Resumen
El Gran Sultán de la India tiene tres hijos: Hussein, el mayor; Ali, el del medio; y Ahmed, el más joven. El Gran Sultán también se preocupa por su sobrina, la princesa Nouronnihar, cuyo padre ha muerto.
Así las cosas, el Gran Sultán ha planeado casar a Nouronnihar con un noble extranjero, pero todos sus hijos quieren casarse con ella. Sabiendo que los dos más jóvenes no la cederían a Hussein simplemente por ser el mayor, el gobernante le sugiere a ella que elija a su propio marido. Sin embargo, los tres hermanos se niegan a que ella elija. Así, el Gran Sultán organiza una competición: cada príncipe viajará a una tierra lejana para recoger la mayor rareza que pueda encontrar. Quien traiga el objeto más valioso recibirá la mano de la princesa. Ansiosos, los príncipes parten de inmediato.
El príncipe Hussein viaja al reino de Bisnagar, donde encuentra a un comerciante que vende una alfombra de aspecto sencillo por una gran suma de dinero. Él pregunta por el objeto y descubre que se trata de una alfombra mágica, que puede transportar a su dueño a donde este quiera. Aunque sabe que este regalo probablemente ganaría el concurso, se muestra escéptico, por lo que el comerciante de alfombras promete probarlo con él. Hussein está de acuerdo, y él y el comerciante se sientan en la alfombra y son transportados al alojamiento de Hussein en la ciudad. Después de comprar la alfombra, Hussein permanece en el reino durante mucho tiempo, sabiendo que la alfombra lo transportará de regreso a casa cuando esté listo.
Mientras tanto, el príncipe Ali viaja al reino de Persia, donde encuentra a un comerciante que vende un extraño astrolabio de marfil por una gran suma. Él pregunta por el objeto, y se entera de que una persona puede ver cualquier cosa en el mundo a través del astrolabio. Para probarlo, Ali desea ver a su padre y luego a Nouronnihar, y compruebla que funciona. Acto seguido, compra el maravilloso astrolabio y regresa a casa para encontrarse con sus hermanos.
Por último, el príncipe Ahmed viaja lejos, al reino de Samarcanda, donde encuentra a un comerciante que vende una manzana artificial pequeña y corriente. El comerciante insiste en que la manzana puede curar absolutamente cualquier enfermedad con solo olerla, y que ha salvado prácticamente a todos en la ciudad al mismo tiempo. Cuando Ahmed pide una prueba, muchos transeúntes dan fe de su poder. Sin embargo, Ahmed no lo cree hasta que ve con sus propios ojos que la manzana cura a una mujer enferma. Luego compra la manzana y regresa para encontrarse con sus hermanos, seguro de que ganará la competencia.
Cuando los hermanos se reúnen, comparan los regalos. Sin embargo, cuando Ali mira a través de su astrolabio de marfil, obtiene una imagen muy desagradable: la princesa está en su lecho de muerte en su reino natal, lejos, y seguramente morirá en unos pocos días. Preocupado, Hussein se ofrece a llevarlos a todos a la casa de la princesa en su alfombra. Cuando llegan, Ahmed usa su manzana para curarla de inmediato.
Al principio, todos creen que Ahmed debería casarse con la princesa, ya que su regalo la curó. Sin embargo, el Gran Sultán razona que cada elemento fue fundamental para la supervivencia de Nouronnihar, por lo que diseña un concurso de tiro con arco para decidir la cuestión. Ali gana el concurso y la boda se lleva a cabo poco después.
Análisis
Esta historia utiliza un motivo bastante común en los cuentos populares de todo el mundo, en el que tres hermanos se proponen encontrar los artículos más maravillosos que puedan, generalmente por el bien de una mujer. En un sentido más amplio, el tropo de la competencia entre hermanos resuena en los cuentos populares de casi todas las culturas. Si bien no todas las historias de Las mil y una noches tienen equivalentes claros en tantas tradiciones populares, este relato está claramente vinculado a versiones de historias contadas en otras partes del mundo.
Sin embargo, no en todos esos relatos populares de los cuales se extrajo este motivo proponen un tema tan positivo como el que se encuentra en "Los tres príncipes y la princesa Nouronnihar": la cooperación. Aunque Ali finalmente gana a la princesa, la historia en general sugiere que trabajamos mejor juntos que separados. Cada hermano encontró un artículo que creía que lo haría sobresalir, pero, al final, fue la combinación solidaria de todos los objetos lo que permitió que la princesa se salvara de la muerte. Así y todo, es probable que este mensaje habría sido mucho más potente si el príncipe Ali no hubiera acabado ganando la mano de la princesa hacia el final, pero eso dice mucho sobre la sociedad y el público de la historia: era casi impensable que la princesa no se casara con nadie.
Por otro lado, es interesante también detenernos en el papel de la princesa. Como suele ser el caso de las mujeres en Las mil y una noches, la princesa sirve menos como una persona con albedrío que como un objeto de deseo. La única vez que casi la incluyen es cuando el Gran Sultán sugiere que elija a su propio marido. Por supuesto, los hermanos rechazan inmediatamente esta idea. Aunque se trata de uno de los personajes principales, la princesa Nouronnihar nunca tiene su propia voz en esta historia; ella es simplemente el premio que alguno de los hermanos debe ganar, y luego, cuando ella se enferma, se transforma en un problema que los hermanos deben resolver. Aunque le va mejor que a las mujeres de otros relatos, su posición es otra indicación de cómo se veía a las mujeres durante este tiempo.
Asimismo, está claro que este relato contiene muchos de los elementos característicos de Las mil y una noches. Por un lado, presenta una alfombra mágica, fácilmente asociable a esta dimensión fantástica que propone la obra. Los otros objetos mágicos -la manzana y el astrolabio- también evocan un poder místico muy presente en los relatos de Las mil y una noches y en el inconsciente colectivo islámico de la época. Sin embargo, como suele ser el caso con estas historias, la acción viene a través de los personajes y la naturaleza humana, en lugar de simplemente a través de la magia. Los artículos son fundamentales para salvar la vida de Nouronnihar, pero habrían sido inútiles si los hermanos no se hubieran dado cuenta de su valor. Como suele ser el caso en Las mil y una noches, la suerte es importante, pero inútil a menos que los personajes tengan la capacidad de aprovechar esa suerte.
Por último, hay un tema de esta historia que resuena con otras historias: el de la curiosidad y el escepticismo. En ese sentido, este relato propone la reflexión de que las cosas no siempre son lo que parecen. Los tres objetos parecían aburridos y caros, y, sin embargo, combinados, terminan salvando la vida de la princesa. Había más en la alfombra, el astrolabio y la manzana de lo que se veía a simple vista. Si los príncipes no hubieran sido hombres curiosos, nunca habrían preguntado por esos artículos. Así y todo, también se pone de relieve en este relato un cierto nivel de escepticismo lógico o, por lo menos, cauteloso. Mientras que otros personajes, como el rey Yunan, por ejemplo, se dejan llevar demasiado por la credulidad, los tres príncipes exigen pruebas, lo que demuestra su buen juicio y las precauciones lógicas que deben tener. Así las cosas, este relato reflexiona sobre la actitud equilibrada que una persona debe tener a la hora de analizar las situaciones, ya que, por un lado, si presta muy poca atención, corre el riesgo de pasar por alto algo que tiene mucho valor y que está justo frente a sus ojos, y, por otro lado, si cuestiona por demás aquello que está analizando, corre el riesgo de desechar algo que a simple vista puede parecer ordinario, pero que, en última instancia, tiene un potencial superlativo. En ese sentido, está claro que los tres príncipes tuvieron una actitud prudente y, al mismo tiempo, lúcida a la hora de analizar los objetos, probarlos y adquirirlos.
