Genero
Ficción - Novela latinoamericana.
Configuración y Contexto
Segunda mitad del siglo XX, capital occidental (probablemente Nueva York), capital latinoamericana (posiblemente Caracas) y la selva venezolana (aunque en la novela tampoco se lo explicita).
Narrador y Punto de Vista
El narrador protagonista propone una mirada subjetiva sobre los hechos que vivió en su viaje a la selva venezolana. La acción está atravesada por sus reflexiones y sus recuerdos de infancia. El foco subjetivo y reflexivo propone el mismo ejercicio de reflexión sobre el lector.
Tono y Estado de Ánimo
La novela presenta una mirada crítica sobre la modernidad y un tono cargado de ironía. El personaje realiza juicios de valor constantemente y atraviesa su narración con extensos recuerdos de su pasado que, a su vez, revisan la historia del siglo XX occidental.
Protagonista y Antagonista
El protagonista es el narrador y, si bien no hay antagonistas propiamente dichos, puede considerarse que entre los capítulos 2 y 4 su amante, Mouche, cumple esa función y luego, en el capítulo 6, lo hace Ruth, su esposa.
Conflicto Principal
La novela plantea el viaje del narrador a lo más profundo de la selva latinoamericana en busca de los instrumentos musicales utilizados por los nativos. A medida que el narrador se adentra en aquella región, experimenta una regresión temporal que lo pone en conflicto abierto con toda la cultura occidental y sus modos de vida. Finalmente, el protagonista decide renunciar a su posición en la gran ciudad e instalarse en la selva para vivir en lo que considera un ámbito cargado de sentidos y libre de la degradación de la modernidad.
Climax
El climax es alcanzado en el Capítulo 4, cuando el narrador contempla el rito fúnebre oficiado por un hechicero indio y se le revela así el origen de la música. En el Capítulo 5 se refuerzan las decisiones tomadas tras el ritual y se desencadenan sus consecuencias. El Capítulo 6 presenta la resolución y la situación final al conflicto.
Presagio
Carpentier no utiliza la técnica del presagio a lo largo de su novela, y éste solo aparece en retrospectiva, a ojos del narrador. Cuando en el Capítulo 6 regresa a la casa de Mouche, su antigua amante, y contempla las constelaciones que están pintadas en la pared, recuerda las palabras de su amante en vísperas del viaje, diciendo que las constelaciones los guiarían, y comprende que así ha sido: el Argos parece representar las embarcaciones que tomaron en la selva, el cabello de Berenice presagia la aparición de Rosario y la Hidra bien puede ser su mujer, oponiéndose a su regreso a la selva y retrasando los trámites del divorcio. Leídos en retrospectiva, estos símbolos pueden comprenderse como un presagio, aunque realmente no lo fueron en el momento indicado de la novela.
Atenuación
N/A
Alusiones
N/A
Imágenes
Ver sección imágenes.
Paradoja
El narrador plantea una serie de paradojas en relación a la cultura y el valor que se le otorga en occidente a determinadas cuestiones. Así, por ejemplo, critica la decisión del gobierno de pagar un rescate a quien lo pueda encontrar en la selva y traer a la capital occidental, y lo sorprende todavía más que gran parte de la sociedad festeje aquel gesto al mismo tiempo que se muestra insensible ante el pobre espectáculo de algunos suburbios pobres, que bien podrían verse beneficiados con ese dinero.
Paralelismo
N/A
Metonimia y Sinecdoque
N/A
Personificación
La naturaleza y la selva reciben a veces algunos adjetivos que corresponden a la calificación de una persona. Por ejemplo, se la llama "fuerte" y "dura" (p. 142). A su vez, al regreso del personaje a la capital occidental, la ciudad y la arquitectura también presenta calificativos que implican una personificación. Por ejemplo, el narrador habla de "Columnas enfermas, edificios agonizantes" (p. 236).
