Leyendas

Leyendas Símbolos, Alegoría y Motivos

La rosa de pasión (Símbolo)

En "La rosa de pasión", Sara es crucificada por su padre al enterarse de que se ha convertido al catolicismo. Años después, en el lugar de su muerte, un pastor encuentra una rosa "en la cual se veían figurados todos los atributos del martirio del Salvador" (p. 261). Esta rosa funciona como un símbolo de los sufrimientos que padeció Sara al ser crucificada por su padre. Aquí, Bécquer realiza un paralelismo entre la crucifixión de Sara a manos de su padre, Daniel, y la crucifixión de Jesucristo.

El fuego (Símbolo)

El fuego es un símbolo importante en el Romanticismo debido a su carácter ambivalente. Por un lado, el fuego simboliza la pasión ardiente, el amor apasionado y la intensidad emocional que los románticos buscaban expresar en sus obras. Por otro lado, el fuego también evoca un sentido de destrucción y violencia.

En las Leyendas, Bécquer utiliza este símbolo para reflejar la pasión irracional y destructiva de sus personajes. Por ejemplo, en “El beso”, el capitán afirma los besos de las mujeres le hacen sentir un fuego en las venas. Ese fuego conducirá al capitán cometer el error de intentar besar la estatua de Elvira (y, como consecuencia, morir en el acto).

Además de usarlo en las Leyendas, Bécquer usa este símbolo en varias de sus rimas como, por ejemplo, la "Rima XXIV".

La luz (Símbolo)

En las Leyendas, la luz funciona como símbolo de la vida y la bondad. He aquí dos ejemplos: por un lado, en “Maese Pérez, el Organista”, la luz ilumina la iglesia en el momento en que Pérez hace sonar su órgano y el templo se llena de energía y vitalidad; por otro lado, los ojos de la bondadosa y vital Magdalena, en “El gnomo”, tienen una luz en el centro de la pupila.

La luz es un símbolo típico del Romanticismo y ha sido ampliamente utilizado en la literatura, el arte y la música de dicho movimiento. En las obras románticas, la luz, además de funcionar como símbolo de la vida y la bondad, suele asociarse a la creatividad, la sabiduría, lo divino, la esperanza y la redención.

El poema "Cuando en la noche te envuelven" de Bécquer, el cuadro Los fusilamientos del 3 de mayo de Francisco Goya, y la novela Fausto de Goethe son algunas obras icónicas del Romanticismo en las que la luz es un símbolo fundamental.

La noche (Motivo)

La noche es un motivo recurrente en las leyendas de Bécquer. Aparece de manera recurrente y se presenta en varias formas y con diversos fines. Por un lado, es un escenario ideal para la construcción de atmósferas misteriosas y sobrenaturales; pero también es el ambiente adecuado para la introspección y la melancolía de los personajes; y se presenta, además, como el espacio idóneo para el encuentro entre los amantes. En resumen, la noche es un motivo distintivo de las Leyendas que aporta cohesión estilística a los diferentes relatos de la obra y ayuda al lector a sumergirse en su universo literario.

El paisaje y la naturaleza (Motivo)

Bécquer le da una gran importancia a la descripción del entorno natural en sus Leyendas. Los paisajes desolados, oscuros o melancólicos son un motivo recurrente utilizado por Bécquer para reflejar los estados de ánimo de los personajes y crear una atmósfera poética y evocadora. Por ejemplo, en “El monte de las ánimas”, Bécquer emplea la descripción de la naturaleza para transmitir una sensación de peligro e inquietud. Los sonidos del viento, las ramas que crujen y las hojas que se agitan generan una atmósfera escalofriante que contribuye al tono de la historia. Algo similar sucede en otras leyendas del conjunto.