Los pazos de Ulloa

Los pazos de Ulloa Metáforas y Símiles

"De todos modos, era triste cosa tener que vivir con aquella mala hembra, no más púdica que las vacas" (Símil, 67).

La animalización de los personajes es un rasgo distintivo del naturalismo que aparece de manera recurrente en Los Pazos de Ulloa. Este símil hace referencia a Sabel. El narrador, focalizado en los pensamientos de Julián, utilizando el discurso indirecto libre, nos transmite la indignación del párroco tras haber sido seducido por la criada, a la que, como si fuera un animal, trata de "hembra", comparando además su impudicia con la de las vacas.

"Al resolverse a emprender el viaje, receló que las primas fuesen algunas señoritas muy cumplimenteras y espetadas, cosa que a él le pondría en un brete, por serle extrañas las fórmulas del trato ceremonioso con damas de calidad, clase de perdices blancas que nunca había cazado" (Metáfora, 99).

He aquí otra animalización, aunque muy distinta a la anterior. En este caso, el narrador, focalizado en los pensamientos del marqués, llama metafóricamente "perdices blancas" a las primas. Sabel, en el ejemplo anterior, es comparada con una vaca de manera peyorativa. Aquí, por el contrario, se destaca la importancia de las primas al compararlas con las perdices blancas, animal muy difícil de cazar.

El hecho de que se compare a las mujeres con animales, tanto para denostarlas como para elogiarlas, evidencia el pensamiento machista que reina en Los Pazos de Ulloa.

"¡Soberbio vaso en verdad para encerrar un Moscoso legítimo, magnífico patrón donde injertar el heredero, el continuador del nombre!" (Metáfora, 100).

En este caso, también el narrador está focalizado en los pensamientos del marqués. Aquí, se nos muestra el modo en que don Pedro concibe a su prima Rita. A diferencia de los ejemplos anteriores, en esta cita no hay una animalización, sino que la metáfora nos presenta a Rita como un objeto: un vaso. Nuevamente, la mujer aparece representada como un ente sin uso de razón, que los hombres pueden utilizar como les dé la gana.

"Son una calamidad las mujeres de los pueblos… Hechas de alfeñique…" (Metáfora, 155).

Esta cita pertenece al marqués. Aquí, don Pedro está totalmente indignado porque su esposa se asustó por una araña, y alude a su debilidad diciendo metafóricamente que ella está hecha de alfeñique. El alfeñique es una pasta de azúcar blanda, inconsistente. En Los Pazos de Ulloa, los personajes están totalmente determinados por su entorno. Así como los personajes de campo son rústicos, los de ciudad, como Nucha, son débiles y delicados.

"La hija de Felipe el casero, aquella mocetona, ¿no sabe usted?… —¿Pues no he de saber? ¡Gran vaca!" (Metáfora, 158).

He aquí otro caso de animalización. Esta vez, la que es comparada con una vaca es la nodriza. Sabel ya había sido comparada con este mismo animal por su impudicia; la nodriza, en este caso, es asemejada a una vaca por tener grandes pechos que sirven para amamantar.

Algo interesante es que esta cita pertenece a Máximo Juncal, el médico liberal y progresista, que en su discurso constantemente defiende a los oprimidos y se enfrenta a los nobles. Si algún hombre podría tener una visión diferente, más humana, sobre las mujeres, ese sería Máximo Juncal. Pues no. Tal como puede verse en la cita, el médico concibe a las mujeres como los demás. Podrá ser liberal y progresista, pero Máximo Juncal es, en primer lugar, hombre.

Comprar Guía de Estudio Cita esta página