Biografía de José Martí

José Julián Martí Pérez, más conocido como José Martí, es un escritor y político cubano nacido en la ciudad de La Habana el 28 de enero de 1853 y fallecido en Dos Ríos el 19 de mayo de 1895. Cuba, su patria, es hasta el año 1869 una colonia española y luego, hasta el año 1898, una provincia española. Martí es el creador del Partido Revolucionario Cubano, desde el que procura con tenacidad la independencia cubana. En relación con las letras, es uno de los iniciadores del movimiento literario modernista.

Hijo de un matrimonio español, pasa parte de su infancia en España, país al que vuelve luego deportado y donde realiza sus estudios universitarios. Durante su adolescencia realiza sus estudios secundarios en La Habana, donde funda sus primeros periódicos, llamados La Patria Libre y El Siboney, y se compromete desde muy joven con la causa independentista cubana. Por esto último, el gobierno colonial español lo condena en 1870, con solo diecisiete años de edad, a seis años de trabajos forzados por infidencia. Luego de cuantiosas gestiones familiares para conseguir su libertad, logra conmutar su pena por el destierro: lo deportan a España. Allí, en Madrid y en Zaragoza, estudia y se gradúa en Derecho y en Filosofía y Letras. Sus notas son sobresalientes, pero no consigue que le entreguen sus títulos, dado que no cuenta con dinero para su remisión. En su estancia en España publica su primer ensayo, El presidio político en Cuba (1871), donde denuncia las condiciones inhumanas a las que son sometidos los presos y da cuenta del dolor sufrido por ellos. Además, durante ese tiempo, escribe el ensayo La República Española ante la Revolución Cubana (1873), participa en la publicación de tendencia republicana Diario de Avisos de Zaragoza y experimenta las tensiones entre monárquicos y republicanos en España.

A los 21 años comienza un periplo por varios países. Por un corto período de tiempo se detiene en París, donde entabla amistad con Víctor Hugo. Sigue luego por México, donde se reencuentra con su familia, sus padres y su hermana, y conoce a dos personas importantes en su vida: Carmen Zayas Bazán, con quien se casa luego, a fines de 1877, y Manuel Mercado, un gran amigo y confidente, gracias a quien se conservan numerosas cartas del escritor. En México mantiene una ajetreada vida intelectual y cultural: escribe artículos para diarios y revistas, da conferencias, estrena una obra teatral y continúa con su actividad y formación política. En 1877 pasa un tiempo en La Habana bajo el nombre de Julián Pérez, para no ser reconocido. Luego se asienta en Guatemala, donde trabaja como profesor de Literatura y de Filosofía. En 1878, luego de un corto periodo en Honduras, vuelve a Cuba y se radica en La Habana para trabajar como abogado. Allí nace su único hijo varón, José Francisco.

Comienza en este momento tareas conspirativas. Es uno de los fundadores y vicepresidente del Club Central Revolucionario Cubano y el subdelegado de la isla del Comité Revolucionario Cubano, órgano que tiene sede en Nueva York. Por estas actividades, y porque se lo vincula con la Guerra Chiquita, un conflicto armado independentista, vuelve a ser detenido y deportado a España. Allí y en París solo está de paso. A principios de 1880 se muda a Nueva York con su hijo y su esposa, de la que se separa poco tiempo después. Su familia regresa a Cuba. Él, por su parte, en 1881, en Venezuela, funda la Revista Venezolana y es expulsado por el dictador Guzmán Blanco. En 1882 regresa de manera permanente a Nueva York.

Desde Nueva York trabaja como editor y traductor, y también desempeña una labor con la que logra darse a conocer en el continente entero, dado que es corresponsal de varios diarios latinoamericanos: La Nación de Buenos Aires, La Opinión Nacional de Caracas y El Partido Liberal de México. Gracias a este reconocimiento, le asignan tareas como cónsul de Uruguay, Argentina y Paraguay en Nueva York. Además, en toda su estancia allí se dedica a la organización de los revolucionarios independentistas cubanos. En 1892 funda el Partido Revolucionario Cubano, del que redacta sus bases y estatutos, y el periódico Patria, que se constituye como órgano difusor oficial del partido.

Su objetivo es liberar a Cuba del yugo español. Para hacerlo, primero, en 1894, idea el Plan Fernandina, que consiste en ejecutar una guerra breve. Las autoridades de la isla descubren su plan e incautan las naves. Luego, en 1895, firma una orden de alzamiento y dirige, junto al general Máximo Gómez, la guerra independentista. El 19 de mayo de 1895, en Dos Ríos, muere cuando lo impactan tres tiros de los españoles.

En relación con su producción escrita, esta es extensa y abarca tanto ensayos y correspondencia como poemas, crónicas, una obra de teatro y una novela: sus Obras completas están reunidas en veintiocho tomos. Es fundamental mencionar que el libro de poemas Ismaelillo (1882), dedicado a su hijo, es la obra fundacional del modernismo, movimiento literario de finales del siglo XIX y principios del siglo XX que tiene como grandes figuras, entre otros, a Ruben Darío, Leopoldo Lugones, José Enrique Rodó, Amado Nervo. Los ideales políticos y éticos de Martí se presentan también, como tema, en sus obras literarias. Él propone renovar la poética con honradez, dado que, según sostiene, lo novedoso no puede hallar lugar en moldes antiguos. Versos sencillos (1891) es un claro ejemplo de su forma de hacer poesía. Escenas norteamericanas, una colección de sus crónicas sobre Estados Unidos, recupera, bajo una prosa profusa y de notable destreza estilística, la vida moderna. “Nuestra América” (1891), el ensayo más conocido y relevante de Martí, lo coloca como un verdadero maestro del arte de argumentar. En él expresa, con un lenguaje lírico y cargado de metáforas, una advertencia sobre el expansionismo norteamericano y un llamado a la unión latinoamericana.