Resumen
Capítulo 18 - En el Hielo
Genly escribe mirando hacia atrás. Piensa en su tiempo con Estraven durante el viaje por el norte como el centro de su vida. A pesar de las dificultades, considera que en ese viaje encontró alegría.
El cruce del glaciar de Gobrin es duro. Cada vez hay menos provisiones y Genly recuerda sentir tanta hambre que la sensación lo despierta durante la noche. Respirar el aire gélido es doloroso.
Estraven es tan metódico como “maternal”. Genly lo compara con un ama de casa. A pesar de que le sigue molestando recibir órdenes, Genly entiende que es Estraven quien sabe cómo cuidar de él en ese ambiente inhóspito. Siguen su camino durante más de cincuenta días.
Genly quiere enseñarle a Estraven el lenguaje de la mente (telepatía). Hacer eso implica infringir la ley de embargo cultural: mientras no haya una alianza establecida, no debe haber intercambio de conocimientos tan sensible como este. En cuanto a la relación de ambos, Genly se siente sumamente agradecido y aprecia a Estraven. Se pregunta si los guedenianos pueden tener sexo con los humanos binarios, pero aclara que no han probado absolutamente nada entre ellos dos.
Una noche, Estraven parece ofendido; está taciturno y distante. Al principio Genly piensa que hizo algo mal, pero luego percibe en Estraven su lado femenino. Si bien Genly temía pensar en él como una mujer, ahora que lo ve tal cual es, finalmente puede confiar en él. Estraven le explica que está en kémmer, pero que no intentará acercarse a Genly. Él está de acuerdo con eso, aunque entiende que es difícil para ambos, porque hay tensión sexual. A pesar de lo que sienten, coinciden en que lo que hay entre ellos es amistad. Luego de tanto esfuerzo por comprenderse mutuamente, han llegado a un punto en el que reconocen sus diferencias, y por eso hay amor mutuo. Si estuvieran juntos sexualmente, volverían a sentirse como dos extraños. No obstante, ahora a la distancia, mientas escribe su relato, Genly se pregunta si fue la mejor decisión evitarse.
Luego de la fase de kémmer, Genly decide empezar a enseñarle a Estraven el lenguaje de la mente. Al principio fracasan. Una noche, ya acostados, Genly intenta comunicarse telepáticamente con Estraven llamándolo por su nombre, Derem. Estraven logra escuchar la voz en su mente, pero no parece la de Genly, sino la de su hermano, Arek.
A partir de ese momento, Estraven le pide a Genly que lo llame por su nombre propio y le cuenta sobre su hermano. Arek era mayor que Estraven, pero murió hace catorce años. Este acercamiento hace que Genly también le pida a Estraven que utilice su nombre propio. Estraven consigue utilizar el lenguaje de la mente, pero sigue resultándole raro. Lo perturba tanto que no acaba de aceptar del todo esa forma de comunicación.
El cuadragésimo día del viaje hay una tormenta. Estraven empieza a hacer ayuno y Genly se siente ofendido cuando aquel le dice que él no está capacitado para hacer lo mismo. Estraven ha practicado el ayuno antes y está acostumbrado.
En una ocasión, Estraven anticipa lo que pasará en Karhide. Cree que los orgotas seguramente dijeron que Genly había muerto y se sentirán humillados cuando salga a la luz que eso no es cierto. Argaven, a lo mejor, lo recibirá bien, precisamente por la rivalidad con Orgoreyn. Lo más importante es aprovechar ese periodo de buenas relaciones para comunicarse con la nave, para que llegue cuanto antes.
Estraven y Genly hablan sobre la misión y los motivos que puede tener Ecumen para hacer que esta sea casi imposible, enviando a una sola persona. El que Genly llegue solo al planeta tiene que ver con la filosofía de Ecumen, que ”no es un cuerpo político sino un cuerpo místico” (p.283). Genly tiene la responsabilidad de establecer vínculos personales auténticos. Los ecúmenos creen que los procesos no pueden ser abruptos, sino que deben crecer de manera acompasada, como la evolución.
Capítulo 19 - El regreso
Después de siete semanas de solo ver hielo, Estraven y Genly ven unos despeñaderos. Su viaje está cerca de terminar, pero el tramo que queda es peligroso. Esta zona está repleta de pozos, suelos falsos y grietas. El clima tampoco ayuda, porque hay “tiempo blanco”, que implica que solo hay luminosidad; no hay sombras y los pozos y las grietas no se ven. Estraven cae en una de esas grietas, pero Genly consigue rescatarlo. Luego de esa experiencia, Estraven decide parar y armar un campamento. Genly quiere seguir, pero Estraven le dice que no quiere hacerlo con ese clima porque tiene miedo. Se justifica: “El miedo es útil, como la oscuridad, como las sombras” (p.291).
Después de que pasa la tormenta y termina el “tiempo blanco”, siguen el camino. Para poder bajar por los despeñaderos, deben abandonar el trineo. Han pasado cincuenta y un días en el glaciar. Dos días después ven la costa de Karhide. Ya casi no queda comida; el hambre hace que Genly no recuerde bien esos días.
Finalmente llegan a un poblado karhídero y entran en un negocio. Allí Genly experimenta el horror de volver a ver otras caras distintas a la de Estraven. Están hambrientos y aturdidos. Cuando Genly y Estraven solicitan hospitalidad y cuentan que cruzaron el Hielo de Gobrin, las personas se asombran y no pueden creer que estén vivos. Los reciben con generosidad, a pesar de que son pescadores pobres. A Estraven le preocupa que haya consecuencias para ellos, porque él sigue siendo un exiliado en Karhide.
El viaje todavía no termina: deben contactar a la nave por medio de un transmisor de radio. Además, Estraven debe volver a cruzar la frontera y regresar a Orgoreyn. Genly se compromete a pedirle a Argaven que declare la inocencia de Estraven y lo deje volver. Antes de irse del pueblo que tan bien los recibió, Estraven les cuenta la historia del cruce del Hielo con maestría: “como solo alguien que está dentro de toda una tradición de literatura oral puede hacerlo” (p.301).
Dejan el pueblo y viajan en esquíes durante nueve días. Ya no tienen más energía y la veradera aventura ya terminó. Ahora todo es un esfuerzo que no trae ninguna alegría. Cuando llegan a Sassinod, un pueblo con un transmisor suficientemente poderoso, se quedan en la casa de un granjero conocido de Estraven. Los recibe con hospitalidad, pero está nervioso. A pesar de ello, le ofrece una casa a Estraven hasta que eliminen la orden de exilio. Estraven no está dispuesto a poner a su amigo en peligro.
Genly manda el mensaje a la nave, pero, como no lo hace a través del ansible, no sabe si el mensaje llegó o no. De todas maneras, “había aprendido a aceptar estas incertidumbres con serenidad” (p.306).
En el camino de regreso a la granja de Dessicher, el amigo de Estraven, ve una figura que se acerca esquiando. Se trata de Estraven, que le informa que Dessicher lo ha traicionado y el gobierno sabe dónde se encuentra. Genly está furioso, pero Estraven entiende al granjero.
Genly y Estraven siguen camino hacia la frontera, donde hay unos guardias patrullando. La situación de Estraven es muy delicada: de ningún lado de la frontera las probabilidades son muy buenas. En Orgoreyn terminará en una granja de detención; en Karhide lo van a matar. Estraven está dispuesto a morir por la causa de su amigo. Se adelanta en sus esquís y los guardias disparan contra él. Genly se apresura para ayudar a su amigo, que le dice “Arek” con el lenguaje de la mente y muere allí, en brazos de Genly.
Capitulo 20 - Un viaje insensato
Los guardias llevan a Genly a Sassinod. Allí permanece detenido por colaborar con un traidor. Un médico le recomienda descansar, pero a Genly se le hace imposible, porque sueña constantemente con su tiempo como prisionero en la granja de Pulefen. Se pregunta si Estraven quiso morir al precipitarse a ir en dirección de los guardias. Eso sería escandaloso, porque el suicidio es el peor crimen en Karhide.
Las noticias de la radio anuncian la llegada de Genly luego de escapar de una prisión orgota; nada se dice de Estraven. En ambos países, la situación de Genly ha desencadenado una crisis política. Todos los comensales de Orgoreyn han sido reemplazados y Tibe se ha visto obligado a renunciar.
Argaven recibe a Genly en Erhenrang. Este está decidido a cumplir su misión en honor a su amigo, que murió por la causa. En Erhenrang se entera de que Faxe es ahora uno de los asesores del rey. Genly cree que lo hizo para contrarrestar el mal que Tibe podía llegar a hacer. El tejedor quiere saber cuándo va a llegar la nave que convocó Genly.
Genly se reúne con el rey, a quien ve decaído, pero no da muestras de sentir miedo. Argaven le agradece por sus servicios, a lo que Genly responde de inmediato: “no soy su sirviente” (p.318). Genly se apura en explicarle cómo seguirá la misión una vez que haya contacto entre Karhide y la tripulación de la nave. El rey parece distraído y se pregunta por qué Estraven lo traicionó al intentar que Orgoreyn se ponga en contacto con Ecumen antes que Karhide. Genly defiende a su amigo así: “Estraven amaba mucho su país, pero no era sirviente de usted o del país. Servía al amo que yo sirvo… la humanidad” (p.320). Para adentro, Genly cuestiona qué tan cierto es que Estraven servía a la humanidad, porque es igual de cierto que servía a su amigo Genly.
Mientras Genly piensa en esto, Argaven está satisfecho porque Karhide fue el primero en contactarse con Ecumen, y porque los comensales de Orgoreyn han quedado en ridículo. Sin embargo, Genly relativiza aquello que Argaven interpreta como una victoria al aclararle que todos los países de Gueden serán parte de la alianza en poco tiempo.
Para finalizar la reunión, Genly le pide a Argaven que elimine la orden de exilio de Estraven, pero el rey se niega. Al final, Genly no cumplió con su promesa de hacer que revoquen su exilio como condición antes de establecer contacto entre Ecumen y Karhide. De todas maneras, lo que más quería Estraven era que ese contacto se diera, y eso le sirve a Genly de consuelo.
Al día siguiente, la nave aterriza y Genly se da cuenta de cuánto se ha desacostumbrado a las personas como él. Los compañeros de Genly no pierden tiempo y empiezan a trabajar con todas las naciones del planeta Gueden. El capitán de la nave es Heo Hew, la primera mujer que Genly ha visto en más de tres años.
Por su parte, Genly se va a Estre y se encuentra con el padre y el hijo de Estraven. Sorve, el hijo, quiere saber sobre el viaje por el Hielo, la muerte de su padre y todo lo que Genly sabe sobre los mundos que existen en otros planetas.
Análisis
Para este punto de la trama, Estraven y Genly han superado sus diferencias. La supervivencia de ambos depende de la cooperación. Genly finalmente comprende el valor de Estraven. Incluso se siente más cerca de él que de una mujer de su propia raza, porque con Estraven por lo menos comparte los aspectos masculinos de su personalidad. Genly también comprende ahora que Estraven no es un hombre pretendiendo ser una mujer o viceversa, sino que es verdaderamente las dos cosas a la vez. Esta sensación de que había un engaño en la ambisexualidad es lo que lo llevó a desconfiar de Estraven en un principio. Ahora, por ejemplo, ve cómo Estraven raciona la comida y aprecia que es un estadista en sus cálculos (característica que Genly asocia con los hombres) y un ama de casa en su deseo de cuidar de otro (característica que Genly asocia con las mujeres). Esa complementariedad les salva la vida.
Así como en el tema de la sexualidad, en cuanto a sus lealtades Genly también experimenta un cambio importante. Su lealtad pasa de ser únicamente a su misión a ser más bien personal. Cuando Genly le enseña el lenguaje de la mente a Estraven, lo hace como una especie de ofrenda. Genly aclara que no es una forma de agradecimiento, porque le es imposible agradecer todo lo que ha hecho por él, pero sí es lo más valioso que tiene para darle. Los Ecumen no permiten que se enseñe este tipo de cosas mientras no haya una alianza que permita levantar el embargo sobre el conocimiento. Al romper esa ley, Genly demuestra que valora más la relación individual y personal con Estraven que su deber con su comunidad.
Si bien en un principio Genly piensa que está rompiendo una regla, cuando reflexiona sobre la naturaleza de su misión y el hecho de que los Ecumen lo envíen solo a realizar algo tan delicado, sospecha que la intensión de los ecúmenos es que forme relaciones personales. De alguna manera, era la intención de Ecumen que Genly y Estraven trabaran esa amistad. Esto es así porque Ecumen no es una institución política sino mística. Si algo quieren evitar los ecúmenos es interferir o irrumpir en el balance de otro mundo. No hay deseo de una revolución, sino de una evolución lenta y progresiva que inicia con un individuo.
El grado de intimidad que hay entre los dos amigos es tal que pasan a usar sus nombres propios, algo que solo sucedía entre hermanos y amigos. Asimismo, su comunicación por medio del lenguaje de la mente también indica un grado de intimidad muy grande, porque no permite que alguien mienta intencionalmente.
La complementariedad de los dos, y de todos los aparentes opuestos, se manifiesta de manera explícita en su viaje sobre el glaciar. Cuando experimentan una tormenta que produce un “tiempo blanco”, los viajeros no pueden seguir su viaje por la ausencia de sombras. La total luminosidad, en lugar de ayudar, elimina todo contraste y se vuelve engañosa. La ausencia de sombras esconde las grietas y los pozos y pone en peligro la vida de Estraven y Genly. En un nivel más simbólico, pero que corre paralelo a lo que sucede en el glaciar, el miedo se convierte en algo esencial en los momentos en los que el coraje es necesario, porque indica prudencia y ayuda a que Estraven y Genly tomen decisiones sabias y, así, sobrevivan. Ese es el fundamento de la religión handdara que Genly asocia con el símbolo de ying y yang.
En definitiva, el viaje por el territorio de Gueden refleja el viaje espiritual que realiza Genly. Convencido de que su misión era ir a proponer algo que transformaría la vida de los guedenianos, Genly es quien termina siendo transformado por ese mundo. Solo al final puede Genly apreciar genuinamente a Karhide, la generosidad de su gente, la integridad que su ambisexualidad les otorga, la sabiduría de su religión. Esa transformación, y la mirada renovada con la que termina su misión, no podía darse mediante informes y una observación casi científica de Karhide; solo podía darse a través del amor y la amistad entre dos seres completamente distintos.