Los Cuentos de Terramar, de la autora estadounidense Ursula K. Le Guin, forman parte de una exitosa saga de libros que comienza con la publicación, en 1968, de Un mago de Terramar. Tras el éxito casi inmediato de la publicación de esta novela, que le vale a la autora varios premios y catapulta su carrera como escritora, continúa la saga con cuatro libros más: Las tumbas de Atuan (1971), La costa más lejana (1972), Tehanu (1990), los Cuentos de Terramar (2001) y En la costa más lejana (2001). Además, otros dos cuentos completan la colección: “La palabra que desliga” y “El poder de los nombres”.
La mayoría de los libros de la saga de Terramar reciben distintas menciones y premios, entre los que se incluyen el Boston Globe-Horn Book Award, el National Book Award y varios Hugos y Nebulas. Además, tiene una amplia aceptación y reconocimiento por parte de su público y de la crítica en general. En el caso de los Cuentos, de hecho, Le Guin se decide a escribirlo tres décadas después de la publicación de su primera novela, y a pedido explícito de sus editores. En 2006, distintas historias de la saga son llevadas a la pantalla grande con la película Cuentos de Terramar, bajo la dirección de Gorō Miyazaki, por la prestigiosa productora de animación Studio Ghibli.
Los Cuentos, como el resto de la saga de Terramar, giran en torno a las mismas preocupaciones temáticas que Le Guin explora en toda su literatura juvenil y fantástica: los grandes viajes que transforman moral y psicológicamente a los personajes; el delicado equilibrio de la naturaleza, que el ser humano tiene el deber moral de proteger; las dificultades familiares y los procesos madurativos. Con esta saga, además, se evidencia el gran talento de la autora a la hora de crear mundos maravillosos consistentes y cautivantes. En palabras de la especialista en su obra, Elizabeth Cummins, "Tanto lectores casuales como demandantes críticos han elogiado a Le Guin por su habilidad para convertir mundos en palabras. Su estilo, a menudo descrito como lírico, es el resultado de su sensibilidad hacia el sonido y la sintaxis, de su ingenio e intelecto en tanto que juega con e inventa lenguaje" (2022).
