"Estaba más aislado que un náufrago en una balsa en medio del océano" (Capítulo 2, p.12) (Símil)
El piloto compara el estar perdido en el medio del desierto con una avería en el motor y sin provisiones a la situación de un naufrago en el medio del océano. El símil hace referencia a que la dimensión inconmensurable del océano se asemeja a la vastedad del desierto; el avión averiado es como la balsa a la que no se puede dirigir a un puerto, y la condición de aislamiento del piloto es también similar a la de un náufrago. La comparación sirve para enfatizar cuán inusual es que, en esas circunstancias, se dé el encuentro entre el piloto y el principito.
"Los movimientos de este ejército estaban regulados como los de un ballet de ópera" (Capítulo 16, p. 58) (Símil)
Para distinguir a la Tierra de los pequeños planetas que visita el principito, el narrador ofrece cifras sobre cuántos vanidosos, hombres de negocios, reyes, geógrafos y faroleros hay en el planeta. Después se detiene en este símil, que da cuenta de cómo, antes de la electricidad, era necesario un ejército de faroleros que coordinaban sus movimientos a medida que el ocaso avanzaba sobre el planeta. En el Capítulo 14, el principito daba cuenta de que aprecia el trabajo del farolero porque es capaz de crear algo bello. Con este símil entre los movimientos de los faroleros y los de un ballet, el narrador también destaca la belleza con la que se iluminan las distintas partes del planeta a medida que este gira. Es curioso que, en el Capítulo 17, el narrador va a comentar esta comparación hecha por él mismo, y dirá que su intención al describir a los faroleros de este modo era ser ingenioso.
"Sentí latir su corazón, como el de un pajarillo que muere a tiros de carabina" (Capítulo 26, p.82) (Símil)
Cuando el piloto encuentra al principito en el muro y ve deslizarse la serpiente, se acerca a él y lo encuentra muy pálido. Cuando se acerca para quitarle la bufanda y humedecer sus sienes, siente el latir de su corazón y lo compara con el pajarillo que muere. Quizás porque se trata de alguien tan querido no puede expresar de manera directa lo que le sucede a su amigo y, en su lugar, utiliza esta comparación, que asocia al principito con un ser pequeño e indefenso.
"Me sentía emocionado llevando ese frágil tesoro" (Capítulo 24, p.77) (Metáfora)
El principito se está quedando dormido mientras caminan hacia el pozo. Entonces el piloto toma al chico en sus brazos y se refiere a él como un "tesoro". Esto responde a que el principito se ha convertido en alguien sumamente importante para el piloto. Más adelante, el narrador comparará también al chico con una lámpara a la que hay que proteger porque es muy fácil que una simple ráfaga la apague. El principito es un tesoro para el piloto porque lo ha iluminado con su sabiduría y, a esta altura, lo ha domesticado.
"Un relámpago amarillo centelleó en su tobillo" (Capítulo 26, p. 87) (Metáfora)
En lugar de referirse directamente a la serpiente, el narrador elige referirse a ella como un relámpago amarillo. La mordedura de la serpiente coincide con el clímax de la historia y es un momento sumamente emotivo para el narrador y el protagonista. En esta parte abunda el lenguaje poético. Uno de los motivos por los cuales el narrador recurre a figuras retóricas particularmente poéticas en este capítulo puede deberse a la necesidad de utilizar un lenguaje que permita embellecer y suavizar el momento preciso en el que se separa de su amigo para siempre.