuerda como un fugitivo. El muere llamando a Antonio.
Seguimiento del Tema: Lealtad 11
El centinela y el primer vigilante se acercan a su cuerpo, preguntándose si solo está dormido, y tratan de hablarle. Cuando no obtienen respuesta, deciden llevarle afuera, pensando que podría despertarse, aunque parece estar muerto.