-
1
¿Qué relaciones pueden establecerse entre el cuerpo y la identidad travesti?
La identidad travesti se construye en el relato de Camila desde la relación que se sostiene con el cuerpo. Una frase contundente lo ilustra: "nuestro cuerpo es nuestra patria" (p.145). La identidad travesti, tal como se la construye en la novela, se manifiesta en el tratamiento del cuerpo y las metamorfosis que se operan sobre él: se le puede inyectar silicona líquida, se lo puede hormonar, se puede operar para reasignar su genitalidad, se lo maquilla, se lo esconde a la vez que se lo muestra. De esta forma, el cuerpo es el escenario de una lucha constante por reafirmar una identidad individual y particular, más allá del binomio hombre-mujer que constituye la lógica relacional de las sociedades heteronormadas.
Además, para sobrevivir en una sociedad que las expulsa y las persigue, las travestis en la mayoría de los casos deben recurrir a la prostitución, por lo que su cuerpo se transforma en la herramienta de trabajo, y esto también marca una forma particular de construir la identidad desde esa funcionalidad corporal.
Finalmente, el cuerpo travesti es el receptor de toda la violencia y el odio social, y la identidad se construye desde las marcas y las cicatrices que marcan esos cuerpos.
-
2
¿De dónde proviene la furia travesti?
La furia es un rasgo constitutivo de la identidad travesti, y se genera como resultado de toda la violencia que la sociedad inocula día a día en sus cuerpos. Las travestis viven con su enojo a cuestas, con ganas de prender fuego esa sociedad opresora que las margina y las persigue hasta matarlas. La furia y la necesidad de venganza surgen como una acumulación lenta y progresiva de cada gesto que el mundo hace para indicarles a las travestis que no pertenecen, que son una identidad de menor valor en la escala de vidas humanas. Cada vez que las insultan por la calle, que las echan de un negocio o quieren cobrarles más por el simple hecho de ser travestis, cada vez que un cliente las golpea, las roba o se niega a pagarles aduciendo haber sido engañado por ellas, cada burla que deben tolerar se acumula en su cuerpo y construye su memoria rabiosa.
Frente a tanta violencia, la furia travesti estalla de pronto y da rienda suelta a todo ese veneno inoculado y contenido en el cuerpo. Luego, la sociedad construye un discurso que patologiza a las travestis y las reconoce como sujetos violentos, conflictuados y conflictivos, sin hacerse cargo en ningún caso del origen de esa furia que censura.
-
3
¿Qué relación se establece entre la identidad travesti y la maternidad?
El hallazgo del niño abandonado y su adopción es uno de los principales argumentos de la novela, y pone de manifiesto la relación de la identidad travesti con la maternidad. El cuerpo travesti está marcado por su incapacidad de gestar vida como lo haría una mujer cis, o de amamantar a una cría, por las mismas razones. Por eso, la identidad travesti, en vez de renunciar a la maternidad, cuestiona la figura de la madre como un rol que solo puede ser cumplido por mujeres cis y explora otras formas de hacerla posible.
La maternidad entonces implica mucho más que dar a luz a una cría y amantarla: el activismo travesti piensa la maternidad asociada a la metáfora del sembrar y trascender y, en ese sentido, comprende que hacerse responsable de las personas que rodean a uno, como lo hace La Tía Encarna, es una de las formas que puede tomar. A su vez, la maternidad travesti puede ser pensada como una forma de reparar el odio social que reciben las travestis mediante la creación de un vínculo de cuidado y una red de protección. Eso se ve en la constitución de la manada y en cómo esta se articula en torno a la casa de Encarna, que es la figura que las nuclea y que genera esa red de protección y afecto.
-
4
¿Qué sentidos encuentra Camila en la animalización que opera sobre la identidad travesti?
En primer lugar, la animalización es una forma de hacer visibles los cuerpos y las relaciones que se establecen entre ellos, al mismo tiempo de que se problematiza la cuestión de la identidad y la esencia de lo humano. Las travestis destacan por su capacidad de metamorfosearse, de transformar su cuerpo para ser algo más allá de una identidad cis. Por eso, en el relato de Camila, pueden ser perras, lobas en celo, gatas, incluso pájaros, como sucede con María la Muda.
Además, la animalización de las travestis es un recurso que utiliza la narradora para marcar una zona liminar en la que existen las identidades travestis, al margen de la sociedad y de las personas cis. La animalidad, en ese sentido, establece un límite entre la cultura y la naturaleza y hace evidente la gradación en la escala de valores que se le otorga a las vidas: las travestis, asociadas a lo animal, parecen ser vidas que pueden abandonarse, que no hay que salvar, al contrario de las personas cis de clase media, cuyas vidas se colocan en un lugar muy superior en la escala de valores.
-
5
¿Cómo está estructurada la narración?
La novela está narrada en primera persona, y presenta una temporalidad desordenada: alterna episodios, tiempos y lugares en función de la memoria de su protagonista.
El relato está estructurado en dos líneas narrativas: en primer lugar, Camila cuenta su historia como prostituta travesti en la ciudad de Córdoba, junto a sus compañeras de Parque Sarmiento. El momento que elige para dar inicio a su relato es el descubrimiento del bebé abandonado que La Tía Encarna adopta. Desde ese episodio, la narradora recupera diversas anécdotas que le han sucedido junto a su manada y en torno a la casa de La Tía Encarna, sin darle demasiada importancia a la sucesión cronológica de los hechos, hasta el desenlace con la muerte de Encarna y de El Brillo de los Ojos.
La segunda línea narrativa se presenta cuando Camila comienza a recuperar los recuerdos de su infancia y a actualizarlos en función de sus reflexiones sobre la etapa de su vida como prostituta junto a sus compañeras travestis. De esta manera, la temporalidad avanza y retrocede capítulo a capítulo, articulándose en función de la memoria de la narradora y de sus experiencias de vida como prostituta travesti.
Otro elemento estilístico que sirve para estructurar la novela es la alternancia de un registro culto, abundante de recursos literarios, y otro coloquial, que recupera las formas de hablar de las calles de la ciudad de Córdoba.