Genyl Ai, un hombre proveniente de Terra, tiene una misión que cumplir en el planeta Gueden. Ha sido enviado a este lugar por orden de Ecumen, una alianza interplanetaria, para conseguir que los pueblos de este nuevo planeta se integren a la comunidad de ochenta y tres planetas y tres mil pueblos. La misión es solitaria y depende de lo que Genly Ai pueda hacer para ganarse la confianza de los líderes de los principales pueblos de Gueden: Karhide y Orgoreyn. El gran problema al que se enfrenta el enviado es que, para los habitantes de Gueden, él es un monstruo o un pervertido, ya que, a diferencia de los guedenianos, quienes no tiene un género permanente y solo asumen algunas características femeninas o masculinas durante un período acotado de su ciclo de fertilidad, Genly Ai es un hombre siempre. El éxito o el fracaso de su trabajo depende de los lazos que pueda tender con este pueblo tan distinto al suyo.
En su proceso para conocer y acercarse a los habitantes de Gueden, Genly Ai cuenta con la guía y colaboración de Estraven, el primer ministro de Karhide. Cuando su colaborador pierde el apoyo del rey y es exiliado, Genly elige continuar con sus esfuerzos en nombre de Ecumen en el país vecino. Allí, en Orgoreyn, Genly vuelve a encontrarse con Estraven, quien hace todos los esfuerzos posibles por ayudarlo a avanzar en su causa. Pero cuando parece que Genly está cerca de completar su misión, cae en desgracia y es enviado a prisión. Sintiéndose responsable por traer a Genly a Orgoreyn, Estraven trama un plan para liberarlo.
Cuando Estraven consigue rescatar a Genly, los dos emprenden un viaje peligroso y virtualmente imposible de regreso a Karhide. Durante el tiempo compartido en una zona tan inhóspita y solitaria, los dos personajes se conocen mejor y desarrollan una auténtica amistad. Ya superadas las dificultades para comprenderse, entre ambos surge cariño y preocupación mutua.
Ochenta días después de emprender el viaje tras el rescate de la cárcel, Estraven y Genly llegan a Karhide. Desde allí Genly se comunica con una nave espacial que está en órbita a la espera de sus indicaciones. Genly espera que, con la llegada de sus compañeros, el rey Argaven decida unirse a la alianza. Estraven, por su parte, se encuentra en peligro, porque sigue siendo considerado un traidor en Karhide, y su exilio sigue en pie. Luego de asegurarse de que Genly se comunique con sus compañeros, Estraven intenta huir y cruzar nuevamente la frontera, pero a unos pocos metros de completar su cometido, unos guardias de Karhide disparan contra él y lo asesinan.
Lejos de abandonar su misión, Genly sigue adelante con las negociaciones con Argaven, a pesar del dolor de haber perdido a su amigo. Finalmente, el rey accede a recibir a los compañeros de Genly. La misión para los Ecumen ha sido completada exitosamente. Genly decide cumplir su promesa de limpiar el nombre de su amigo Estraven y, para ello, viaja a casa de él y le entrega a su hijo los diarios de su padre.