Poder y control
Piglia utiliza este tema para abordar cuestiones sobre el poder de la literatura y su capacidad para controlar la realidad. Aborda este tema a través de la historia de un periodista que investiga la vida de un oscuro autor y descubre que este escribió un libro que tiene el poder de controlar la realidad. Este libro tiene la capacidad de controlar los pensamientos y acciones de sus lectores, así como su noción de la realidad. A través de este libro, Renzi es capaz de manipular los pensamientos de quienes lo leen, permitiéndole controlar la forma en que perciben el mundo. Esta novela también examina cómo se utiliza el poder para controlar la vida de los individuos.
A lo largo de la novela, Piglia examina cómo Renzi utiliza su poder para manipular y controlar las vidas de quienes le rodean. Utiliza su libro para controlar los pensamientos de sus lectores, y también utiliza su poder para influir en el panorama político y social de su tiempo. Al manipular las ideas y acciones de los que le rodean, Renzi es capaz de crear un mundo en el que tiene el control. A través de la historia de Renzi y su libro, Piglia muestra cómo la literatura puede utilizarse para controlar los pensamientos y las acciones de sus lectores.
Memoria y percepción
A lo largo de la novela, los personajes tienen distintas experiencias en relación con la memoria y la percepción, mientras intentan dar sentido a sus vidas y al mundo que les rodea. El principal protagonista de la novela, Edgardo, tiene una memoria fotográfica que le permite recordar todos los detalles de su vida, pero esta misma memoria también le hace difícil distinguir entre la realidad y la ilusión. Mientras intenta dar sentido a su pasado, se da cuenta de que sus recuerdos son muy subjetivos y a menudo contradictorios. Se esfuerza por conciliar las diferentes versiones de su vida que ha almacenado en su memoria, y finalmente se da cuenta de que su percepción del mundo está moldeada por sus experiencias y prejuicios personales. Los demás personajes de la novela también se enfrentan a la memoria y la percepción. El amigo de Edgardo, Víctor, es un hombre que lucha por reconciliarse con su pasado. Le persiguen los recuerdos de la muerte de su padre, y es incapaz de conciliar las dos versiones de su padre que ha almacenado en su memoria. Del mismo modo, la esposa de Víctor, Marcela, también lucha por reconciliarse con su pasado. Es incapaz de dar sentido a los recuerdos de su infancia que ha almacenado en su memoria, y es incapaz de reconciliar sus propias experiencias con el mundo que la rodea. A través de las historias de Edgardo, Víctor y Marcela, Piglia ilustra cómo la memoria y la percepción son subjetivas y a menudo pueden llevar a la confusión y al malentendido.
Tecnología
A través de su protagonista, el narrador, Piglia explora las formas en que la tecnología ha permitido y obstaculizado el desarrollo de la sociedad. En Respiración Artificial, la tecnología es a la vez una herramienta y una fuente de ansiedad, un símbolo de progreso y un recordatorio de la fragilidad de la vida humana. El padre del narrador es un científico que ha dedicado su vida a desarrollar la inteligencia artificial. Es un símbolo del potencial de la tecnología, pero también de sus posibles peligros. Su trabajo se presenta como una metáfora de la naturaleza imprevisible de la tecnología: puede crear oportunidades, pero también puede ser destructiva y provocar consecuencias imprevistas. A lo largo de la novela, la relación del narrador con la tecnología es compleja y ambivalente. Por un lado, se siente atraído por las posibilidades que ofrece, pero, por otro lado, también teme su potencial de daño. Esta ambivalencia se expresa en sus reflexiones sobre el poder de la tecnología y sus implicaciones para el futuro de la sociedad. A través de su exploración del tema de la tecnología, Piglia ofrece una reflexión matizada y sugerente sobre el poder de la tecnología y su papel en la sociedad.
Lenguaje y comunicación
A lo largo de la novela, el lenguaje y la comunicación se utilizan para explorar el poder de la narración y la importancia de comprender la propia identidad. Uno de los personajes clave, Arturo, es un escritor argentino que vive exiliado en Estados Unidos. Tiene dificultades para comunicar sus pensamientos y sentimientos a su familia, amigos y colegas, ya que está luchando por encontrar su propia identidad dentro de la nueva cultura a la que ha sido empujado. Esta lucha se explora a través de las interacciones de Arturo con los otros personajes de la novela, que representan cada uno un enfoque diferente del lenguaje y la comunicación. Un ejemplo es la forma en que Arturo se dirige a su hija, Marcela. Marcela es la hija de la segunda esposa de Arturo, y a menudo se siente confundida por la forma en que él le habla. Él le habla de una manera formal y rebuscada, y a menudo utiliza palabras como "querida" o "buena" cuando se dirige a ella. Esto contrasta con la forma en que se dirige a su primera esposa, a la que a menudo le habla de forma más informal y amistosa. A través de este contraste, Piglia explora la idea de cómo el lenguaje puede utilizarse para expresar diferentes niveles de intimidad entre las personas. Otro ejemplo de lenguaje y comunicación en la novela es la forma en que Arturo se comunica con sus colegas. Arturo se siente a menudo frustrado por su incapacidad para entender sus referencias culturales, y a menudo habla de forma condescendiente cuando se dirige a ellos. Esto es el resultado de su lucha por encontrar su propia identidad y hacerse entender en su nuevo entorno cultural. Piglia utiliza este ejemplo para explorar cómo el lenguaje puede servir de puente entre diferentes culturas. En general, la novela es un poderoso recordatorio de la importancia de comprender la propia identidad y encontrar la propia voz en un nuevo entorno.