En Herot, los daneses y los gautas duermen juntos, un símbolo de su renovado acercamiento. Mientras ellos duermen, la madre de Grendel espera en su tenebrosa guarida, en busca de venganza por la muerte de su hijo.
Seguimiento del Tema: Los Hombres y los Monstruos 7
El poeta cuenta la historia de Caín, quien se exilió en el desierto, junto con la 'raza de demonios' que él engendró, y su descendiente Grendel, quien había atacado Herot, a la espera de su combate con Beowulf. Beowulf había sido un buen contrincante para Grendel, ordenado por Dios para vengar la codicia y los ataques sangrientos de Grendel sobre Herot.
Mientras los daneses duermen aquella noche, después de mucho regocijo, la madre de Grendel llega a Herot, y secuestra solo un guerrero, Esher, el hombre de confianza de Hrothgar; sus sangrientas garras sujetan su almuerzo. Mientras sale de Herot, ella se roba la garra de Grendel, el premio más preciado de Beowulf. Hrothgar manda llamar al valiente Beowulf, quien llega para escuchar al rey contar la historia de la madre de Grendel:
"Ella se ha vengado por tu victoria sobre Grendel. / Por tu fuerza, tu poderoso puño, y la muerte /Del monstruo". pág. 65, líneas 1334-1336
Hrothgar describe los dos demonios, Grendel (el hijo bastardo) y su madre. Él describe su hogar infernal del mal oculto en el mal, guaridas de lobo expuestas al viento, acantilados, y cielos de aire oscuro y lluvia negra. Le ruega a Beowulf que asuma nuevamente el desafío de matar a la madre de Grendel, buscar y destruir el mal que ella representa. Con la victoria, Beowulf será recompensado con oro bajo trenzado y ¡pilas del antiguo tesoro!
Seguimiento del Tema: El Bien y el Mal 8
Beowulf jura buscar a la madre de Grendel, sin importar donde se esconda, proclamando a los daneses:
"¡Que tu pesar termine! Es mejor para todos nosotros / Vengar a nuestros amigos, no llorarlos por siempre. / Cada uno de nosotros llegará al fin de esta vida /En la tierra; aquel que pueda ganarlo deberá pelear / Por la gloria de su nombre; fama después de la muerte / Es la más noble de las metas. Levántate, guardián / De este reino, vamos, tan pronto como podamos, / Y demos un vistazo a este monstruo". pág. 67, líneas 1384-1391
Seguimiento del Tema: Cristiano/Pagano 5
Beowulf, sus hombres, y los daneses, incluyendo Hrothgar a caballo del lado de Beo, siguen los rastros de la madre de Grendel en el bosque. El séquito encuentra su guarida, rodeado de grises piedras frías, árboles retorcidos, y un borboteante lago con sangre donde flota la cabeza de Esher. El lago está infestado de serpientes y criaturas marinas; Beowulf mata una, pegándole en el corazón. Beowulf se prepara para entrar al húmedo lago; se pone su armadura y malla, se pone el famoso casco de Hrothgar, coge la espada de Unferth, Hrunting, la que no le ha fallado a ningún hombre en batalla.
Seguimiento del Tema: Tesoro 7
Beowulf le habla a Hrothgar junto al lago, recordándole su parentesco, y su gratitud por la generosidad del rey como un dador de anillos, le pide que proteja a sus amados hombres en caso que él muera. En un santiamén, Beowulf salta dentro del lago, sumergiéndose en las olas por horas. Él alcanza a la horrorosa madre de Grendel en el fondo. Cuando la batalla comienza, la madre de Grendel araña la gruesa malla tejida de anillos, pero sin éxito.
Seguimiento del Tema: Los Hombres y los Monstruos 8
La madre de Grendel lleva a Beowulf a su hogar, presionándolo tan fuerte que no puede mover su espada. Monstruos marinos glotones pelean y lo atacan en el camino, apuñalando su armadura. Ellos llegan a un salón de batalla submarino brillante, donde Beowulf se da cuenta que es inmune a sus ataques:
"Ella lo había llevado hacia un salón de batalla de alguien,/ Y allí...nada en el lago podía atacarlo en / El alto techo arqueado del edificio. Una brillante / Luz encendía todo alrededor de él, el lago / Mismo como una llama encendida...él sacó su espada /...directo a su cabeza; el hierro cantó su fiera canción". pág. 71, líneas 1512-1521
Seguimiento del Tema: El Bien y el Mal 9
Beowulf la apuñala en la cabeza, pero descubre que ninguna espada o pieza de armadura puede dañar su piel diabólica. La madre de Grendel muerde en el casco, y araña su malla y espada hasta que Beowulf arroja sus armas en un momento de rabia, al ver que no son útiles. Deseando solo fama personal, usa sus manos para desgarrar su hombro, y la tira al piso. La madre de Grendel salta encima de él, lo coge y se sienta encima de él, apuñalándolo con un cuchillo bañado en sangre. Sus ataques fallan, la malla tejida de anillos soportan su rabia; la gloria de Dios, la victoria, y la verdad están del lado de Beowulf; ¡él salta de nuevo, y continúa la pelea!
Beowulf ve una espada gigante que cuelga de la pared; es una espada mágica creada por los monstruos, que es demasiado pesada para que los humanos la levanten. En una salvaje, airada y alocada ira, Beowulf saca el arma de su lugar, la alza en el aire y la dirige al cuello de la madre de Grendel, cortando directamente a la carne y los huesos. La madre de Grendel muere instantáneamente, formándose un charco de sangre en el piso. La brillante luz de la "Candela celestial" ilumina el firmamento; han sido vengadas las sangrientas incursiones de madre e hijo. Como un gesto final de venganza, Beowulf encuentra el cuerpo de Grendel y lo decapita.
Por encima, cerca del lago, Hrothgar y ambas tribus ven charcos de sangre flotar en la superficie. El sol se pone rápidamente, y los daneses se van temiendo que Beowulf esté perdido, muerto a manos de la madre de Grendel. Los gautas se quedan, esperando a su Señor. Debajo de la superficie del lago, la espada del monstruo se derrite en la sangre, y se mezcla con el agua; la maldición danesa se rompe en tanto desaparece la espada. "Como el hielo cuando / El eterno Señor del mundo afloja invisibles / Grilletes y desenrolla carámbanos y escarcha / Como sólo Él puede, Él es el que gobierna / El tiempo y las estaciones, Él que es el verdadero / Dios." pág. 73, líneas 1607-1612
Beowulf toma la empuñadura de la espada y la cabeza de Grendel como premio por su victoria, y deja los ricos tesoros en la guarida del monstruo. Nada a la superficie del calmo lago, y los gautas se regocijan al ver a su señor. Ellos cabalgan a su hogar, todos los catorce gloriosos y valientes, al salón de Hrothgar, donde Beo presenta la horrible cabeza de Grendel, dando los detalles de su batalla con la madre de Grendel, y cómo la espada del monstruo lo salvó.
Beowulf le entrega a Hrothgar la antigua empuñadura de la espada, grabada con runas del principio del tiempo, de las antiguas guerras entre el bien y el mal, la división de las razas, y la tiranía. Hrothgar le habla a Beowulf, proclamándole mejor hombre que él mismo. Hrothgar se ha convertido en sabio después de toda una vida en busca de la paz y la justicia para su pueblo. Le dice a Beo que hará lo que prometió, en nombre de la amistad, y le ruega a Beowulf hacer lo mismo, evitando convertirse en Hermod, quien estuvo dominado por el odio, solo deseando la guerra, y asesinando a sus camaradas. Hrothgar dice cómo tiene que ser un rey:
"Nuestro eterno Señor / Concede a algunos hombres sabiduría, a algunos riqueza, a otros/ Grandeza. El mundo es de Dios, Él permite / Que el hombre crezca en fama, su familia sea rica,/ Le da tierra y pueblos para gobernar / Y deleitarse en ello...y ¿quién / En humana ignorancia, en el medio de tal poder,/ Recuerda que todo tiene un fin, y demasiado pronto?/ Prosperidad...nada/ Le molesta, ni la enfermedad, ni el paso del tiempo,/ Ni las penas, ni el surgimiento repentino de guerra / De la nada, pero todo el mundo da vueltas / Cuando él lo gira. ¿Cómo puede saber cuando peca? " pág. 77, líneas 1728-1739
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