Todo el mundo ha oído hablar de la Revolución Francesa, pero pocos están familiarizados con los levantamientos armados de principios del siglo XIX, principalmente en París. Contrariamente a la creencia popular, Los miserables no se trata en realidad de la Revolución Francesa de 1789-1794, sino de las secuelas de este evento que sacudió al mundo y de la difícil transición de la monarquía a la democracia.
La Revolución Francesa derrocó violentamente a la monarquía y la aristocracia francesas, estableciendo un gobierno democrático basado en la igualdad, la libertad y la fraternidad. También resultó en la muerte violenta de cientos de personas. La Revolución Francesa, en muchos sentidos, marcó la muerte del gobierno de los reyes y el comienzo del gobierno democrático.
Sin embargo, este evento que marcó un hito en la historia de Occidente no obtuvo los resultados previstos de inmediato. La pobreza extrema y la desigualdad persistentes empañaron la promesa de la Revolución: gran parte de la población no veía ninguna oportunidad en sus vidas, a pesar de los objetivos declarados de libertad, igualdad y fraternidad. Además, Napoleón tomó el control poco después de la Revolución y condujo a Francia a una magnífica pero costosa serie de conquistas militares.
Después de la derrota durante la invasión de Rusia en 1814, Napoleón fue destituido, y en este vacío de poder, los partidos leales a la monarquía restauraron a Luis XVIII (hermano menor de Luis XVI, quien fue guillotinado en la revolución). Sin embargo, Luis XVIII no ejercía los poderes casi ilimitados de sus predecesores: Francia estaba gobernada por una monarquía constitucional limitada. Así y todo, el sucesor de Luis XVIII, Carlos X, intenta restaurar la antigua gloria de la monarquía y hacer retroceder el número limitado de derechos y protecciones que la Revolución ganó con tanto esfuerzo. La población de Francia se levanta y expulsa a Carlos X en un evento conocido como la Revolución de Julio, que tuvo lugar en 1830. En su lugar, el gobierno provisional elige como rey al primo más liberal de Carlos, Luis Felipe.
Pero un nuevo rey no es lo que quieren los populistas, demócratas y republicanos: todos ellos quieren una verdadera democracia. La pobreza y la desigualdad acentuadas exacerban este deseo de un nuevo orden. Todos estos sentimientos llegan a un punto crítico en 1832, año en que se levanta la barricada de la Sociedad ABC en la calle de la Chanvrerie. El levantamiento de 1832 es intenso pero de corta duración y, en última instancia, no logra ninguno de sus objetivos declarados.
Sin embargo, ha preparado el escenario para la Revolución de 1848, cuando los parisinos expulsan a Luis Felipe. El sobrino de Napoleón, Luis Napoleón, toma el poder y proclama una Segunda República (siendo la primera la que estableció su tío).
