Genero
Leyendas o relatos (leyendas románticas y narraciones).
Configuración y Contexto
Las 'Leyendas' de Bécquer transcurren en distintas provincias de España como La Rioja, Navarra, Soria, Toledo y Sevilla.
Narrador y Punto de Vista
La mayor parte de las 'Leyendas' están narradas por un narrador omnisciente en tercera persona. Sin embargo, hay algunas que están en primera persona, como por ejemplo "La cruz del diablo".
Tono y Estado de Ánimo
Misterioso, dramático.
Protagonista y Antagonista
Cada leyenda tiene su propio protagonista y antagonista.
Conflicto Principal
Cada leyenda tiene su propio conflicto.
Climax
N/A
Presagio
En "Los ojos verdes", Fernando de Argensola, el protagonista, recibe la advertencia de que no debe acercarse a la fuente, ya que allí habita un ser maligno sumamente peligroso. Sin embargo, Argensola se dirige hacia allí y muere ahogado, convirtiendo aquella advertencia en un presagio.
Atenuación
N/A
Alusiones
En algunas leyendas aparecen alusiones a deidades de diferentes religiones. Por ejemplo, en "La creación: Poema indio", Bécquer hace referencia a Brahma, Maya y los gandharvas. Todas estas son entidades divinas dentro del hinduismo.
Imágenes
Ver sección "Imágenes".
Paradoja
N/A
Paralelismo
En el principio de "Maese Pérez el Organista", Bécquer afirma que, así como Maese Pérez perdió su alma y no pudo tocar más el organillo, si él perdiera la suya no podría escribir más leyendas.
Metonimia y Sinecdoque
En la leyenda "El caudillo de las manos rojas", el narrador pregunta: "¿Qué ha puesto pavor en el alma del valiente caudillo?" (p. 113). Aquí hay una sinécdoque, figura retórica que consiste en utilizar una parte de algo para referirse a su totalidad o viceversa. En este caso, la palabra "alma" se emplea para representar a la persona completa, el valiente caudillo. Así, el uso de la palabra "alma" como una parte simbólica de la persona implica que el caudillo, a pesar de su valentía y fortaleza física, está experimentando un miedo profundo y perturbador en su ser más íntimo. La sinécdoque enfatiza la importancia del estado emocional del caudillo y sugiere que su valentía exterior no lo protege de sentir temor en su interior.
Por su parte, en la leyenda "La cruz del diablo", el narrador dice: "Las campanas de la parroquia llamaban lentamente a la oración, cuando nos apeamos en el más escondido y lóbrego de los paradores de Bellver" (p. 172). En este caso, hay una metonimia, ya que las campanas no llaman a la oración, sino que simplemente suenan, y ese sonido da a entender que es hora de asistir a misa.Se trata una figura que pone a la consecuencia, el momento de la oración, en el lugar de la causa, el sonar de las campanas. La metonimia crea una imagen sensorial y evocadora al asociar ambos elementos, transmitiendo así el ambiente y el contexto religioso del espacio donde ocurre la escena.
Personificación
En "El gnomo", el viento y el agua mantienen un largo diálogo entre sí. Esta es una típica personificación de Bécquer, quien suele darle vida a elementos naturales para crear atmósferas misteriosas y poéticas, dotándolos así de emociones y acciones propias de los seres humanos.