Probablemente escrito entre 750 y 650 a.C., la Odisea es un poema épico sobre las andanzas del héroe griego Ulises después de su victoria en la Guerra de Troya (que, de hecho, tuvo lugar en la Grecia micénica en el siglo XII a.C.). Compuesta originalmente en el dialecto jónico griego en hexámetros dactílicos, la Odisea, junto a la Ilíada (un violento relato sobre la Guerra de Troya), marcó el comienzo de una nueva era de la literatura occidental. La Odisea ha sido tan influyente que su tema principal, la añoranza del hogar, es posiblemente el más importante de la narrativa moderna, utilizado para historias tan diversas como El mago de Oz y el directamente alusivo Ulises de James Joyce. La Odisea es también notable por su exploración de la vida interior de su héroe, lo que constituye un marcado contraste con la acción pura de la Ilíada. Ha habido un debate apasionado, especialmente desde el siglo XIX, sobre la autoría de estos dos poemas. Algunos estudiosos sostienen que son el trabajo de diferentes poetas, mientras que otros creen que ambos son producto de un vate ciego llamado Homero. En la actualidad, generalmente se acepta que un intérprete y poeta llamado Homero, de la ciudad de Esmirna, en la costa occidental de Asia Menor, existió en la época de la composición de ambos poemas, aunque el resto aún sigue siendo discutible. Una teoría probable es que el analfabeto Homero había memorizado historias heroicas que se habían transmitido a lo largo de siglos y las modificaba ligeramente cuando las cantaba al público mientras tocaba un simple instrumento de cuerda como acompañamiento musical. Un tercero habría luego improvisado los diversos relatos de Homero y habría escrito primero la Ilíada y luego la Odisea, muy probablemente en un rollo de papiro. En todo caso, las historias fueron luego copiadas y sin duda evolucionaron con el tiempo, lo que ayuda a explicar el último tercio de la obra, de calidad muy diferente al resto del poema. Para ganar tiempo entre las improvisaciones, los cantantes y poetas repetían historias (como la del asesinato de Agamenón en la Odisea) y utilizaban epítetos recurrentes (etiquetas unidas a personajes, como en "la divina ojizarca Atenea", o "Aquiles el de los pies ligeros"), símiles épicos (u "homéricos"), o repetitivas comparaciones poéticas. Es importante recordar que la Ilíada y la Odisea fueron originalmente entretenimiento oral. La fuente de placer, para los antiguos griegos, no eran tanto las historias, con las cuales ya estaban familiarizados, sino el sonido de la poesía, que todavía se considera excepcional, en la tradición poética de la epopeya, por su belleza y grandeza.