La reacción de Gregorio al despertar
Gregorio Samsa despierta convertido en un monstruoso insecto. Cuando llega el principal para preguntarle por qué se ha ausentado del trabajo, Gregorio está más preocupado por justificarse ante él que por su nueva fisonomía de insecto. El fuerte componente de ironía en esta actitud radica en que Gregorio está tan alienado por lo que los demás esperan de él, que parece no terminar de asumir la gravedad de la transformación que sufrió durante la noche.
El rechazo de la familia Samsa hacia Gregorio
Gregorio se ha convertido en un insecto monstruoso, pero, irónicamente, el rechazo que sienten hacia él tanto el señor y la señora Samsa como Grete se basa en que, debido a su nuevo estado, Gregorio ya no aporta dinero a la casa y por ese motivo el resto de la familia debe salir a trabajar. La ironía aquí reside en que los Samsa están más preocupados por su estatus social que por lo que le ocurrió a Gregorio.
La familia Samsa contempla el cadáver de Gregorio
La noche anterior a la muerte de Gregorio, Grete y el señor Samsa se ponen de acuerdo en que hay que deshacerse del insecto. Como si esto fuera poco, Grete se esconde detrás de su padre y señala a su hermano, acusándolo de estar a punto de atacarla, cuando Gregorio, en realidad, está dando media vuelta para volver a su habitación. A la mañana siguiente, cuando la asistenta les informa que Gregorio está muerto, la familia se queda contemplando el cadáver, intercambiando frases frívolas como, por ejemplo, lo flaco que estaba Gregorio. Resulta irónico el radical cambio de actitud, sobre todo de Grete, entre la noche anterior y esa mañana. El hecho de que observe que el hermano estaba demasiado flaco con cierto pesar cuando la noche anterior había decidido deshacerse de él tiene una fuerte carga de ironía.
El sentimiento de culpa de Gregorio hacia su familia
Conforme avanza el relato, podemos observar cómo la actitud de los miembros de la familia Samsa se vuelve cada vez más hostil hacia Gregorio. No solo dejan de limpiarle la habitación, sino que hablan de que él es la causa de todos los problemas de la familia y ni siquiera les importa que Gregorio los esté escuchando. Además, para hacerlo volver a su habitación, el padre le arroja una manzana, que hiere a Gregorio y que continuará pudriéndose en él hasta su muerte. La ironía aquí reside en que Gregorio, despreciado y abandonado por su familia, se siente culpable por no poder responder a lo que se espera de él y continúa pensando en sus padres y su hermana con "emoción y cariño" (p.72). Él se ha hecho cargo de la economía familiar durante años, ha ayudado a sus padres con las deudas y quiere mandar a su hermana a estudiar violín al conservatorio, pero ahora que su nueva condición de bicho no le permite ir a trabajar, su familia lo desprecia y él se siente avergonzado y culpable. Es irónico el cambio de actitud de la familia Samsa en función de la capacidad de Gregorio de generar dinero.
Por otro lado, a pesar del rechazo y el abandono, Gregorio se sigue aferrando al amor que tiene por ellos, como si fuera el último rasgo humano que le queda. Es irónico también de qué manera Gregorio niega el desprecio de su familia para que su vida no pierda sentido definitivamente. De hecho, cuando Grete dice a viva voz que necesitan deshacerse de él, se desvanece esa única motivación que le queda a Gregorio y él se deja morir.