El bastón (Símbolo)
El bastón, derivado del latín baculus, simboliza en el texto la necesidad de apoyarse en ideas preconcebidas o en normas externas. Savater utiliza este símbolo para representar la debilidad espiritual, la falta de autonomía y el peligro de no pensar por uno mismo.
El torbellino (Símbolo)
El hecho de contar con un interlocutor interno le permite al autor recurrir a referencias concretas, a experiencias cotidianas de su propio hijo y de su propia situación de padre. En el prólogo, el narrador recuerda un sueño que le contó su hijo cuando era chico: "Estabas en un campo muy oscuro, como de noche, y soplaba un viento terrible. Te agarrabas a los árboles, a las piedras, pero el huracán te arrastraba sin remedio (...). [C]uando ibas zarandeado por el aire, hacia lo desconocido, oíste mi voz (...) diciendo: '¡Ten confianza! ¡Ten confianza!'" (15). Ese sueño es tomado como punto de partida para el texto. Lo relevante que allí encuentra es una sensación de miedo del hijo ante un fuerte torbellino, un pedido de ayuda y una respuesta del padre: que tenga confianza en sí mismo.
El torbellino se convierte, aquí, en un símbolo de las adversidades de la vida. Savater volverá a aludir a él con el objetivo de plantear que la confianza en uno mismo es un pilar fundamental de lo que llamará vivir una vida ética.
El trineo (Símbolo)
En el capítulo cuarto, Savater recurre a la película Ciudadano Kane. La película sigue la vida de un multimillonario que, durante toda su vida, solo aspira a conseguir más dinero y más poder para, en su lecho de muerte, acabar pronunciando como última palabra el nombre del humilde trineo que poseía en su infancia. Savater destaca que es imposible, para las personas, una felicidad individual: quien usa a los demás o procura tratarlos como objetos sufre luego las consecuencias de esa infelicidad, de la falta de amor y de relación humana. Savater recupera ese trineo como un símbolo de "dulces relaciones humanas", y de lo que "en verdad Kane quería, la buena vida que había sacrificado para conseguir millones de cosas que en realidad no le servían para nada" (80).