Locas y bugarrones (Motivos)
La subcultura homosexual cubana, que tan minuciosamente retrata Arenas en Antes que anochezca, se encuentra poblada de ‘locas’ y ‘bugarrones’, clasificación que el propio autor da a aquellos homosexuales que ejercen, respectivamente, el rol sexual de pasivos y activos. Estos personajes, que a veces son amigos, amantes e incluso enemigos de Reinaldo, aparecen a lo largo de la mayoría de las páginas de la obra y hasta se llega a teorizar sobre ellos. A los homosexuales pasivos, ‘las locas’, los clasifica un tanto burlonamente en cuatro categorías distintas: “La loca de la argolla (...), la loca común (...), la loca tapada (...) y la loca regia” (103). Complementan a estos personajes los bugarrones u homosexuales activos, a quienes el castrismo -y, en varias oportunidades, el propio Reinaldo- no considera homosexuales.
Irónicamente, el tono paródico con el que Reinaldo clasifica a ‘las locas’ y el modo en que jerarquiza a los ‘bugarrones’ como objetos de deseo y ejemplos de hombres reproduce, en cierto punto, el carácter machista y homofóbico de la sociedad cubana que él mismo denuncia.
El espionaje y la delación (Motivos)
Las menciones al espionaje y la conversión de amigos en traidores y delatores se presentan en forma constante a partir de la adolescencia de Reinaldo, momento en que decide alzarse y sumarse a las tropas rebeldes contra la dictadura de Batista. A partir de entonces, la posibilidad de que su homosexualidad y escritura subversiva sean descubiertas termina constituyendo un verdadero leitmotiv, o motivo recurrente, que refuerza la centralidad del tema de “La persecución y la fuga”. La Seguridad del Estado aparece caracterizada como una fuerza omnipresente e inmiscuida en la intimidad de Reinaldo: intercepta sus cartas, investiga a su familia, está al tanto de cada lugar que él visita e, incluso, vuelve delatores a sus amigos más cercanos.
El agua (Símbolo)
Desde su infancia, Reinaldo siente una atracción irresistible por el agua en todas sus manifestaciones, sean las lluvias torrenciales de las que es testigo en el campo, la potencia del río que tiene cerca de su casa o el mar, con el cual consigue conectarse verdaderamente en su adolescencia. En Antes que anochezca, tanto la lluvia, como el río y, sobre todo, el mar representan simbólicamente la libertad. De niño, Reinaldo aprovecha los aguaceros del campo para salir de su casa desnudo y correr como enloquecido hacia el cauce desbordado del río, donde tiene la tentación de lanzarse para que el agua lo aleje de todo. Al crecer, el mar es el escenario donde tanto la creatividad como la sexualidad reprimida del Reinaldo se liberan. Es, también, el único medio a través del cual puede huir de la Isla y alcanzar la libertad.
La noche (Símbolo)
Arenas comienza a redactar Antes que anochezca mientras vive prófugo en los bosques de Parque Lenín, y lo titula de ese modo porque sólo podía escribir durante el día, a escondidas de los soldados que lo buscaban intensamente. Esos manuscritos los termina perdiendo al caer en prisión. Años más tarde, ya en el exilio, retoma la tarea de reescribir sus memorias, esta vez habiendo contraído sida y con la certeza de su que su muerte es inminente. La noción de la noche como el fin del día, adquiere entonces un significado simbólico que representa para Reinaldo el fin de la vida. Las dos últimas oraciones de su autobiografía refuerzan este simbolismo: “Ya estoy solo. Es de noche” (340).
La escoba (Símbolo)
En varias oportunidades, Arenas caracteriza a su madre como una mujer que siempre está barriendo. Para él, este gesto recurrente no tiene como objeto la limpieza, sino que la ve “barriendo siempre como si lo que importara fuera el valor simbólico de esa acción”. La acción de barrer, en este sentido, simboliza el intento de deshacerse de “todas sus ansias y todas sus frustraciones y deseos” (317). La asociación de su madre con la escoba lleva a Reinaldo a identificarla con las tradicionales representaciones de las brujas. Ella es “la bruja mayor, la bruja noble, la bruja sufrida, la bruja llena de nostalgia y de tristeza, la bruja más amada del mundo” (317).