Etienne, el hijo menor de Edna, había estado dando guerra toda la noche mientras estaba al cuidado de Madame Ratignolle. Son solo las 9 en punto y Leonce ya ha ido al Klein para revisar las acciones y los bonos, mientras los niños se quedan en la cabaña. Robert comenta que los dos han pasado juntos todo el día, a salvo, durante las pocas horas que Edna ha dormido. Luego el toma su mano y caminan en dirección a la playa. Mientras él se aleja, Edna extraña su voz musical y sus risas durante todo el día. Ella se pregunta por qué se fue y se da cuenta de que está viendo la vida de una nueva manera ahora. "Que ella está viendo con otros ojos y conociendo nuevas cosas en su interior que le han dado color y han cambiado su entorno, como no había sospechado”. Capítulo 14, pág. 53.
Seguimiento del Tema: Agua/Playa 4
Edna entra en el comedor a una hora inusual, bastante tarde luego de su baño y se sienta entre Monsieur Farival y Madame Ratignolle. El tema de conversación es el viaje de Robert Lebrun a México esta misma noche. Edna se ve sorprendida y preocupada, pues se entera de estas noticias a través de otros (mientras él está en la mesa), después de haber pasado todo el día con él sin decir una palabra sobre ir a México. Todos en la mesa le preguntan persistentemente acerca de su partida. Él indica que tomó la decisión esa tarde a las cuatro. Madame Ratignolle, Víctor, y Beudelet hacen bromas acerca de México y las pocas historias mexicanas que han escuchado y esperan que Robert tenga mucha cautela mientras se encuentre allí. Edna se siente frustrada con esa charla sin sentido, pues ella no quiere oír nada de México. Edna se levanta de la mesa después de terminar su café y empieza a arreglar su cuarto, cambiarse de ropa, y ordenar su cena. Madame Ratignolle viene a ver cómo está y preguntarle porque se levantó de la mesa tan pronto. Ella le pide a Edna que retorne a la mesa. Edna se rehúsa, señalando que no quiere volver a vestirse y bajar a la mesa de nuevo. Madame Ratignolle está de acuerdo en que Robert mostró poco respeto al no decirle a nadie acerca de México anteriormente y vuelve a la mesa, por temor a que la ausencia de dos mujeres sea una muestra de poco respeto a Madame Lebrun.
Robert sube las escaleras para ver a Edna. Ella le explica su dolor y frustración por su silencio y abrupta partida. Ella ha ido acostumbrándose a verlo, pasar tiempo con él y recibir su amable atención. El afirma no haber hecho nada malo y promete escribirle mientras esté lejos. Ella confía en que no la olvide y se aleja.
Seguimiento del Tema: Feminismo, Femineidad e Independencia 7
"Por primera vez, ella reconoció los síntomas del apasionamiento que había sentido en forma incipiente cuando era niña, en sus primeros años de adolescencia, y más tarde siendo una mujer joven. El reconocimiento no alivio la realidad, el patetismo de la revelación por cualquier sugerencia o promesa de inestabilidad. El pasado no era nada para ella; no le ofrecía ninguna lección que ella estuviera dispuesta a prestar atención. El futuro era un misterio que nunca intentó penetrar. Solo el presente era importante; era suyo, para torturarla como sucedía entonces con la mordaz convicción de que había perdido lo que tenía, que se le había negado lo que la apasionaba, que exigía cosas a las que recién despertaba". Capítulo 15, pág. 59
Madame Ratignolle continuamente le pregunta a Edna como se encuentra sin Robert. Cualquier tiempo libre que tiene, ella lo pasa en el agua en la playa, pues afirma que esos son sus únicos verdaderos momentos de placer. Ella ve a Robert en todas partes, en todo y en todos. Edna pasa tiempo con Madame Lebrun mirando fotografías de Robert cuando era un bebé y un niño pequeño. Ella le revela que Robert se negó a que le tomen fotos cuando creció.
Seguimiento del Tema: Agua/Playa 5
Seguimiento del Tema: Pintura 3
Madame Lebrun recibió una carta de Robert de México que sólo incluía una breve nota respecto a Edna sobre prestarle el libro que él le estuvo leyendo antes de su partida. Todos en la ciudad saben que ellos eran muy allegados mientras estuvieron en Grand Isle - incluso el Sr. Pontellier - y no pueden entender cómo ella sigue adelante sin él. El Sr. Pontellier lo vería a menudo en la Calle Carondelet en Nueva Orleans.
Edna habla con Mademoiselle Reisz sobre su sentido de sí misma y sobre Robert. Ella le revela sus pasiones y que ella daría casi cualquier cosa por sus hijos...pero no a sí misma. "Renunciaría a las cosas no esenciales, daría mi dinero, yo daría mi vida por mis hijos, pero no renunciaría a mí misma. No puedo decirlo en forma más clara, es algo que recién estoy empezando a comprender, que se me está revelando". Capítulo 16, pág. 62. Edna piensa en Madame Lebrun y declara que ella haría cualquier cosa por él, su hijo favorito. Mademoiselle Reisz corrige su comentario apasionado indicando que Víctor es el único hijo favorito por quien ella vive y muere. Ella le cuenta a Edna acerca de un amorío escandaloso que tuvo Robert con una muchacha española. Edna se da cuenta de que se trata de Mariequita. Frustrada con las venenosas palabras de Mademoiselle Reisz, Edna se pone su traje de baño e ingresa al agua. Ellas intercambian direcciones, coinciden en que el verano ha sido emocionante (excepto por los mosquitos y los gemelos Farival) y esperan visitarse en la ciudad después del verano.
Seguimiento del Tema: Feminismo, Femineidad e Independencia 8