El héroe (Motivo)
El motivo del héroe está tratado en El viejo y el mar de un modo lateral. Es decir, por un lado encontramos cualidades arquetípicas de la figura del héroe en Santiago, como por ejemplo su particular determinación por conocer las reglas que rigen el mundo, pero, por otra parte, hay ciertos aspectos de su conformación que escapan a lo esperable. El héroe en Hemingway no es un héroe introspectivo, a pesar de su extrema soledad. Santiago no expone su conciencia a través del pensamiento mientras navega en el esquife, sino que son sus acciones, la suma de sus gestos, lo que nos da la pauta de cómo es él en el mundo.
Como héroe, Santiago tiene una empresa, una misión. Además, mide su fuerza a través de la lucha consigo mismo y, como tantos otros héroes en la literatura, Santiago es víctima de sí mismo, de su propio orgullo, al viajar más allá de la costa adentrándose en las corrientes de Golfo para poder pescar algo y vencer su mala suerte.
Los leones (Motivo)
Santiago sueña cada noche, según sus palabras, con leones en las costas africanas en las que estuvo en su juventud. En el texto tiene este sueño la noche antes de adentrarse en las corrientes del Golfo, y luego lo sueña durante algunas horas mientras sostiene el sedal en la lucha con el marlín. Por último, al final del texto vuelve a soñar con ellos, cuando, agitado, luego de comer, se entrega al sueño al cuidado de Manolín. De hecho, el tono esperanzador con el que termina El viejo y el mar se completa con el sueño de los leones. Por más que no se repone, sabemos de antemano por las descripciones anteriores que la imagen de los leones jugando en la playa es alegre y esperanzadora, a pesar de la naturaleza agresiva de los depredadores que “jugaban como gatitos al atardecer” (p.49).
Santiago asocia tanto África como los leones con su juventud. De algún modo, el sueño sugiere lo indómito de la naturaleza que muchas veces el viejo trae a colación en sus conversaciones consigo mismo en el barco. Aprecia la naturaleza por sus motivaciones incomprensibles y, a la vez, por su cálida inmensidad; el motivo de los leones jugando en la playa refuerza esta idea cada vez.
El marlín (Símbolo)
Magnífico y glorioso, el marlín simboliza al oponente ideal. Como Santiago, es tenaz, persistente y valeroso. En un mundo en el que el mar se ha convertido en una fábrica de peces, y "todo el mundo mata en cierto sentido" (p.137), Santiago se siente afortunado de encontrarse a sí mismo midiéndose frente a una criatura que está a su altura y saca lo mejor de él, es decir, su fuerza, su coraje y su persistencia.
Joe DiMaggio (Símbolo)
Joe DiMaggio simboliza, en el texto y para Santiago, la perseverancia y la firmeza ante la adversidad. Joe DiMaggio juega al béisbol a pesar de un fuerte dolor en el pie debido a un espolón de hueso en el talón. Santiago piensa en él cada vez que siente dolor físico: el dolor del cansancio, el dolor en el pecho, el dolor de las manos por los calambres y las cortaduras debido al roce de los sedales. Aparece en esos momentos de sufrimiento la figura de Joe DiMaggio y funciona como un aliento para Santiago.
El esquife (Símbolo)
El esquife a remo simboliza lo tradicional, así como la integración con la naturaleza: mientras todos los pescadores comienzan a pescar en botes a motor a su alrededor, Santiago sale siempre en su pequeño bote a remo. El bote se impulsa por la propia fuerza de quien viaja en él. Santiago es un pescador apegado a las tradiciones del oficio; pesca de forma arcaica y metódica, de forma tal que pueda medir su fuerza con la de la naturaleza.