"Cree el aldeano vanidoso que el mundo entero es su aldea [...] sin saber [...] de la pelea de los cometas en el Cielo, que van por el aire dormido[s] engullendo mundos." (p.15) (Metáfora)
En la primera frase del texto, el autor, además de comparar alegóricamente a Estados Unidos con el ogro protípico de los cuentos maravillosos, utiliza esta metáfora: la de los cometas que van dormidos engullendo mundos. Alude, con esta frase, a un antiguo relato de los macuxíes, pueblo originario del norte del Amazonas, que relata cómo los cometas, orgullosos, se pasean entre la luna y la cima de una alta montaña de la zona. Aquí, esos cometas se pelean entre ellos de forma irresponsable, engullendo mundos a su paso, como Martí supone que harán Estados Unidos y otras potencias, de origen europeo, sobre suelo latinoamericano.
"Estos tiempos no son para acostarse con el pañuelo en la cabeza, sino con las armas de almohada, como los varones de Juan de Castellanos: las armas del juicio, que vencen a las otras" (p.15) (Símil)
Martí compara a los hombres necesarios para este momento de despertar latinoamericano con los valientes varones fundadores, protagonistas de las crónicas de Juan de Castellanos (1522-1607). En el año 1598, este poeta del Siglo de Oro escribe, en el Virreinato de Nueva Granada, las Elegías de varones ilustres de Indias.
Esta comparación, sin embargo, no se refiere solo a la semejanza fundada en esa valentía necesaria. A diferencia de los protagonistas del texto de Castellanos, aquí no hay un planteo acerca del uso de la fuerza y de las armas reales que se utilizan en batallas y enfrentamientos, sino que destaca como arma el pensamiento, el juicio, la razón. Para Martí, es ese, especialmente, el armamento que vence al otro, es decir, que tener ideas y contar con una planificación es mejor que utilizar armas para lograr los propósitos de los hombres latinoamericanos.
"Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra" (p.15) (Metáfora)
Las trincheras son zanjas construidas por los soldados para introducirse y, desde allí, poder disparar y resguardarse del enemigo. Martí realiza una analogía entre esas trincheras de piedra militares y las que presenta como "trincheras de ideas", es decir, las del pensamiento: sostiene, al afirmar que valen más, que América debe pensar en conjunto y utilizar esas ideas para defenderse ante el expansionismo norteamericano y el peligro de sufrir un nuevo colonialismo. Propone utilizar el pensamiento como arma, tanto política como cultural, para vencer ante el enemigo estadounidense.
"(...) hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes" (p.15) (Símil)
En el momento en que llama a los hombres latinoamericanos a marchar y a cuadrarse, cual árboles, para no dejar pasar al enemigo, el autor utiliza este símil, mediante el que compara la forma en la que llama a los latinoamericanos a unirse con la plata que se encuentra en las montañas de los Andes.
"Hay que cargar los barcos de esos insectos dañinos, que le roen el hueso a la patria que los nutre" (p.16) (Metáfora)
Cuando el autor está describiendo a los sietemesinos, esos personajes a los que acusa de no estar orgullosos de su tierra, de avergonzarse de su identidad y de querer mostrarse a sí mismos como europeos, profiere esta frase. En ella, presenta una analogía entre estos habitantes latinoamericanos, a los que desprecia, y seres como insectos y ratas. Sostiene que si no están orgullosos de su origen y de la tierra que los alimenta y da cobijo, deben irse en barcos hacia esas tierras europeas que tanto añoran. Son, para el ensayista, como ratas que roen a la patria, porque se alimentan de ella, crecen con ella, pero la desgastan sin ofrecerle nada a cambio.
"A adivinar salen los jóvenes al mundo, con antiparras yanquis o francesas, y aspiran a dirigir un pueblo que no conocen" (p.17) (Metáfora)
En esta frase, el autor muestra, de manera metafórica, cómo es que él considera que los jóvenes intelectuales latinoamericanos aspiran a dirigir sus países: "con antiparras yanquis o francesas", es decir, con una visión atravesada por una formación académica que les ha enseñado más sobre la realidad y la historia de Estados Unidos y Francia que la de su propio pueblo, al que, evidentemente, no conocen y, por lo tanto, no pueden gobernar correctamente.
"Con el estandarte de la Virgen salimos a la conquista de la libertad" (p.18) (Metáfora)
Cuando el autor se refiere a cómo se ha logrado la independencia de las naciones latinoamericanas, alude al sincretismo con el que esto fue llevado a cabo. En esta frase, se refiere a cómo los pueblos latinoamericanos, con gran parte de su población indígena, conquistan su libertad y logran su independencia de la península ibérica incluso habiendo adoptado los preceptos religiosos de la iglesia católica.
"Los jóvenes de América se ponen la camisa al codo, hunden las manos en la masa, y la levantan con la levadura de su sudor" (p.20) (Metáfora)
Martí utiliza esta metáfora en la que representa a los jóvenes como obreros del pan. Los ilustra arremangándose las camisas para trabajar sobre una masa que se levanta gracias a la levadura que ellos mismos generan con su sudor. Esa masa representa a las naciones latinoamericanas que Martí espera que sean "levantadas" por esos jóvenes que van a poder dirigir Latinoamérica a partir de lo que él propone: el trabajo sobre sus elementos particulares y el conocimiento de su historia y su cultura.