“La novela es la novela de los padres, pensé entonces, pienso ahora. Crecimos creyendo eso, que la novela era de los padres” (Capítulo 2, página 56) (Metáfora)
En esta cita, el narrador reflexiona sobre el pasado y el rol predominante que los adultos tuvieron en la historia chilena durante la dictadura militar. En este sentido, él construye la metáfora de la vida como una novela, donde hay personajes principales (los adultos) y personajes secundarios (los niños). Los que fueron adultos durante la dictadura habrían tenido un rol preponderante en la trama, en el avance de esa historia.
“Queremos, creemos ser de nuevo los niños bendecidos por la penumbra” (Capítulo 2, página 62) (Metáfora)
En este pasaje el narrador está reflexionando sobre la niñez y la adultez y recuerda ese momento de la infancia en que es lícito no saber y no es necesario tener respuestas. El narrador metaforiza ese estado de ignorancia válida como una penumbra, en oposición a la luz como metáfora del conocimiento. Esa penumbra, además, es una bendición para él, lo cual también da cuenta de la carga que implica el saber.
“No creo en la democracia, me dijo, Chile es y seguirá siendo un campo de batalla” (Capítulo 2, página 68) (Metáfora)
El profesor de Historia define a Chile, metafóricamente, como un campo de batalla. Así, refiere al país como un lugar donde siempre habrá injusticias, enfrentamientos y violencia; donde la democracia no es posible porque siempre habrá conflictos insalvables. La metáfora sitúa al país en un contexto permanente de guerra, de violencia. La voz del profesor parece autorizada para afirmarlo, pues ha sufrido en carne propia la tortura y la desaparición de un familiar.
“Por un rato nos quedamos ahí, como melancólicos presos acariciando los barrotes” (Capítulo 3, página 124) (Símil)
Esta cita corresponde a una apreciación que hace el narrador del momento en que él y Claudia visitan la casa en que ella vivía en Maipú, y no logran salir del edificio. El símil compara a ellos dos, encerrados en el hall, detrás de los barrotes de la reja, con dos presos. Lo melancólico alude a que están recordando el pasado y revisitando espacios que remiten a su infancia en Maipú.
“Buscaba un paisaje propio, un parque nuevo. Una vida en que ya no fuera la hija o la hermana de nadie.” (Capítulo 3, página 140) (Metáfora)
Este pasaje corresponde a una reflexión que hace el narrador sobre la partida de Claudia de regreso a EEUU. El paisaje y el parque son metáforas de la vida, de la construcción de una identidad. El narrador entiende que Claudia necesita configurar un modo de vida nuevo, individual, desligado de las formas de vida y los dramas heredados de la historia de sus padres.