El inframundo en la Eneida vs. la Odisea
Por Cindy Pang
La Eneida refleja claramente la influencia que tuvo la Odisea de Homero en la escritura de Virgilio. Entre los varios aspectos que comparten estos dos poemas épicos, la descripción de cada autor del inframundo proporciona una base interesante para la comparación. Aunque el parecido parece extraordinario al principio, se pueden descubrir varias diferencias importantes si se examina más de cerca. Estas diferencias permiten al lector de estos poemas dibujar comparaciones no solo entre los dos poetas, sino también entre sus personajes, es decir, entre Eneas y Ulises. Particularmente, pueden compararse el Libro VI de la Eneida y el Canto X de la Odisea.
Los personajes de Eneas y Ulises son revelados a través de sus respectivos viajes al inframundo. Un fuerte contraste se encuentra en los pasos que cada héroe debe tomar para llegar a su destino. El proceso que debe atravesar Eneas es mucho más complicado. El Libro VI de la Eneida describe el último paso de este proceso, cuando realizan el formidable viaje a través de la cueva de la Sibila. Llegan a esta última prueba solo después de hacer los sacrificios adecuados a los dioses y de encontrar la rama dorada que les garantiza el acceso a través del río Styx. Para Ulises, el proceso, en comparación, parece simple. Después de sacrificar animales y prometer su mejor novillo a los muertos, simplemente llama a las almas perdidas y conversa con ellas. Logra su objetivo sin atravesar un largo y arduo viaje como el que emprende Eneas. La travesía que atraviesa Eneas puede interpretarse como una prueba de su determinación. Eneas ha pasado por tanto que no hay forma de lucha o de peligro que no pueda enfrentar. Y debido a que soportó todas esas dificultades, su resolución ha sido probada, mientras que hay poca prueba de la resolución de Ulises.
Eneas, sin embargo, recibe la ayuda de un guía durante todo el arduo proceso. Sibila, profetisa de Apolo lo acompaña al inframundo, mostrándole el camino y ayudándole a comprender lo que ve. Por ejemplo, cuando están en la cueva de la Sibila, ella le indica que pase por tal lugar y desenvaine su espada. Y sigue dándole órdenes similares a lo largo del viaje. Su dependencia de la Sibila hace que el lector se pregunte si habría tenido éxito sin su ayuda. Ulises, por otro lado, se embarca en su viaje completamente solo. No tiene guía y esta diferencia refleja la diferencia del carácter de los héroes. La naturaleza pasiva de Eneas hace que siempre esté hacia el cumplimiento de su destino, y es ayudado por los dioses. Ulises, por su parte, se abre camino a través de las pruebas que el destino le ha dado.
La pasividad de Eneas también puede verse en el hecho de que recibe ayuda incluso antes de viajar al inframundo. La Sibila le informa que el cadáver de Miseno yace aún sin enterrar, y le ordena que primero lo entierre, lo que él hace. Ulises no tiene un consejero así: él también perdió a un amigo, Elpénor, pero este permaneció sin enterrar, hecho del que Ulises se lamentaba cuando se encuentran en el inframundo. Elpénor le pide a Ulises: "no me dejes allí en soledad, sin sepulcro y sin llanto" (Odisea, Canto XI, 72). La pasividad de Eneas está sutilmente presente incluso en algo tan pequeño como la persona en la que se cuenta la historia. El viaje de Eneas se relaciona con el lector a través de un narrador en tercera persona, mientras que es el propio Ulises quien habla de sus dificultades mientras se sienta con Alcínoo y Arete.
La sorprendente diferencia en el carácter de estos dos héroes también se puede ver en sus objetivos al ir al inframundo. Ulises está allí solo porque Circe le ordenó que lo hiciera, diciéndole: "fuerza / es primero que hagáis nueva ruta al palacio de Hades / y la horrenda Perséfona a fin de pedir sus augurios / y consejos al alma del ciego adivino Tiresias" (Odisea, Canto X, 489-492) . Debe ir al inframundo antes de poder irse a su casa. En consecuencia, está determinado por el destino que complete esta tarea antes de llegar a su destino final. Para Eneas, en cambio, el asunto es bastante diferente: está cumpliendo los últimos deseos de su padre, que le había suplicado que fuera a conocerlo: Quiere que Eneas viaje al Hades después de su muerte para tener un último momento para hablar con él. Siendo el héroe "obligado" que es, Eneas obedece los deseos de su padre incluso cuando este ya ha muerto.
Otro aspecto del carácter de los dos héroes se revela en las palabras que dicen a aquellos que se encuentran en el inframundo. Cuando Ulises se encuentra con Elpénor, lo primero que le pregunta es: “¿Cómo fue tu venida, oh Elpénor, al lóbrego ocaso? / ¿Has corrido tú a pie más que yo con mi negro navío?” (Odisea, Canto XI, 57-58). Elpénor lo derrotó en el inframundo como si se tratara de una carrera. Aquí Ulises se muestra más preocupado por su propio orgullo que por el bienestar de su amigo, que ha quedado sin enterrar. Convierte el evento en una competencia, deseando ganarla. Eneas, por otro lado, expresa su preocupación por cumplir su destino al encontrarse con su amigo, Palinarus, quien se ha ahogado recientemente. Rápidamente le pregunta a Palinarus si no se cumplió la promesa de Apolo, de que llegaría a salvo a la costa de Ausonia. Preocupado porque el destino de Palinarus no se cumplió, Eneas teme que su propio destino no se haga realidad. Al experimentar esta preocupación revela su sentido de la responsabilidad y la conciencia del destino. Siempre está ansioso por lograr su objetivo. Ulises, por otro lado, revela su orgullo y su egocentrismo cuando le pregunta a Elpénor cómo logró llegar al inframundo antes que él.
La comparación entre estos pasajes da una idea de los dos héroes. A través de las acciones, las palabras y los pensamientos de Eneas y Ulises, se revelan sus respectivos carácteres, en agudo contraste uno del otro. La comparación también arroja luz sobre las opiniones de los autores sobre la vida después de la muerte. Virgilio concibe el inframundo como un lugar al que no se puede llegar fácilmente. Incluso el héroe, Eneas, necesita una guía para asegurar su éxito en el viaje. E incluso entonces, hay un largo proceso por el que debe pasar antes de llegar. Para Homero, es mucho más simple. El inframundo que él visualiza no está demasiado lejos de su alcance. A Ulises le resulta relativamente fácil alcanzarlo. Homero considera el inframundo un lugar al que casi cualquiera puede llegar, mientras que Virgilio cree que la determinación del individuo es puesta a prueba antes de que pueda considerarse la posibilidad de alcanzarlo.