Aldeano vanidoso
Se alude con este nombre figurativo al habitante latinoamericano que, preocupado por sus propios asuntos, no se da cuenta del peligro que constituye el imperialismo norteamericano. Se le llama "aldeano" no porque viva en una aldea pequeña, sino porque concibe como el universo su lugar de residencia. Las preocupaciones que allí le atañen son pequeñas e individualistas y no tiene conciencia colectiva. Además, "da por bueno el orden universal" (15), es decir, es un conformista: como no tiene mayores problemas personales, acepta lo que le toca en suerte.
Martí también alude de este modo a los gobiernos de las repúblicas latinoamericanas, a los que el autor critica por su modo egoísta de accionar. Martí quiere terminar con este tipo de actitudes en el continente, por lo que llama al despertar de lo que quede de aldea en América.
Sietemesinos
Son llamados de esta forma los latinoamericanos, o los europeos o sus descendientes habitantes del suelo latinoamericano, que no tienen fe en su tierra. Viven obnubilados por los lujos parisinos o madrileños con los que sueñan ostentar y reniegan de su origen latino o de la tierra que les da cobijo. Se avergüenzan de su origen y de su identidad; quieren aparentar ser europeos. Son personas sin valor, sin honor, presumidos, acomplejados y fanfarrones.
El autor los tilda como sietemesinos para aludir a su falta de desarrollo.
Hombre natural
Es el hombre nativo de América: el que ha nacido en suelo latinoamericano y constituye la esperanza de futuro para estas tierras. Es el mestizo autóctono, el hombre que quiere su tierra, de la que está orgulloso, y respeta su origen. Es también quien no desdeña a su madre ni desconoce a su padre, el que tiene fe en su terruño y en sus hermanos. Es el campesino, que obtiene sus frutos del trabajo constante. Es aquel que está dispuesto a luchar, incluso mediante el uso de la fuerza, por la independencia latinoamericana.
Se trata del antagonista natural del letrado artificial y del criollo exótico. Es el hombre que ha vencido al libro importado, es decir, a los conocimientos foráneos, porque se da cuenta de que los tiranos no pueden gobernarlo con leyes aprendidas en otras culturas.
En esta denominación se incluyen indígenas, negros, mestizos, mulatos y criollos que están dispuestos a conocer la realidad y transformarla. El mestizo autóctono es el hombre natural de "Nuestra América" porque es en el que confluyen las diversas culturas que conviven en el territorio. El mestizaje es la esencia de la cultura latinoamericana.
Letrado artificial o criollo exótico
Son aquellos habitantes de pueblos latinoamericanos con formación universitaria y cultura libresca, pero que, en realidad, no hacen gala más que de una falsa erudición, dado que sus lecturas son estériles para estas tierras: son versados en filosofía, derechos y leyes europeas, conocimientos que no sirven para interpretar el mundo latinoamericano. Sus ideas están atrasadas para el mundo joven, natural y mestizo latinoamericano.
Se los llama “letrados artificiales” (en clara oposición a los hombres naturales) o "criollos exóticos", dado que nacieron en América, pero abogan por un camino hacia el progreso que no concuerda con la historia latinoamericana.
