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El honor

El honor es un tema recurrente y de gran importancia en las leyendas de Bécquer. El concepto del honor está estrechamente ligado a los ideales románticos presentes en su obra, y juega un papel fundamental en la trama y en la caracterización de los personajes. Estas son las diferentes maneras en las que aparece trabajado el honor:

En un principio, el honor opera como un código de conducta: en las leyendas de Bécquer, el honor se presenta como un código de conducta moral y ética que los personajes deben seguir. El honor implica mantener la integridad personal, actuar con valentía y nobleza, y cumplir con los compromisos y responsabilidades adquiridos. Aquellos personajes que actúan de manera honorable son enaltecidos, mientras que los que se desvían de estos principios suelen sufrir un castigo sobrenatural.

Por otro lado, el honor también se vincula a la noción de amor romántico en las leyendas de Bécquer, ya que muchas historias presentan conflictos amorosos en los que el honor, al fidelidad y el compromiso se pone a prueba.

En tercera instancia, las Leyendas desarrollan la relación entre el honor mancillado y la venganza: en varias historias, el honor mancillado es un tema central que desencadena tramas de venganza. Cuando un personaje es ofendido o ultrajado en su honor, se ve impulsado a buscar justicia y reparación. La venganza se convierte en una forma de restaurar el honor perdido y de recuperar la dignidad.

Por último, el honor y la muerte están estrechamente relacionados en varias tramas: algunos personajes prefieren morir antes que renunciar a su honor o vivir con la vergüenza. La muerte se presenta como una forma de preservar la integridad y mantener la honra, a menudo llevando a desenlaces trágicos.

En resumen, el honor en las leyendas de Bécquer refleja los valores y las preocupaciones del movimiento romántico, que enfatizaba la importancia de la pasión, la nobleza y la integridad personal. A través de los conflictos y las decisiones de los personajes en relación con el honor, Bécquer explora temas como la lealtad, el sacrificio y la justicia, y muestra las consecuencias emocionales y morales de las elecciones que se hacen en nombre del honor.

El amor

En las Leyendas, el amor es presentado como una emoción poderosa, irracional y fundamentalmente trágica. El amor correspondido y armónico no existe en esta obra. Los personajes de Bécquer siempre quedan atrapados en relaciones complicadas, o enfrentan barreras sociales, culturales e incluso sobrenaturales que impiden la realización plena de su amor.

Ahora bien, esas barreras no detienen a los personajes de las leyendas. Por el contrario, estos están dispuestos a enfrentar cualquier adversidad con tal de estar junto a la persona que aman. Morir y enloquecer por amor es recurrente en las Leyendas. Por ejemplo, "La cueva de la mora", "La rosa de Pasión" y "Los ojos verdes" son tres leyendas en las que los amantes mueren por intentar estar junto a la persona que aman. "El rayo de luna" y "La ajorca de oro" son, por su parte, relatos en los que los amantes enloquecen por amor.

Esta idea trágica e irracional del amor es propia del Romanticismo, movimiento en el que se inscriben las Leyendas de Bécquer y, para el cual, la pasión es una fuerza inconmovible que va más allá de la racionalidad y la autopreservación, llevando muchas veces a destinos funestos.

La fe católica

A lo largo de su historia, España se ha caracterizado por ser una nación de gran tradición católica. En el siglo XIX, cuando Bécquer escribe sus Leyendas, el catolicismo era la religión oficial del Estado y tenía un status privilegiado en la sociedad. La Iglesia Católica, además, ejercía una gran influencia en la vida cotidiana de los españoles, en la moralidad, la educación y la organización social.

Las Leyendas de Bécquer, sin dudas, se hacen eco de los postulados religiosos de su época. La fe católica aparece en la obra como un valor fundamental de los personajes. Creer o no creer en Dios no se presenta como una opción para estos, sino como un mandato. No cumplir con dicho mandato, tal como sucede en la leyenda "Creed en Dios (Cantiga provenza)", tiene como consecuencia un terrible castigo divino.

Además, en la obra hay leyendas que aluden al judaísmo ("La rosa de Pasión") y a la religión musulmana ("La cueva de la mora"). En ambos casos, estas creencias son denostadas y la conversión al catolicismo se presenta como la única opción para salvar el alma de los personajes que pertenecen a otras religiones.

La mujer

En las leyendas de Bécquer, las mujeres suelen ser presentadas como seres fascinantes y seductores, capaces de inspirar pasiones intensas y despertar emociones profundas en los protagonistas masculinos.

Esas pasiones se refuerzan por el hecho de que las mujeres se presentan como seres inalcanzables o, incluso, sobrenaturales. Ahora bien, pese al poder y la influencia sobre los hombres que suelen tener las mujeres en las leyendas de Bécquer, estas suelen ser presentadas como figuras frágiles y dependientes emocionalmente. En algunos relatos, son retratadas como víctimas indefensas de su propio destino o de circunstancias adversas.

Por último, es importante destacar que la única leyenda protagonizada por mujeres es "El gnomo". En el resto de los relatos, las mujeres no tienen una presencia independiente en la trama, sino que aparecen en función de los protagonistas masculinos.

La muerte

En gran parte de las Leyendas, la muerte es presentada como una tragedia noble. Para los personajes románticos de Bécquer, la muerte es una salvación de la indiferencia e incomprensión que sienten por parte de un mundo vil, materialista e indiferente. En la muerte, los personajes se encuentran con algo verdadero y definitivo, que se contrapone a lo efímero y banal de la existencia. Morir por amor (como lo hacen los personajes de "La cueva de la mora"), por respeto al honor (como Margarita en "La promesa") o por querer ir más allá de los límites establecidos (como Sara en "La rosa de la Pasión") es un acto heroico.

Ahora bien, cabe destacar también que en varias leyendas la muerte no aparece con ese tinte heroico, sino que se presenta como un castigo para aquellos que violaron algún límite o código moral. La muerte del capitán en "El beso" y la de Beatriz en "El monte de las ánimas" son dos ejemplos perfectos al respecto.

La codicia

En las Leyendas, la codicia es un tema recurrente. En varios de los relatos, los personajes de Bécquer, seducidos por la promesa de riquezas inmensas, traspasan los límites impuestos y terminan pagando un precio altísimo. Por ejemplo, Marta, una de las protagonistas de "El gnomo", desaparece al buscar las riquezas de los gnomos en las orillas del río, mientras que Pedro, protagonista de "La ajorca de oro", enloquece tras robar una joya de una iglesia.

Por otro lado, la codicia también se presenta en forma de ambición desmedida por el poder o el conocimiento prohibido. Los personajes desean obtener secretos ocultos, dominar fuerzas sobrenaturales o alcanzar un status superior, pero en su afán por lograrlo, desencadenan su propia perdición. Un ejemplo al respecto es el del protagonista de "El Miserere", quien en su intento de componer el miserere perfecto termina enloqueciendo.

En resumen, en las Leyendas de Bécquer, la codicia se presenta como un vicio que corrompe a los personajes, los lleva por caminos oscuros y los termina destruyendo.

El tedio

Para los personajes de Bécquer, románticos de espíritu, el mundo cotidiano, lleno de reglas y órdenes, es opresivo y asfixiante. Con tal de contrarrestar la monotonía y el tedio de la vida ordinaria, los personajes de las Leyendas se involucran en aventuras peligrosas, amores imposibles o llevan a cabo actos rebeldes insensatos. He aquí algunos ejemplos: en "El rayo de luna", Manrique se enamora de un rayo de luna; en "El monte de las ánimas", Alonso se mete en el monte encantado a buscar una prenda en medio de la noche de los difuntos; en "La creación (Poema indio)", Brahma crea a Maya solamente para salir del tedio.

Yendo más allá, hay ciertas leyendas como "La cruz del Diablo", en donde, para salir del tedio, los personajes hacen el mal. El señor feudal, protagonista de esta leyenda, mata y viola porque está aburrido. Esta es una de las leyendas más oscuras de la obra. De hecho, cierta parte de la crítica la asocia a la literatura del denominado “Romanticismo oscuro”, que tiene entre sus mayores exponentes a Edgar Allan Poe, Lord Byron y Mary Shelley. En el Romanticismo oscuro, la idea de hacer el mal es presentada como una consecuencia lógica de vivir en un mundo tedioso, carente de emociones.

La ética y la moral

En las Leyendas, la ética y la moral son muy importantes. Los personajes de Bécquer suelen enfrentarse a situaciones ambiguas, que desafían las nociones tradicionales de lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo. Al confrontar con estos dilemas, los personajes definen su naturaleza virtuosa (como Sara en "La rosa de pasión") o pecaminosa (como Teobaldo en "Creed en Dios").

Las acciones morales o inmorales de los personajes siempre tienen importantes consecuencias tanto en sus vidas como la de los demás. Los personajes que actúan de manera inmoral (como Inés en "La calavera de Cristo") nunca se salen con la suya. Por el contrario, los personajes que actúan correctamente (como la mora en "La cueva de la mora") a menudo tienen su recompensa.

Como veremos en la próxima entrada, en muchas de las leyendas, el autor incorpora elementos sobrenaturales o misteriosos que intervienen en la vida de los personajes como una especie de justicia divina.

Lo sobrenatural

El tema de lo sobrenatural es fundamental en las leyendas de Bécquer. A través de la presencia de este tópico, el autor crea atmósferas enigmáticas y evocadoras que capturan la imaginación del lector.

En las Leyendas, lo sobrenatural puede manifestarse a través de fantasmas y apariciones, como en el caso de "Los ojos verdes" y "La ajorca de oro". Otro modo en el que este tópico se presenta es mediante seres mitológicos y folclóricos, como en "La creación (Poema Indio)", u otros personajes con poderes sobrenaturales, como "El beso" y "La cruz del Diablo". Además, algunas leyendas incluyen elementos mágicos y objetos encantados, como "Maese Pérez el Organista" y "La promesa".

A través de estos elementos, Bécquer explora los límites entre lo real y lo imaginario, incitando a reflexionar sobre la presencia de lo inexplicable en la vida cotidiana y sus posibles interpretaciones. El autor logra así sumergirnos en un universo donde lo maravilloso y lo sobrenatural se entrelazan con lo humano y lo terrenal.

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