La mano izquierda de la oscuridad

La mano izquierda de la oscuridad Resumen y Análisis Capítulos 8-10

Resumen

Capítulo 8 – Otro camino a Orgoreyn

Genly pasa el verano viajando por Karhide. Su misión política queda casi en suspenso mientras él se dedica a conocer mejor al pueblo. Descubre que lo que une a las comunidades de Karhide no es algo demasiado sólido. Saca la conclusión de que Ecumen deberá apelar a la humanidad que comparten, porque no hay otro modo en el que estos pueblos estén ligados: “era un hervidero de ciudades descoordinadas, pueblos, aldeas, pseudounidades económicas feudotribales, un revoltijo de individualidades vigorosas, competentes pendencieras, sobre las que se posaba la mano insegura y leve de la autoridad” (p.114).

Precisamente esa mano leve de autoridad, el rey loco Argven, se encuentra en este momento gestando un heredero de la carne. Durante el embarazo y la lactancia, Argaven permanecerá recluido. Ha dejado como regente a Tibe, quien entiende tan bien como Genly la desarticulación de Karhide. Su voz suena constantemente en la radio intentando apelar al miedo y al enojo con el esfuerzo de despertar patriotismo: “Lo que él pretendía era algo más seguro: el camino cierto, rápido y duradero para transformar un pueblo en una nación: la guerra” (p.118).

Ante esta perspectiva, Genly decide continuar con su misión en Orgoreyn en lugar de en Karhide. El obstáculo con el que se encuentra es la burocracia de ese país. Mientras espera los papeles para poder entrar a Orgoreyn, recibe una visita. Se trata de Ashe, el ex kemmerante de Estraven, quien desea hacerle llegar dinero y noticias de él y sus dos hijos.

Una vez en Orgoreyn, Genly debe pasar otros procesos burocráticos, pero alguien lo reconoce como el enviado de Ecumen y lo pone en contacto con uno de los comensales. Orgoreyn está gobernado por comensalías. Hay treinta y tres comensales en los que se depositan las decisiones más importantes del país. A Genly lo envían a casa de uno de estos líderes: Shusgis.

Cuando llega allí, el comensal lo recibe con un entusiasmo que sorprende a Genly. Esa noche, Shusgis lo lleva a un evento en el que se encuentran casi todas las figuras de autoridad del país. Allí también está Estraven, y Genly le anuncia que tiene un mensaje personal para él.

Capítulo 9 - Estraven el traidor

El nombre de este capítulo no se refiere a Estraven, el que fue primer ministro de Argaven. Estraven significa “que viene de Estre”. Este capítulo es un relato tradicional recogido por Genly.

El relato trata de dos feudos rivales: Stok y Estre. Arek, el heredero de Estre, en una ocasión sale a pescar y cae al lago. Su vida está en peligro, pero encuentra a un hombre en una casa solitaria. El hombre que habita esa casa es Derem de Stok, por lo tanto, es un enemigo mortal del heredero de Estre. De todas maneras, decide salvar a Arek y se enamoran.

Una patrulla de hombres de Stok ven a Arek de Estre en casa de Derem y lo matan. Derem les ordena que lleven el cuerpo del hombre de vuelta a Estre, pero los hombres desobedecen. Derem se entera de esto y le pide a su padre, el señor de Stok, que exilie a estos hombres.

Mientras, en el feudo de Estre, todos buscan desesperadamente a Arek. Un día, un hombre llega a las puertas de Estre y anuncia que tiene a Derem, el hijo de Arek. El señor del feudo lo recibe como si fuera su hijo y decide que él será el heredero de Estre. Los otros hijos del señor de Estre llevan a Derem al lago e intentan matarlo, pero Derem pelea contra ellos y los mata. Herido en la pelea, se arrastra hasta una casa abandonada. Una persona entra e intenta salvar al chico herido. Esa persona es Derem de Stok, es decir, la persona que lo gestó. Entre los dos deciden hacer las paces entre los reinos. Como rey, Derem de Estre cede la mitad de su dominio a Stok. Por este motivo, y por la muerte de sus tres tíos, Derem es conocido como Estraven el traidor.

Capítulo 10 - Conversaciones en Mishnori

A la mañana siguiente, después de la cena introductoria, Estraven visita a Genly. La presencia de su ex colaborador no le agrada a Genly, y decide comportarse con poca cortesía para que Estraven no lo visite más. Genly le entrega el dinero de Ashe y, a cambio, Estraven le ofrece un último consejo. En Orgoreyn, Genly no es más que un instrumento político para las distintas facciones que quieren ganar más poder; por eso, conviene que Genly actúe con prudencia y no confíe en nadie. Cuando Estraven se va, Genly piensa con desagrado en su misión que ya lo ha llevado a vivir en la incomodidad del planeta Invierno por dos largos años.

Ese día, Genly asiste a otro almuerzo con fines políticos. Allí, los orgotas le hacen muchas preguntas. A Genly, la curiosidad de los orgotas le resulta extraña luego de tanto tiempo entre karhíderos, quienes se mostraban menos interesados en saber sobre él y su cultura, con la única excepción de Estraven. Mientras que los karhíderos están gobernados por el shifgredor, los orgotas no están tan preocupados por el prestigio social y se animan a hacer preguntas. No obstante, Genly siente que todos están tratando de probar que él es un fraude.

Alguien anuncia que Estraven ha dado a luz a un niño que murió poco después. Los orgotas se preguntan a cuál de sus cuarenta hijos de kémmer le corresponderá el trono.

Al igual que en Karhide, Genly habla con la verdad y de manera directa acerca de los planes de Ecumen. Describe su funcionamiento y deja en claro que, si bien Orgoreyn puede ser el primero en establecer contacto, a Ecumen le interesa integrar todo el planeta a la alianza. Hay un solo detalle que Genly mantuvo en silencio durante su estadía en Karhide y que revela ahora ante los orgotas: hay una nave con once tripulantes orbitando el planeta, lista para descender según las indicaciones de Genly. Slose, uno de los comensales, le insta a que los llame, pero Genly le explica que solo ante un anuncio oficial de compromiso para dialogar con Ecumen puede llamar a su tripulación, porque debe garantizar su seguridad.

Además de conocer a otros comensales, Genly aprende algunos aspectos nuevos sobre Orgoreyn. Por ejemplo, descubre que este estado burocrático tiene su propia policía secreta, denominada Sarf. También descubre que Mersen, otro de los comensales, es un espía de Tibe. A pesar de ser un país más organizado que la monarquía karhídera, Orgoreyn le parece más siniestra. Por su parte, Shusgis, el anfitrión de Genly, revela que no confía en Estraven: lo considera un apátrida que solo piensa en su propio beneficio, y le recomienda a Genly no confiar en él.

Análisis

Estos capítulos desarrollan en detalle los aspectos más importantes de la política en las dos naciones rivales del planeta. Genly ya no es una novedad, y tampoco es considerado un monstruo por los karhíderos, lo que le permite viajar por el país y conocer su idiosincrasia más profundamente. Lo que observa es la falta de unidad entre las comunidades, que conforman un reino desarticulado y muy inestable. Ante la fragilidad del reino, Argaven optó por aislar a su pueblo y permitir que gobierne el miedo a lo distinto. Al quedarse embarazado, el poder ahora está en manos de Tibe, que tiene ideas distintas al rey de cómo generar unidad entre las familias o dominios de Karhide: la guerra.

Nuevamente, el tema del patriotismo cobra importancia en estos capítulos, porque el patriotismo que postula Tibe radica en la ira, el miedo y el deseo de imponerse ante otra nación. En lugar de aislarse para preservar la frágil unidad, Tibe quiere forzar la hermandad estableciendo un enemigo en común. Esta táctica no es nueva y Genly la reconoce sin problema, pero la encuentra sumamente peligrosa.

Orgoreyn, por otra parte, es una nación más organizada: es un estado burocrático donde el aparato estatal lo controla todo. Incluso cuenta con una policía secreta. A pesar de ser más desarrollada en términos organizativos, Genly la considera siniestra. Aunque mal asesorado y sumido en el miedo, Argaven parece velar por los intereses de su pueblo. Por el contrario, en un país burocrático como Orgoreyn, los funcionarios trabajan por sus propias causas y para competir entre las facciones del gobierno.

Le Guin explora distintas formas de gobierno: la monarquía en Karhide, el Estado burocrático autoritario en Orgoreyn y una especie de anarquía en Ecumen en cuanto a que imagina una entidad reguladora que no dicta normas ni leyes, sino que media en beneficio de todos. Decir que Ecumen es una forma de anarquía es una verdad a medias, porque lo que crea Le Guin es un estilo de gobierno que valora la espiritualidad y el conocimiento como el valor supremo, por encima del comercio y el poder. El nombre mismo de la alianza remite a la idea de unión: lo ecuménico es lo que abarca todo lo humano. En cambio, tanto en Karhide como en Orgoreyn reina la idea de la separación, ya sea por aislamiento o por rivalidad. De todas maneras, Ecumen no es perfecto como forma de organización política, pero Genly igual considera que “tiene mucho de fracaso, aunque este fracaso haya ayudado más a la humanidad que los éxitos de los predecesores” (p.154).

Por otra parte, los problemas de comunicación que surgen entre Genly y los guedenianos también se hacen cada vez más patentes. Los guedenianos y los terrícolas tienen una mirada del mundo radicalmente distinta que nace de aspectos tan inherentes como la sexualidad y la relación del individuo con la naturaleza. Por ejemplo, la conversación entre Ashe y Genly revela una profunda incomprensión cultural. Para Ashe, un karhídero cuya organización política se basa en clanes y feudos y, por lo tanto, en relaciones personales, la postura de Genly, que ve su misión como algo que trasciende los intereses personales, es algo inmoral. En este sentido, el cuento tradicional que se intercala entre estos dos capítulos nos ayuda a comprender la idiosincrasia de los karhíderos. Las rivalidades entre Stok y Estre no se superan sino a partir del amor de dos individuos; no hay intereses políticos o económicos que motiven la paz entre los dominios. La paz se consigue, en cambio, a través del vínculo personal. Para Genly, su sentido de deber de la tarea encomendada está por encima de lo personal.

En su interacción con Estraven, algo parecido sucede en torno a las dificultades de comunicarse aun cuando ambos hablan la misma lengua. Genly ofende a Estraven con la esperanza de que este tome distancia. Sigue desconfiando de él y sospecha que está detrás de lo que está sucediendo en Orgoreyn. A pesar de conocer los códigos karhíderos suficientemente bien como para ofender a Estraven, no queda claro si comprende la reacción de este. Al final de su intercambio, Estraven le ofrece un consejo, lo que en Karhide implica una ofensa, porque pone en cuestión el shifgredor (prestigio) del otro.

Genly estuvo dos años estudiando la cultura de Karhide, pero ahora, en Orgoreyn, si bien conoce algunos principios comunes a los dos pueblos, deberá hacer un esfuerzo por descubrir algunas de las particularidades de esta cultura. En principio, encuentra más fácil navegar algunas situaciones sociales porque el shifgredor no es importante para los orgotas y estos parecen ser más expresivos, a pesar de que, a todas luces, no son más confiables.

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