La gran atracción que ejercen sobre Silvio Astier la mecánica y la química refleja un rasgo de la personalidad de Arlt, quien a lo largo de su vida trata de inventar algo que lo vuelva rico. En 1934 patenta su primera versión de una media de mujer irrompible. Más tarde, en 1941, gracias al dinero aportado por el actor Pascual Naccarati, instala un taller para realizar nuevos experimentos y, al año siguiente, poco antes de morir, registra su proceso de "gomificación" de medias de mujer.
En una entrevista para la biografía Roberto Arlt, vida y obra, de Omar Borré, Naccarati cuenta:
"[Arlt] trazaba sobre un papel montones de fórmulas, a veces incomprensibles para mí, y diseñaba diversas tramas de tejido sobre una pierna de mujer. Hablaba de lo revolucionario del descubrimiento y de la plata que iban a ganar apenas encontrara a alguien que creyera en él y pusiera unos pesos (...). Chocamos las manos y le dije que tenía algún dinero para alquilar un lugar y empezar nuestra sociedad. Arlt quedó estupefacto ante esta reacción positiva y dijo: 'Pará viejo, pará, a ver si te creés que esto es una fantasía. Quiero que hagamos una sociedad con personería jurídica y que patentemos este invento antes que algún papanatas me lo birle'" (citado en Guerriero, Leila. Plano americano. Barcelona. Anagrama. 2018, pág. 514).