Resumen
Capítulo 1 – Parada en Erhenrang
La novela empieza con la aclaración de que el relato es parte de un informe oficial. Genly Ai, el narrador de este capítulo y protagonista de la novela, se propone a escribir su informe como si se tratara de una historia. Aclara también que habrá otros narradores y, posiblemente, otros protagonistas.
Genly Ai se encuentra en Erhenrang, capital de Karhide, un país del planeta Gueden, un territorio gélido. Ese día hay un desfile en el que todos participan. El rey, Argaven XV, quien no se distingue del resto de los hombres excepto por un anillo, preside la celebración. Mercaderes, artesanos, ricos señores, embajadores, cancilleres y senadores caminan en procesión bajo una tormenta; no hay ni un solo soldado.
La procesión está acompañada de música que proviene de flautas eléctricas, tablas y unos cornos de metal, llamados gosivoses, que solo suenan en presencia del rey. El motivo del desfile es la inauguración de una carretera y un puerto que han estado en construcción durante cinco años. El rey está allí para ubicar la última piedra que une las dos partes del arco de entrada al puerto. A Genly Ai le llama la atención el color rojizo de la piedra. Estraven, el primer ministro del rey, le explica que se trata de cemento mezclado con sangre y huesos de animales.
Estraven ha estado acompañando a Genly Ai durante unos ocho meses en su visita al país. Genly Ai fue enviado a Gueden, también llamado planeta Invierno, en una misión diplomática para tender lazos entre los países del planeta y los Ecumen, una federación de ochenta planetas que comparten conocimiento y comercio. Ni sus costumbres ni su aspecto físico se parecen al de los habitantes de ese planeta.
Estraven invita a Genly Ai a cenar en su casa. En medio de la conversación, Tibe, el primo del rey, los interrumpe. A Genly Ai le da la sensación de que está allí para espiar. Así como no confía en Tibe a pesar de sus intentos de ser simpático, tampoco siente que pueda confiar en Estraven.
Genly asiste a la cena en casa de Estraven. En el camino reflexiona sobre los hábitos alimenticios del pueblo de los karhíderos. De hecho, piensa sobre varios aspectos de la vida de los habitantes del planeta. Uno de los más llamativos es que los habitantes de este planeta no pueden ser definidos en términos binarios: hombre y mujer. Son personas que no presentan características asociadas con lo femenino o masculino durante la mayor parte del tiempo; solo son femeninas o masculinas de manera dominante en un período denominado kémmer.
Por todos estos motivos, Genly y Estraven no se entienden del todo, lo que causa cierta tensión entre ellos. Al parecer, Estraven ha estado trabajando intensamente para que el rey esté dispuesto a reunirse con Genly. Ahora que la cita entre el rey y el enviado de los Ecumen tiene una fecha precisa, Estraven siente que ya no puede patrocinarlo, lo que hace que Genly desconfíe de él. Estraven sugiere que en la corte hay personas cercanas al rey —quizá su primo Tibe— que no aprueban la presencia de un extranjero y que prefieren que el rey no se reúna con él. También sugiere que él mismo ha ido perdiendo la confianza del rey por interesarse tanto en la misión de Genly.
Genly abandona la casa de Estraven abatido, sintiendo que su misión fracasa y que ha sido traicionado.
Capítulo 2 – En el corazón de la tormenta
Según la breve explicación luego del título del capítulo, lo que se desarrolla en él es un cuento extraído de una colección de cuentos populares de Karhide.
Dos hermanos, Guederen y Hode, se prometen kémmer mutuo; esto quiere decir que prometen estar en pareja y mantener cierta fidelidad y compromiso a largo plazo. En esta sociedad, esta especie de “matrimonio” no está prohibido entre hermanos. Solamente deben cortar su relación luego de tener a su primer hijo.
En el caso de estos dos hermanos, al enterarse de que esperan su primer hijo y, por lo tanto, deben separarse, uno de ellos decide suicidarse antes que romper el kémmer. A Guederen, el hermano que sobrevive, lo hacen responsable por la muerte y lo expulsan del feudo.
Guederen vaga en el exilio y se dirige al Hielo, una región al norte de Karhide donde difícilmente sobrevive una persona. Se interna cada vez más al norte hasta que se encuentra con una persona que le dice que es su hermano Hode. Guederen le reclama el haberlo dejado solo y huye hacia el sur. Allí encuentra regiones donde no saben quién es él y toma el nombre Ennoch. Muchos años después, escucha en voz de un habitante de su antiguo feudo que este está decayendo mucho; nada crece allí, es un feudo enfermo.
Cuando escucha esto, Guederen le pide a su coterráneo que anuncie en Shad, su feudo, que Guederen va a abandonar el nombre falso y a retomar su nombre y su sombra. Pocos días después, Guederen muere. Su coterráneo viaja de regreso a Shad y anuncia lo que le fue indicado, y desde ese momento el feudo vuelve a prosperar.
Capítulo 3 – El rey loco
Mientras se prepara para entrevistarse con el rey, Genly se siente derrotado. Piensa que su misión ha fracasado ahora que no cuenta ni con la ayuda de Estraven. De todas maneras, el trabajo de los enviados del Ecumen es siempre solitario y personal, porque viajan solos para que los habitantes de los nuevos planetas no se sientan amenazados.
Genly espera la entrevista en uno de los cuartos del palacio real. De fondo suena una radio, el medio preferido de los karhíderos, poco dados a la lectura. La noticia que llega a Genly por los altoparlantes es el exilio de Estraven, acusado de traición. Las graves acusaciones en contra de su colaborador lo llenan de terror.
Un mensajero conduce a Genly ante el rey, quien le pide que explique por qué ha venido. Antes de hablar de Ecumen, Genly expresa su desconcierto por lo que le ocurrió a Estraven. El rey reafirma su creencia de que Estraven es un traidor y revela que desaconsejaba que el rey recibiera a Genly.
Luego de esa charla, el rey y Genly se centran en el tema de la misión de este último. ¿Con qué propósito han enviado a Genly a ese planeta? Genly está allí para conseguir que los pueblos del planeta Invierno formen parte del Ecumen, una alianza interplanetaria cuyo propósito es compartir conocimiento y, en segundo lugar, impulsar el comercio. Argaven, el rey, no cree en las palabras de Genly, porque está acostumbrado a que los políticos discutan y escondan segundas intenciones en su discurso.
Genly destaca que los ochenta y tres mundos y tres mil naciones bajo Ecumen tienen todos diferencias, pero comparten un mismo origen: todos surgieron de un único planeta, Hain. Pero los intentos de Genly de convencer al rey no surten efecto, porque Argaven está concentrado en las diferencias: el color de la piel y, sobre todo, lo que él percibe como una monstruosidad: la distinción de sexos.
Al rey le interesa saber cuáles son las consecuencias de negarse a entrar en contacto con los ecúmenos. Genly le explica que, por la mecánica de lo viajes interespaciales, para los ecúmenos es muy fácil esperar y seguir insistiendo en que Invierno se anexe a ellos en la siguiente generación. Esto solo hace que Argaven desconfíe aún más de toda la misión. En definitiva, la reunión es un fracaso. Genly se queda pensando en el rol que Estraven jugó en todo esto. De lo que está seguro es que Estraven intentó advertirle que no contaba con el apoyo de casi nadie en Karhide.
Análisis
La novela empieza con una reflexión sobre cómo debe contarse una historia. Tal como lo plantea Martin Bickman en su artículo “Le Guin’s Left Hand of Darkness: Form and Content”, al igual que en toda obra maestra de la literatura, la forma y el contenido crean una unidad que no se puede distinguir, y juntas construyen el sentido de la obra. Desde los dos primeros párrafos de la novela, la escritura y la pregunta sobre cómo contar una historia ocupa un lugar central. En esos primeros dos párrafos, Genly, el principal narrador de la obra, menciona categorías esenciales de un relato: narrador, protagonista, imaginación, verdad.
Lo que sacamos en limpio de esos dos primeros párrafos es que Genly es consciente de que lo que va a contar es cierto, pero que el relato no puede sino estar infundido por la subjetividad de quien lo cuenta: “Pero es siempre la misma historia, y si en algunos momentos los hechos parecen alterarse junto con una voz alterada, no hay razón que nos impida preferir un hecho a otro; sin embargo, no hay tampoco en estas páginas ninguna falsedad, y todo es parte del relato” (pp.9-10). Es decir, en toda historia hay una selección y una alteración que nace de la subjetividad de quien lo cuenta.
Ahora bien, este relato tiene más de un narrador: “No soy siempre el protagonista de la historia, ni el único narrador” (p.9), dice Genly. Es decir, hay más de una subjetividad desde la que se enfoca esta historia, pero hay una sola mente que ordena y selecciona las partes del relato: Genly Ai. Esta selección va a incluir partes del informe del protagonista como enviado de Ecumen, entradas del diario de Estraven, ex Primer Ministro de Karhíde, y mitos o relatos tradicionales de los pueblos del planeta Invierno.
Detrás de la pregunta sobre quién escribe y, por lo tanto, de la forma del relato, está uno de los temas centrales: la mirada de un individuo atravesada por todos los elementos culturales que influyen sobre él. Genly Ai es un extranjero que llega como enviado a un país cuyo pueblo es radicalmente distinto al suyo. Genly demuestra, a lo largo de estos primeros capítulos, su inmensa curiosidad por las costumbres de los karhíderos. El segundo capítulo, por ejemplo, narra un mito que parece haber sido recopilado por él mismo. Los relatos tradicionales son invaluables como fuente para descubrir los valores que dominan una cultura. Por ejemplo, a través de este mito descubrimos que los karhíderos aceptan, con ciertas limitaciones, el incesto, y rechazan el suicidio. También descubrimos la importancia de la hospitalidad para los karhíderos y el poder de la identidad, expresada en el nombre y la sombra. Para los karhíderos, el nombre no se utiliza a la ligera. Por ejemplo, solo los amigos y los familiares pueden utilizar el nombre propio de una persona. Cuando el personaje del mito pierde el prestigio y la aceptación de la gente de su pueblo a causa del suicidio de su pareja, elige también dejar de usar su nombre como una forma de borrar su pasado y su conexión con Shad, su dominio. Asimismo, renuncia a su sombra. Desde la perspectiva karhídera, la sombra no tiene connotaciones negativas, sino que conforma, junto con la luz, la unidad. Solo cuando el personaje del mito acepta su nombre y reconoce su sombra nuevamente, el dominio de Shad vuelve a prosperar. De este modo, además de expresar las costumbres y los valores de la cultura a la que pertenece, el mito también incluye una advertencia o una enseñanza: exiliar o rechazar a alguien que ha cometido un crimen no es el camino adecuado para lidiar con aquellos que no cumplen con las normas y costumbres.
En parte, la curiosidad del protagonista tiene como fin práctico acercarse a aquellas personas que pueden ayudarlo a completar su misión: integrar al planeta Invierno a la unión de naciones denominada Ecumen. No obstante, a pesar de todas las buenas intenciones de Genly de aprender sobre este pueblo con una precisión casi científica siguiendo los métodos de la antropología, no puede evitar valorar tal o cual aspecto de esta sociedad en comparación con la suya de origen. En el primer capítulo, por ejemplo, Genly contrasta los modelos políticos de Ecumen y de Karhíde. Asimismo, encasilla las actitudes de los karhíderos como femeninas o masculinas, a pesar de que entre ellos no existe tal distinción, pues los karhíderos no son ni hombres ni mujeres permanentemente, y puede tomar características de un género u otro de forma alternada durante el kémmer, o ciclo reproductivo.
Cuando la novela se publicó, en 1969, el modo en que Le Guin trata el género en esta novela fue considerado innovador y osado. Una pregunta tan explícita sobre cómo el binarismo hombre/mujer influye en nuestro comportamiento y nuestro modo de ver el mundo en una obra literaria, más aún en una obra de ciencia ficción, era una novedad. Aún hoy la pregunta sigue vigente, y el debate ocupa más espacios de la cultura. En todo caso, algunas de las críticas más comunes sobre la obra es el uso de pronombres (en el original en inglés), que no refleja la ausencia de binarismo de los guedenianos. Aun más, en la mayor parte de la obra, el pronombre que domina es el masculino. La crítica le reprocha incluso a Le Guin haber creado personajes sin género que, no obstante, se comportan y ocupan roles tradicionalmente masculinos.
Si bien el tema del binarismo femenino/masculino está explorado en la novela desde distintas aristas, la exploración más explícita es la relación entre género y política. En gran parte, el fracaso diplomático inicial de Genly tiene como raíz su incapacidad de navegar los usos y costumbres del pueblo que visita, y de liberarse de una lectura binaria del mundo y las personas. Genly no sabe en quién confiar porque observa en los guedenianos actitudes “femeninas” que interpreta como signos de traición y debilidad, y actitudes “masculinas” que lee como marcas de poder y autoridad. Al no poder liberarse de este sesgo, su misión corre peligro, y las relaciones personales no prosperan. Genly se enfrenta a un problema de comunicación a pesar de hablar los idiomas de los pueblos de Gueden porque carece de códigos compartidos y estructuras de pensamiento similares.
Genly es un “otro”, es decir, se distingue de lo karhíderos en una serie de sentidos: es ligeramente más alto, su piel es oscura, manifiesta características masculinas permanentemente (los karhíderos no tienen género). Uno de los modos en los que Le Guin nos muestra su “otredad” es su incapacidad para lidiar con el clima del planeta. Gueden, conocido por los habitantes de Terra como "Invierno", es un planeta gélido. Las temperaturas son tan extremas que Genly nunca llega a estar a gusto, sin importar cuánto abrigo lleve.
En estos primeros capítulos, Le Guin le permite al lector conocer a este pueblo casi a la par de Genly. Los lectores tenemos menos información que él, y puede ser un reto para un lector desprevenido comprender de manera tan gradual algunos conceptos cuyo significado no siempre está disponible de manera inmediata y explícita. Sin embargo, esa dificultad nos permite empatizar con Genly, ya que nos posiciona como lectores en un lugar muy parecido al de él, que se acerca a un pueblo enteramente nuevo y empieza a descubrir sus particularidades.