Hojas de hierba reúne parte de la obra poética escrita por Walt Whitman a lo largo de toda su vida, organizada en secciones. La edición final, revisada y editada por el propio autor, se publicó pocos meses antes de su muerte en 1891, y no presenta una organización cronológica, sino que se puede leer como un viaje a lo largo de diversas temáticas y preocupaciones del autor.
La sección inicial, "Dedicatorias" presenta al lector el proyecto poético que Whitman pretende abarcar en su obra. En este sentido, nombra cuál es el tema principal de su trabajo: uno mismo, entendido no como el yo individual del autor -aunque él se identifica como el héroe de sus poemas-, sino también el yo del lector y de todos los hombres. Además, "Dedicatorias" adelanta que existirán poemas de carácter político, social, personal y sexual.
"Venido de Paumanok" funciona a modo de hoja de ruta para el trabajo literario del poeta. Whitman presenta todo su libro como un viaje que inicia en Paumanok (Long Island), el lugar en el que transcurrió su infancia y se produjo su despertar a la poesía. En esta sección, Whitman nombra a quienes lo acompañarán en su viaje y realiza un amplio catálogo de personas y lugares que jugarán un papel importante en su recorrido. Sus poemas son sobre esta gente y para esta gente.
"Canto a mí mismo", la pieza más famosa del poeta, es una celebración del individuo y su poema más original, cuya primera versión data de 1855. Whitman abandona las instituciones tradicionales de Occidente y se convierte en el hombre moderno por excelencia, al margen de toda convención social y en comunión con la naturaleza y con todos los hombres, a quienes presenta como sus amantes. En este poema, mejor que en ninguno, puede observarse el desarrollo del mundo poético del autor, mundo al cual pertenece y dentro del cual se construye como un dios cuya naturaleza es compartida con todo lo que compone el universo. Así, en sus versos abarca desde los deseos más carnales hasta las visiones más elevadas del alma humana.
"Hijos de Adán" reúne una serie corta de poemas relacionados con el cuerpo, el sexo y el amor y, junto con "Cálamo", es una de las secciones más controvertidas del libro, debido a sus temas autoeróticos y homosexuales.
"Cálamo" presenta una transición desde la celebración del yo hacia lo que Whitman llama amor varonil; en estos poemas, el autor se preocupa principalmente por el amor que los hombres sienten unos por otros, ya sea fraternal, familiar o sexual. La unión entre hombres busca la mayor intimidad posible y explora todas las facetas posibles de un vínculo. El poeta considera que es solo a través del amor que una persona puede llegar a comprender en profundidad a su semejante, y postula entonces al amor como la base de la democracia moderna.
"Canto del camino abierto" es una celebración de los viajes y de la libertad humana, más allá de convenciones, límites geopolíticos e instituciones sociales.
"Cruzando en el ferry de Brooklyn" parte de una situación típica, el cruce de un río en transbordador, para extraer a partir de allí una consideración filosófica sobre la naturaleza individual y colectiva de los hombres: al observar a todos los hombres realizando la misma acción, Whitman comprende que lo que siente ya ha sido sentido por las generaciones pasadas y será también sentido por las venideras. De esta forma, se siente como parte de un todo colectivo que lo engloba y lo contiene.
"Conmemoraciones" contiene dos poemas dedicados a la muerte de Abraham Lincoln: el primero de ellos, "Cuando las últimas lilas estaban en flor", se presenta como una elegía fúnebre en la que el poeta se lamenta junto a toda la nación por la muerte del presidente y lo compara con la estrella de Occidente, que desaparece del firmamento. En el último poema del libro, “¡Oh, capitán! ¡Mi capitán!", Whitman compara al presidente Lincoln con el capitán de un barco que muere sobre la borda, aunque logra que el navío llegue a buen puerto.