Los pazos de Ulloa

Los pazos de Ulloa Preguntas de Ensayo

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    ¿En qué consiste el recurso de la animalización y cómo es utilizado en la novela? Da algunos ejemplos.

    El recurso de la animalización consiste en otorgarle facultades animales a las personas o compararlas directamente con animales. Emilia Pardo Bazán utiliza este recurso con dos fines diferentes.

    Por un lado, le sirve para exagerar alguna de las cualidades negativas de sus personajes. He aquí un ejemplo: el arcipreste de Loiro (representante de la curia) es caracterizado como un glotón. Cuando el marqués y Nucha visitan su casa, se dice de él y su hermana que, por su gordura, parecían "osos puestos en dos pies" (147). Del mismo modo, por la suciedad y su carácter salvaje, Perucho es comparado con los perros de la casa.

    Por otro lado, Pardo Bazán utiliza este recurso para resaltar el modo negativo en que las mujeres son percibidas por los hombres. El narrador, en estos casos, se focaliza en diferentes personajes masculinos y, a través del discurso indirecto libre, nos comparte sus pensamientos respecto a Sabel, la nodriza o las primas del marqués. He aquí un ejemplo en el que el narrador nos transmite lo que piensa Julián sobre Sabel: "Era triste cosa tener que vivir con aquella mala hembra, no más púdica que las vacas" (67). Aquí hay una doble animalización: se dice que Sabel es una hembra, y luego se la compara con las vacas.

    Para culminar, cabe destacar que el animalismo es un recurso que se usa muy frecuentemente en el naturalismo, corriente literaria en la que se enmarca la novela.

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    ¿Qué caracteriza a los personajes femeninos de Los Pazos de Ulloa?

    Los Pazos de Ulloa es considerada una novela feminista de avanzada. Antes de que los primeros movimientos feministas llegaran a España, Pardo Bazán escribe una obra en la que retrata a la perfección el sometimiento que padecen las mujeres de la época. Sabel, Nucha y Rita (las tres mujeres más importantes de la obra) son muy diferentes entre sí, pero algo las iguala y las termina definiendo: su sometimiento inevitable al designio de los hombres.

    En Los Pazos de Ulloa no hay ninguna mujer que pueda hacer lo que dispone su voluntad. Rita pretende ser libre y sensual, y aun así ser escogida como esposa, pero el marqués la tachará por supuesta inmoralidad; Sabel, que es una pobre criada valorada por la sensualidad de su cuerpo, no puede disfrutar de su sexualidad libremente, pues es golpeada por el marqués (y no debemos olvidar que ha tenido un hijo con ella); Nucha, por su parte, no pretende casarse, sino que quiere vivir una vida devota a Dios. Entonces, el marqués se casará con ella. Destinos parecidos atraviesan a los otros personajes femeninos menores que aparecen en la obra, como Manolita y Carmen.

    En la enumeración hemos visto que quien suele ejercer el poder masculino de someter es el marqués. Claramente, don Pedro es el más machista de los machistas, pero no es el único. Así como todas las mujeres de la novela son sometidas, todos los hombres son opresores de hecho o en potencia, incluso el bondadoso, cobarde y humilde párroco don Julián.

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    ¿Cuál es la característica del naturalismo de Zola de la que Pardo Bazán pretende distanciarse al escribir Los Pazos de Ulloa? ¿Lo logra?

    En uno de sus viajes a Francia, Pardo Bazán conoce el naturalismo de Zola y siente una afinidad estética inmediata. Sin embargo, hay un elemento esencial de esta nueva corriente literaria que no le convence: el determinismo. Pardo Bazán es profundamente católica, y la idea de que el entorno social y natural y la fisiología determinan absolutamente el destino de los personajes choca contra su creencia en el libre albedrío. La autora se propone, entonces, crear lo que ella denomina un "naturalismo a la española", en el que los personajes estén fuertemente marcados por su fisiología y el entorno, pero no determinados; un naturalismo en el que los personajes puedan escoger su destino.

    En Los Pazos de Ulloa, paradójicamente, esto no sucede. Ni Julián, ni Nucha, ni Sabel, ni el mismo marqués tienen posibilidad alguna de escapar a un destino que está predeterminado por sus circunstancias personales, sociales e históricas. Julián es víctima de su temperamento "linfático-nervioso" y de su crianza delicada en la ciudad. Nucha, por su parte, es víctima del machismo de su época, que la obliga a casarse con el marqués. Las acciones de Sabel están determinadas por su padre y por el ambiente rural machista y semiesclavista. El marqués, por último, no puede escapar de su temperamento iracundo, que ha sido fortalecido por el modo en que lo crio su tío. Todos ellos, a la vez, están sometidos a lo que sucede a nivel político en la nación. De hecho, hay un momento específico en el que parece que los personajes podrán salvarse de su desgracia: el marqués está a punto de ganar las elecciones, lo que implica que será trasladado a Santiago con su esposa, la pequeña beba y Julián. Todos saldrán de los bárbaros Pazos y podrán tener otra vida... Pero esto no sucede. Una maniobra fraudulenta hace que el marqués pierda las elecciones y las cosas sigan su cauce terrible, destructivo, natural.

    Es importante destacar que la calidad de Los Pazos de Ulloa no se ve para nada afectada por el "fracaso" de Pardo Bazán en su intención de crear un naturalismo no determinista. De hecho, es difícil imaginar cómo sería Los Pazos de Ulloa si los personajes dispusieran de libre albedrío, pero sí se puede afirmar que la obra, tal y como la escribió la autora, es magistral.

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    ¿Qué importancia tiene el contexto histórico y político de España en la novela?

    El entrecruzamiento entre el contexto histórico español y la trama de la novela es una de las grandes virtudes de Los Pazos de Ulloa. Esta inclusión de elementos no ficcionales, llevada a cabo con maestría por la autora, permite que la obra, además de erigirse como una gran novela de ficción, retrate los grandes cambios políticos que vive España a finales de la década de 1860.

    El acontecimiento histórico central que aparece en Los Pazos de Ulloa es la revolución de 1868, denominada "La Gloriosa", en la que la marina se levanta contra la reina Isabel II, quien termina exiliándose a Francia. Este hecho histórico irrumpe en el final del capítulo XII de Los Pazos de Ulloa. Hasta ese momento, los lectores estamos disfrutando de una novela que se desarrolla pura y exclusivamente en el ámbito de lo privado y que, desde el punto de vista de la trama, se asemeja más a las novelas románticas de Victor Hugo (un marqués que busca una esposa, un cura que pretende encarrilar la vida del marqués, una mujer que es casada a la fuerza por su padre con un hombre al que no quiere). La irrupción de la política, en el final del capítulo XII, tuerce inesperadamente el rumbo de la obra, otorgándole una nueva dimensión.

    En el capítulo XIII, la novela se parte en dos: por un lado, está la esfera privada, en donde vemos lo que sucede en los Pazos con Nucha, Julián y el marqués; por otro lado, está la esfera pública, las discusiones entre revolucionarios y carlistas (contrarrevolucionarios monárquicos), los intereses de los caciques gallegos y los altos mandos de la curia, las tretas del gobernador.

    Desde el capítulo XIII en adelante, Pardo Bazán divide la narración entre lo que sucede puertas adentro y lo que sucede a nivel político. Así, va entrelazando ambas esferas más y más, hasta unirlas definitivamente en el capítulo XXIV. En dicho capítulo, el marqués cruza los límites de lo privado e ingresa en política. Se presenta como candidato a elecciones. A partir de ese momento, ya no existirá división alguna entre ambas esferas. Lo político se devora lo privado. El marqués, finalmente, perderá las elecciones, y ese hecho terminará siendo lo que condene a Nucha y a Julián a la infelicidad.

    Pardo Bazán coloca la historia política de España a la par que la historia privada de sus protagonistas, dejando en claro que sus destinos no dependen de lo que sucede solamente en sus familias, o de su fisiología, o de su entorno natural, sino que los truculentos acontecimientos históricos que vive la nación también los direcciona y los determina.

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    ¿Cómo están representados el campo y la ciudad en la novela? ¿De qué manera dicha representación se liga a la estética naturalista?

    En Los Pazos de Ulloa, tanto el campo como la ciudad están representados de manera negativa. Frente al tópico bucólico e idealizado de la vida campesina que pregona el romanticismo, Pardo Bazán presenta un paisaje rural en ruinas, en el que la naturaleza venció a los hombres y los sometió a su ley. El campo de Los Pazos de Ulloa es rústico sin ser bonito y salvaje sin ser atractivo.

    Pardo Bazán no cae en la lógica, tan frecuente en el siglo XIX, de oponer el campo a la ciudad, la barbarie a la civilización. Santiago de Compostela, la gran urbe que aparece en la novela, también es un lugar desagradable. La capital gallega es sucia, húmeda y desordenada, y ningún misterio se esconde en sus monumentos o centenarias iglesias. Son solamente "¡Piedras mohosas!" (103).

    Uno de los principios básicos del naturalismo consiste en intentar reproducir la realidad con total imparcialidad, de una forma rigurosa, haciendo de la literatura un documento social. La autora aplica este principio de manera inexorable, sin romantizar sus paisajes ni idealizar a ninguno de sus personajes.

    A propósito, cabe destacar que, desde la perspectiva del naturalismo, los personajes se encuentran determinados por el espacio en el que viven. Aplicando esta lógica, Pardo Bazán fusiona el campo y la ciudad con los personajes que habitan en uno y otro lugar. Los hombres y mujeres de la zona rural son brutos y rústicos como el campo, mientras que los citadinos son frívolos, pomposos y delicados como la ciudad.

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