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Azul... Resumen y Análisis de ¨El rey burgués¨ (Canto alegre)

Resumen

El cuento trata sobre un rey muy poderoso que rige sobre una ciudad inmensa y brillante. El rey tiene muchísimos trajes muy caros, esclavas, armas y todo tipo de animales. El narrador señala que no es un rey poeta, sino que es un rey burgués.

El narrador cuenta que el rey es muy aficionado a las artes y favorece a los pintores, escultores, profesores y otras personas relacionadas al mundo de la cultura. Cuando va de caza, pide a los profesores de retórica que compongan canciones alusivas y celebra festines.

Su palacio es exquisito, repleto de ornamentos y artefactos de buen gusto. La mayoría de sus decoraciones provienen de lugares exóticos como Japón o China. También tiene salones en su palacio dedicados a la antigüedad griega, lleno de estatuas de mármol y cuadros de famosos artistas.

Un día, un miembro de la corte del rey burgués le presenta a un poeta. El rey, que conoce todo tipo de artefactos y artistas, nunca había conocido a un poeta. El poeta le dice que no ha comido y el rey le pide que cuente su historia y él le dará de comer.

El poeta hace una crítica social acerca de la concepción del arte para la élite burguesa. Él explica que la verdadera poesía, o el verdadero arte, no está en los objetos caros o de buen gusto, sino en la reflexión sobre la naturaleza, en la interpretación del espíritu que existe en cada elemento de la creación. Explica que no son necesarios maestros de retórica o de ortografía para entender la poesía.

El rey lo interrumpe y les pregunta a los miembros de su corte qué deben hacer con el poeta. Un filósofo sugiere ponerlo en el jardín a activar una caja de música para ganarse el pan. El rey acepta y le indica al poeta mantener la boca cerrada de ahora en más. Solo deberá activar la caja cada vez que alguien pase por el jardín y se le pagará un pedazo de pan por cada pieza musical.

El poeta acata la decisión del rey burgués y se pasa los días en el jardín, humillado, tocando la caja musical. Llega el invierno y el poeta siente el frío en el cuerpo y en el alma. El rey y los cortesanos se olvidan de él. Mientras realizan grandes festines dentro del palacio, afuera el poeta seguía girando la manivela para no congelarse, aunque nadie escuchara la música.

Al día siguiente, lo encuentran muerto de frío, todavía con la mano en la manivela y una sonrisa amarga en el rostro.

Análisis

Este cuento es una reflexión irónica sobre el rol de los poetas en la sociedad burguesa. Asimismo, el autor ironiza sobre los consumos culturales de las élites burguesas. La creciente modernización producto de la Revolución Industrial y la expansión del capitalismo causa el surgimiento de una nueva élite. Estos burgueses cuentan con dinero, pero no tienen el buen gusto y la cultura que tradicionalmente se le atribuye a la aristocracia. Por lo tanto, los burgueses que se habían hecho ricos durante el siglo XIX se llenan de símbolos de la alta cultura para enmascarar su desconocimiento acerca del arte y la cultura.

Rubén Darío pone de manifiesto la hipocresía de esta actitud en este cuento. Por un lado, ilustra el afán de acumulación sin sentido al describir las posesiones del rey por medio de interminables enumeraciones. A través de estos largos párrafos, Darío da la imagen de un ambiente atiborrado de objetos, sin orden o jerarquía. El único criterio es: "cuanto más, mejor". Por ejemplo: “quimeras de bronce con las fauces abiertas y las colas enroscadas, en grupos fantásticos y maravillosos; lacas de Kioto con incrustaciones de hojas y ramas de una flora monstruosa, y animales de una fauna desconocida; mariposas de raros abanicos junto a las paredes, peces y gallos de colores; máscaras de gestos infernales y con ojos como si fuesen vivos; partesanas de hojas antiquísimas y empuñaduras con dragones devorando flores de loto; y en conchas de huevo, túnicas de seda amarilla, como tejidas con hilos de araña, sembrada de garzas rojas y de verdes matas de arroz; y tibores, porcelanas de muchos siglos, de aquellas en que hay guerreros tártaros con una piel que les cubre hasta los riñones, y que llevan arcos estirados y manojos de flechas” (página 37).

Estos elementos no tienen nada en común y ninguna función o utilidad, solamente demostrar el poder material y simbólico del rey. En este ambiente, el poeta representa el verdadero sentido del arte, más allá de lo puramente ornamental. El rey nunca ha oído hablar de los poetas, aunque se jacta de ser cultísimo y muy instruido, lo que implica que incluso para aquellos burgueses que dicen ser grandes mecenas del arte y darle gran importancia, la poesía les es algo desconocido.

Luego de escuchar el monólogo del poeta, el rey resuelve darle una ocupación al poeta. Debe activar una caja de música en el jardín que toque una pieza cada vez que pasa alguien, girando una manivela, como si fuera un obrero en una fábrica. Este hecho se puede poner en el contexto de la mecanización derivada de la Revolución Industrial. En el caso de este cuento, la situación está llevada al absurdo, ya que el poeta es considerado como un “trabajador del arte”, que vende el producto de su trabajo a cambio de un salario o de comida.

En este sentido, se vuelve a advertir y criticar la noción ornamental del arte nuevamente, porque se le ordena al poeta tocar la caja de música cuando pasa el rey o algún miembro de su corte, para animar el paseo, como música de fondo. Sin embargo, nadie quiere escuchar lo que el poeta tiene para decir, sus reflexiones y expresión original. “Nada de jerigonzas, ni ideales” (página 41), ordena el rey. En este sentido, la verdadera naturaleza del arte del poeta se pierde.

La valoración del arte en sí mismo, como actividad respetable y su importancia para la vida social es uno de los postulados principales del modernismo hispanoamericano. Por lo tanto, la reflexión final de “El rey burgués” (la crítica a la perspectiva banal y decorativa del arte) convierte a este cuento en uno de los textos más paradigmáticos de la estética y los principios modernistas.