Resumen
Tita y Chencha están ocupadas preparando los deliciosos chiles en nogada como plato principal para una fiesta de casamiento familiar. Pedro siente celos de la presencia del Doctor Brown en el rancho De la Garza y de su cercanía con Tita. La muchacha está ocupada pelando las nueces, cuando recuerda a su hermana Rosaura, fallecida tiempo atrás a causa de una congestión estomacal aguda, que le causó desagradables olores y sonidos.
Al día siguiente, Tita y Chencha adornan las mesas para el festín. Los invitados comienzan a llegar y entre ellos, llama la atención la presencia de Gertrudis, que baja de un auto moderno y está vestida con un llamativo vestido. En plena pista, Tita y Pedro bailan un vals; 22 años pasaron ya desde la boda del hombre con Rosaura y ambos siguen tan enamorados como el primer día. Pedro le pide casamiento a Tita, y dice que desde esa noche estarán juntos para siempre. A Tita ya no le importa lo que piensen los demás, porque durante veinte años habían pactado con Pedro y Rosaura mantener su romance invisible a los ojos de la sociedad. Si bien su hermana sabe del amor de Tita con su esposo, para ella era primordial mantener las buenas apariencias de su matrimonio. Así, Esperanza podía crecer bajo la sagrada institución de la familia y contaría con los alimentos de Tita y la educación de Rosaura. Si bien cada uno cumplió con su parte del pacto, Tita aprovechaba los momentos en los que estaba a solas con su sobrina para impartirle otras clases de conocimientos y avalar su romance con Alex Brown, a pesar del destino que Rosaura tenía pensado para ella. También defiende el derecho de Esperanza de ir a la escuela para formarse y educarse. Con la muerte de Rosaura, Tita ve como un triunfo la boda de su sobrina y Alex.
Una vez más, el plato de Tita causa que los invitados se comporten de manera extraña. En esta ocasión, los deliciosos chiles en nogada hacen que todos sientan deseos sexuales irrefrenables. Así, los invitados comienzan a abandonar la fiesta para saciar este apetito sexual en todos los lugares del pueblo. El Dr. Brown se da cuenta de la atracción que hay entre Pedro y Tita y decide irse.
Finalmente, los enamorados quedan solos en el rancho y hacen el amor sin temer a represalias o miedos por primera vez. La experiencia es tan maravillosa que Tita ve un brillante túnel que la guía hacia el mundo espiritual. La muchacha no quiere morir, sino que quiere repetir este encuentro numerosas veces más. Así, se tranquiliza. Al instante, nota que el latido del corazón de Pedro se acelera rápidamente y cesa. Ve a su amado muerto y Tita, desesperada, desea haberse ido con él.
Para volver a encender ese fuego interior de su alma en donde Pedro la espera, la mujer comienza a comer cerillas y a pensar en los momentos más hermosos de su relación. Así, prende el fuego y ve nuevamente al túnel luminoso y a Pedro esperándola. Ambos se funden en un largo abrazo y experimentan un clímax amoroso, que indica que ya nunca más se separarán. En ese momento, los cuerpos de Pedro y Tita empiezan a lanzar brillantes chispas, que incendian todo el rancho y provocan un espectáculo luminoso que dura más de una semana.
Esperanza y Alex regresan al rancho luego de su luna de miel y desentierra el libro de recetas de Tita de las cenizas. Este ejemplar es heredado por su hijo (o hija), quien mantiene viva la memoria de su tía abuela cocinando sus recetas.
Análisis
Recién en el último capítulo, la voz narrativa confiesa ser hija de Alex y Esperanza y cuenta las historias de su familia a partir del libro de recetas. En este sentido, la novela posee un narrador que habla sobre el pasado desde un contexto contemporáneo y actual. Este salto temporal le da mayor libertad a la inclusión de los elementos fantásticos propios del realismo mágico que están presentes en Como agua para chocolate. De esta manera, el lector entiende implícitamente que el narrador no ha sido testigo de los hechos y, por lo tanto, tampoco le exige probar la posibilidad de elementos imposibles en el mundo tal y como lo conocemos.
Si el primer capítulo de la novela empieza con Tita sufriendo en silencio por la prohibición de Mamá Elena, el desenlace de Esperanza y Alex representa el triunfo máximo de los valores de la protagonista y marca el final de un ciclo represivo y el comienzo de una nueva felicidad en la familia. Con la muerte de Rosaura, muere también la profecía que condenaba a Esperanza a repetir la historia de su tía Tita. Este momento encarna también el fin de estas absurdas tradiciones. Frente a la hipocresía del matrimonio infeliz de Pedro y Rosaura, el amor verdadero prevalece sobre todas las cosas y destruye las tradicionales convenciones de la familia. En este sentido, no es casualidad que la novela finalice con un fuego arrasador que destruye el rancho De la Garza y deja únicamente las cenizas. El hogar, cuna de tantos sacrificios y castigos impuestos por Mamá Elena, queda destrozado. Lo único que sobrevive del incendio es el libro de recetas de Tita, que registra no sólo su sabiduría culinaria sino también la historia de amor cifrada en ellas.
Si bien Tita le está eternamente agradecida a John por haberla salvado del dominio autoritario de su madre y enseñado la fuerza del fuego interior, finalmente la protagonista elige a Pedro. Sin embargo, la intensidad de su pasión es tan fuerte que los conduce a ambos a una muerte temprana cuando, finalmente, podían estar juntos sin restricciones.La consumación final de Tita y Pedro es trágica y triunfal simultáneamente, ya que exhibe que la luz del fuego interior de la protagonista es, finalmente, libre pero a expensas de su vida terrenal. En este episodio, Tita toma por primera vez una decisión de manera activa y basada en sus propios deseos, dejando atrás los límites restrictivos impuestos por el rol cultural que se vio siempre obligada a cumplir. En este punto, Pedro se dirige al túnel esplendoroso sin saberlo, mientras que Tita es consciente de que está cumpliendo su verdadero deseo. Esta divergencia entre ambos contrasta con sus encuentros anteriores, en los que Pedro era el sujeto activo, agente de poder y Tita, quien recibía los efectos de las acciones llevadas adelante por su amado. Una vez que Pedro muere y Tita queda sola en el mundo, toma la decisión activamente de recrear ese fuego interior y entrar al túnel donde Pedro la espera para pasar juntos la eternidad.
Sin embargo, no hay que entender este final como pesimista, ya que el incendio surgido del fuego entre Tita y Pedro cubre de lava volcánica el rancho y produce un suelo increíblemente fértil para la cosecha y el sembrado. En ese sentido, la familia De la Garza continuará en una nueva y auspiciosa dirección, representada por el matrimonio de Alex y Esperanza, dos personas que se aman, capaces de dar por tierra con todas las normas y convenciones que han condenado a las generaciones por años y años.