Ética para amador

Ética para amador 'Ética para Amador' y 'Ética Nicomaquea'

Ética para Amador toma como base filosófica, en primera instancia, la ética aristotélica. Alude a ella desde el título, ya que uno de las principales obras de Aristóteles, filósofo griego del siglo V a.C, se llamó Ética Nicomaquea o Ética para Nicómaco, justamente en referencia al hijo del filósofo, Nicómaco. Es útil para comprender y profundizar en la filosofía de Savater, entonces, conocer esa fuente precedente.

La Ética Nicomaquea, escrita en el siglo IV a. C., es uno de los primeros tratados conservados sobre ética y moral de la filosofía occidental. Aristóteles utilizó por primera vez el término ética para nombrar un campo de estudio desarrollado por sus predecesores Sócrates y Platón. En filosofía, la ética es el intento de ofrecer una respuesta racional a la pregunta de cuál es la mejor forma de vivir de los seres humanos. Aristóteles consideraba la ética y la política como dos campos de estudio relacionados pero separados, ya que la ética examina el bien del individuo, mientras que la política examina el bien de la ciudad-Estado, que consideraba el mejor tipo de comunidad. Esta distinción entre ambas áreas, como puede verse, también es tomada por Savater en su ensayo.

Aristóteles sostuvo lo que hoy se llama una ética de las virtudes. El filósofo griego enfatizó en la importancia práctica de desarrollar la excelencia (virtud) del carácter, como la forma de lograr lo que finalmente es más importante: una conducta excelente (praxis). Según Aristóteles, las virtudes más importantes son las virtudes del alma, principalmente las que se refieren a la parte racional del hombre.

En el Libro II de la Ética Nicomaquea, Aristóteles señala que el hombre que posee la excelencia del carácter tenderá a hacer lo correcto, en el momento adecuado y de la manera correcta. La valentía y la correcta regulación de los apetitos corporales son ejemplos de excelencia o virtud de carácter. Así, actuar con valentía y actuar con moderación son ejemplos de actividades excelentes. Uno de los objetivos principales es vivir bien, y, como muchos especialistas en ética, Aristóteles considera que la actividad excelente es placentera para el hombre virtuoso. Por ejemplo, piensa que el hombre cuyos apetitos están en el orden correcto se complace en actuar con moderación. Esta idea, como vemos, también es tomada por Savater casi en su totalidad (en su ensayo, alude a ella como ‘templanza’).

Y así como se retoma en Ética para Amador, Aristóteles afirmaba que el curso de acción correcto depende de los detalles de una situación particular, en lugar de generarse simplemente mediante la aplicación de una ley. Las virtudes, desde una óptica aristotélica, se encuentran alejadas de los extremos, como la deficiencia o el exceso. Alguien que huye se convierte en un cobarde, mientras que alguien que no teme nada es temerario. De esta manera, la virtud "valentía" se puede ver como un "término medio" entre dos extremos. Las personas se habitúan bien realizando acciones virtuosas, posiblemente por la guía de los maestros o la experiencia, y, a su vez, estos hábitos se convierten en verdaderas virtudes cuando elegimos las buenas acciones deliberadamente. Esa deliberación sería lo que Savater, en su ensayo, llama “decisión”, concepto inseparable de la libertad, atributo humano en el que hará énfasis durante todo el ensayo.

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