Resumen
Recaredo es un escultor que está casado con la hermosa Suzette. Están muy enamorados y son muy cariñosos el uno con el otro. Él es un gran escultor, aficionado al estilo oriental.
Suzette siente que él pasa demasiado tiempo en su taller, más del que pasa con ella. Un día llega una carta desde Hong Kong. Es de Robert, un amigo de Recaredo. Con la carta llega una caja que contiene un busto de porcelana, con la forma de una mujer sonriente. En la base tenía inscripciones en chino, en francés y en inglés que decían “La emperatriz de la China”.
Recaredo le hace un gabinete especial al busto, con un biombo oriental y rodeado de adornos japoneses y chinos. Le pone flores y la visita varias veces al día. Suzette se pone muy celosa del cuidado y el tiempo que Recaredo le dedica a la estatua. Enferma de celos, Suzette empuja la estatua de porcelana al suelo, que se rompe en mil pedazos. Luego, Suzette y Recaredo se reconcilian.
Análisis
Este relato postula, de una manera un poco humorística y ridiculizada, la existencia de un conflicto entre la vida y el arte. Es decir, el reconocimiento de que el arte es superior a la esfera de la vida cotidiana de la época. Existe una comparación y competencia entre la belleza humana y la del arte cuya conclusión es que la mujer nunca podrá lograr el nivel de perfección formal del busto. Es por este motivo que la mujer del escultor destruye la escultura.
Este conflicto y disputa entre la esfera del arte y la esfera de la vida es un tema común entre los artistas de fin del siglo XIX. Frente a la realidad, que solía ser dura y problemática para el poeta marginado, la esfera del arte le permitía una instancia de escapismo, en la que todo podía ser perfecto y bello.
Otro aspecto de la actitud escapista de los modernistas es su afición por lo oriental y exótico. Recaredo colecciona muchos objetos de arte chinos y japoneses, y queda fascinado por la estatua que su amigo le envía desde Hong Kong. Estos objetos también representan la novedad, al menos en América Latina, ya que recién a fines del siglo XIX estaban comenzando a llegar noticias y objetos de aquellas zonas recónditas del mundo. La fascinación por la cultura oriental y la acumulación de dichos objetos de arte es una marca de refinamiento y de estatus.
Por último, en este cuento Darío pone en escena el cosmopolitismo desde el aspecto social y cultural. El origen de los nombres de los personajes, Suzette, Recaredo y Robert, también son símbolos de las tres influencias principales en la cultura latinoamericana de fin de siglo: la francesa, la hispánica y la creciente influencia norteamericana sobre la región.
