Amador
Planteado como destinatario desde el título, Amador es originalmente el hijo del autor y narrador del ensayo. Se trata de un chico que está ingresando a la adolescencia. Toma carácter de personaje en el Prólogo del libro, donde tiene un sueño en el que un torbellino lo amenaza y llama a su padre para pedirle ayuda. Desde ese entonces, Amador es propuesto como destinatario interno del discurso, recibiendo consejos sobre moral y ética aplicables a la vida cotidiana. Sin embargo, este destinatario representa, en realidad, a cualquier lector que esté buscando comprender la ética.
Fernando Savater
Si bien no alude a sí mismo con su propio nombre, está claro que la primera persona que lleva adelante el discurso ensayístico se identifica con la figura del autor, Fernando Savater. Las experiencias son las propias y su hijo, Amador, lo es también.
