Reinaldo Arenas termina Antes que anochezca poco antes de su muerte. Relata sus memorias en una grabadora que, luego, su amigo Antonio Valle mecanografía para su futura edición. Sus últimos días los pasa exiliado en Nueva York, acosado por los dolores y los síntomas del sida.
Antes que anochezca tiene una amplia difusión en el mercado editorial internacional. En parte, esto sucede debido a que se lo considera como un testimonio de las censuras y hostigamientos sufridos por los intelectuales y escritores cubanos, tenidos por subversivos por el Gobierno revolucionario de Fidel Castro. Pero, por otro lado, el incremento del consumo de literatura cubana que se produce a mediados del siglo XX, colabora con un aumento significativo en la producción de obras autobiográficas de distintos intelectuales.
Este aumento en las producciones autobiográficas se explica en la necesidad de los autores cubanos de posicionar y definir la función social de su obra dentro de los cambios producidos en el contexto político e histórico de Cuba. En este sentido, Antes que anochezca puede ponerse en vinculación con la producción de otros novelistas: obras como La carne de René, de Virgilio Piñera; Paradiso, de José Lezama Lima y La consagración de la primavera, de Alejo Carpentier, son algunos ejemplos significativos del género.
Estas y otras obras más o menos autobiográficas del periodo comparten la característica de tener como protagonista al artista -se produce una coincidencia entre autor, narrador y personaje-, presentándolo como un personaje excepcional que debe posicionarse a sí mismo en relación con las distintas instituciones, a la historia y al poder político. La situación política cubana en particular y mundial en general tiene, entonces, una importancia constitutiva en la producción de Antes que anochezca.
Debido a ello, cabe resaltar que -pese a su disconformidad- la crítica tiende a englobar a Reinaldo Arenas dentro de los autores que conforman el llamado boom latinoamericano; un fenómeno cultural y literario que surge en los años sesenta cuando el mercado editorial internacional comienza a difundir autores latinoamericanos. El boom es deudor, en parte, del triunfo de la Revolución cubana en 1959, momento en que la mirada de todo el mundo hace foco en la situación política cubana. En este marco cultural y político, estas autobiografías se orientan a inscribir y posicionar la biografía personal del autor en la historia nacional de Cuba.
Más allá de la situación concreta de Cuba, estas producciones poseen un antecedente en el género literario conocido como la “novela de artista” o el künstlerroman alemán; novelas cuyas tramas giran en torno a la figura del artista y en las que se narra su historia, destino y evolución. A su vez, el künstlerroman se considera como una subcategoría del bildungsroman, novela de aprendizaje o formación, de origen romántico y surgida durante el siglo XVIII.
Cabe destacar, por último, que pese a Antes que anochezca es la única autobiografía realizada por Reinaldo Arenas, gran parte de su obra tiene connotaciones autobiográficas. Reinaldo llega concebir, antes de morir, la serie que bautiza bajo el nombre de Pentagonía: un conjunto de cinco novelas que poseen una fuerte impronta autobiográfica y en la que el mismo personaje muere, en cada una, para reaparecer vivo en la siguiente, con otro nombre, pero con las mismas características particulares.