Las mil y una noches

Las mil y una noches Resumen y Análisis El pescador y el genio

Resumen

Un pescador anciano y pobre apenas pesca lo suficiente para mantener a su familia, pero tiene una regla que se niega a romper: solo arroja sus redes cuatro veces al día.

Un día, el viejo pescador no pesca nada de su primer lanzamiento. En el segundo parece atrapar algo pesado, pero se decepciona al descubrir que es solo el cadáver de un burro. En su tercer lanzamiento, atrapa una canasta llena de basura. Y en el cuarto, extrae una olla amarilla, grande y pesada que está sellada. El viejo pescador está encantado, seguro de que podrá venderla. Sin embargo, cuando rompe el sello, sale humo y aparece un genio. Este último, inicialmente, cree que ha sido liberado por el rey Salomón, el rey de los genios, que lo había encarcelado en la olla. Teme que Salomón tenga la intención de matarlo, pero luego el viejo pescador le cuenta que Salomón ha estado muerto durante siglos. Como regalo, el genio de la olla le concede al pescador elegir cómo quiere morir.

El pescador está naturalmente confundido. El genio le explica que durante el primer siglo que estuvo atrapado bajo el agua en la olla, él se prometió a sí mismo que haría rico a quien lo rescatara. Durante su segundo siglo encarcelado, decidió que le otorgaría a su salvador todos los tesoros del mundo. Para el próximo siglo, planeó conceder a su salvador tres deseos por día. Finalmente, después de cuatrocientos años de encarcelamiento, el genio, resentido, juró que mataría a quien lo rescatara, y solo se ofreció a dejar que esa persona eligiera la forma en que quería morir.

Desesperado, el pescador desarrolla un plan. En voz alta, duda de que el genio quepa en la olla, considerando su inmenso tamaño. Para probarlo, el genio se convierte nuevamente en humo y vuelve a la olla. El pescador inmediatamente la cierra y sella la tapa, dejando atrapado al genio una vez más.

El genio, por su parte, jura que le pagará al pescador si este lo libera, pero el pescador expresa sus dudas. Luego le cuenta al genio una historia para explicar por qué no le cree: esa historia es "El visir y el sabio Duban", resumida y analizada más adelante en la presente guía de estudio.

Después de la historia, el viejo pescador accede a liberar al genio y este promete ayudarlo. El genio patea la olla al océano una vez que logra la libertad. Más allá de liberarse de su prisión, cumple su promesa y lleva al pescador a un estanque distante en las montañas. En el estanque, el pescador captura cuatro peces de colores, pero promete que solo arrojará su red en este estanque una vez al día. Luego, el pescador vende estos pescados misteriosos al sultán del reino, quien paga muy bien por ellos. Sin embargo, estos peces son especiales: cada vez que se fríe uno, una persona atraviesa la pared para interrogar al pez, y el pez responde. Esa persona luego voltea la sartén y el pescado se carboniza hasta convertirse en cenizas.

Después de esa primera experiencia, el visir del sultán le pide más de esos pescados al pescador, pero este debe esperar hasta el día siguiente para cumplir su promesa, ya que solo puede ir al estanque una sola vez al día. Al día siguiente, es el sultán quien ve el milagro de los pescados y le pide al pescador que lo lleve al estanque donde se encuentran esos peces misteriosos.

Poco después, el curioso sultán se dirige solo al estanque, en contra de los deseos de su visir. Cerca del estanque, encuentra un palacio y, dentro, encuentra a un joven príncipe de piedra. El joven está llorando y le cuenta al curioso sultán una historia llamada "El príncipe hechizado".

Después de la historia, el curioso sultán ayuda al triste príncipe a vengarse y se hacen amigos cercanos. A su vez, el pescador es recompensado cuando su hijo es nombrado tesorero del reino, y sus hijas se casan tanto con el curioso sultán como con el príncipe.

Análisis

La historia del pescador y el genio es, además de una historia enmarcada, una historia-marco en sí misma. En ella aparecen "El Visir y el Sabio Duban", resumida y analizada más adelante en la presente guía, y la que el joven príncipe le cuenta al curioso sultán, "El príncipe hechizado".

En ambos casos, estos relatos agregan otra dimensión a la historia original. La forma en que se entrelazan todas estas historias dice mucho sobre cuán integrales fueron la narración y la tradición en esta cultura, y cuánto se podría expresar a través de anécdotas y experiencias. El príncipe gana un aliado al contar su historia, y el pescador convence al genio para que lo recompense a través de la ficción que le cuenta. Por otro lado, estas historias también proponen un juego de espejos con la historia-marco principal, en la que Shehrezad narra historias, no solo para salvarse, sino también para cambiar el parecer del rey y, de esa forma, hacer del mundo un lugar más justo.

Así las cosas, podemos decir que el relato "El pescador y el genio" funciona mejor como marco que como historia en sí misma. Sin ir más lejos, es visible cómo la segunda mitad del relato prácticamente pierde conexión con la historia original del pescador. Asimismo, la historia del viaje del sultán al estanque podría ser una independiente, no relacionada con el pescador, y, al mismo tiempo, esa magia que poseen los peces tampoco depende de los poderes del genio. En síntesis, "El pescador y el genio" es un relato que prácticamente tiene la función de ser el contexto para otros relatos enmarcados (muy similar a lo que ocurre con la situación narrativa de Shehrezad), y esto se nota en ciertas flaquezas en la coherencia interna de la trama y, sobre todo, en lo independientes que puede ser esos relatos enmarcados. Por otro lado, es interesante observar cómo la historia del sultán curioso también rompe con una tendencia habitual que está presente en otros relatos: mientras que la curiosidad a menudo causa problemas, la del sultán, en esta historia, salva al triste príncipe de su destino.

Vale la pena señalar que el uso de múltiples marcos enriquece la experiencia de la lectura. Por ejemplo, en la historia del pescador, no parece existir una realidad definida a la que el lector pueda "regresar". Es decir, el mundo real, ¿es el de Shehrezad, el del pescador, el del visir o el nuestro, los lectores? Las mil y una noches no responde a este tipo de preguntas, sino que sugiere implícitamente que nuestras vidas están hechas de historias entrelazadas que se van interconectando entre sí.

En otro orden de cosas, si bien esta historia no es la primera en la que aparece un genio en Las mil y una noches, sí presenta un tipo de genio diferente al que normalmente esperamos. En historias como "Aladino y la lámpara maravillosa", los genios son generosos y obedientes. El genio de "El pescador y el genio", sin embargo, es uno que se ha vuelto colérico y amargado. En ese sentido, este relato plantea un concepto inquietante: el poder al servicio de la crueldad o el mal. Dicho de otro modo, el relato refleja ese temor humano que surge frente a una figura poderosa que utiliza sus habilidades para el mal, quedando todos nosotros completamente a su merced. Además, este genio implica la existencia de una sociedad más grande de espíritus, que tiene un rey genio que castiga. Esta premisa, incluso, genera la intriga de qué ocurrirá en esa sociedad de genios, cuando no están simplemente sirviendo a los caprichos de sus amos accidentales.

Ahora bien, aunque el genio de este relato es malvado, la respuesta del pescador a la amenaza del genio es bastante inspiradora y ofrece un mensaje a los lectores y oyentes: una persona promedio, sin demasiados recursos materiales, puede burlar incluso a los seres más poderosos simplemente con un poco de claridad de pensamiento y algo de habilidad narrativa. Cuando el genio emerge de la olla por segunda vez, es en los términos del pescador. El viejo pescador no solo ha demostrado ser más inteligente, sino que ha utilizado su narración para diluir la ira del genio. Asimismo, está claro que la mayoría de los personajes de Las mil y una noches tropiezan con la buena suerte y tienen que esforzarse para no echarla a perder. En el caso del pescador, la dinámica cambia: este tropieza con la mala suerte y consigue torcerla a su favor gracias a sus propias virtudes.