El único manuscrito existente de "Beowulf" data de alrededor de 1000 años. Pero la epopeya misma, según la mayoría de los expertos, a fines del VII o del primer tercio del siglo VIII. En ese momento, los anglosajones ya estaban experimentando el proceso inicial del origen de los lazos feudales. El poema, sin embargo, es inherente a la arcaización épica. Además, dibuja la realidad desde un punto de vista específico: el mundo de Beowulf es el mundo de reyes y guerreros, el mundo de las fiestas, batallas y peleas. Se mencionan otras tribus, se nombran reyes, que una vez realmente gobernaron sobre ellos. Pero esto no se aplica al protagonista del poema: el propio Beowulf, al parecer, no tenía un prototipo histórico. Como en la existencia de gigantes y dragones todos creían incondicionalmente, entonces la combinación de tales historias con la historia de guerras entre pueblos y reyes era bastante natural.
Es curioso que la épica anglosajona ignore a Inglaterra (esto, por cierto, dio a luz a la ahora rechazada teoría de su origen escandinavo). Pero, tal vez, esta característica "Beowulf" no parece tan sorprendente, si tenemos en cuenta que en otras obras de la poesía anglosajona, nos encontramos con una variedad de los pueblos de Europa y que los mismos hechos que se enfrentarán en las canciones "Edda" y en parte en la "Canción de los Nibelungos".