El esclavo es la quinta novela de Isaac Bashevis Singer, publicada originalmente en yiddish, por entregas, en el periódico The Jewish Daily Forward de Nueva York, entre 1960 y 1961. La traducción al inglés se edita en 1962 y está a cargo del propio autor y de Cecil Hemley. Todas las traducciones posteriores se realizan sobre esta versión, que tiene éxito a nivel mundial. Al año siguiente de su publicación, recibe el galardón del Jewish Book Council, una organización dedicada a promover la literatura judía.
La crítica especializada de la época pone a El esclavo en pie de igualdad con El Progreso del Peregrino, una de las obras de ficción teológicas más importantes de la literatura. En cuanto a la carrera del autor, El esclavo es ampliamente considerada su mejor novela. En 1978, Singer recibe el Premio Nobel de Literatura y es reconocido como uno de los máximos autores en lengua yiddish.
El momento de publicación de la novela coincide con el período en el que la magnitud del Holocausto se hace progresivamente pública. Para los lectores judíos de la época, el hecho de que la novela transcurriera poco tiempo después de la matanza de Jmelnitski fue un factor fundamental para generar empatía con los personajes. En la realidad y en la ficción, los fieles lidian con la tragedia que sucede a un enorme exterminio.
El período posterior a la matanza de Jmelnitski, la rebelión cosaca real que tuvo lugar entre 1648 y 1657, es también el contexto de la primera novela de Singer, Satán en Goray (1933). La insurrección tiene como líder al aristócrata Bogdán Jmelnitski, que pretende liberar el territorio de la actual Ucrania y crear un único estado cosaco autónomo. Con el apoyo de los tártaros y de algunos campesinos, la rebelión causa la muerte de aproximadamente cien mil judíos.
En el caso de El esclavo, el protagonista de la historia, Jacob, se ve forzado a escapar de su pueblo natal por la llegada de los cosacos. Unos bandoleros lo venden como esclavo a Jan Bzik, un campesino de Polonia, y vive en las montañas entre sus animales. Allí se enamora de la hija de su amo, Wanda, pero su amor es prohibido, porque él es judío y ella es gentil, es decir, no judía. A lo largo de la novela abundan las reflexiones de Jacob sobre los mandatos que impone su fe y las preguntas que Wanda y él mismo se hacen sobre las escrituras religiosas. Esta actitud desafiante y conflictiva es también la del autor, quien revela en su autobiografía, Amor y Exilio (1982), que desde una edad temprana se hace preguntas sobre el sufrimiento humano y animal.
Un hecho histórico que es también parte de la trama de Satán en Goray y de El esclavo es el surgimiento y la influencia de la figura de Sabbetai Zeví, el autoproclamado mesías que acaba por convertirse al Islam. El desconsuelo provocado por la matanza de Jmelnitski deriva en la devoción de un sector del judaísmo por este visionario, aunque se impone una fuerte división entre sus seguidores y sus detractores.
En 2003, la novela es adaptada a una obra teatral por los dramaturgos Yevgeny Arye y Yelena Laskina. Se estrena al año siguiente en el Lincoln Center de Nueva York y recibe comentarios positivos, así como varias nominaciones a premios del teatro judío.