En el caso de Antoine de Saint-Exupéry, la fama de su obra más famosa excede por mucho la de su autor. Sin embargo, en los últimos años se han revalorizado otras de sus obras.
Saint-Exupéry nace en Lyon, Francia, en 1900, en el seno de una familia acomodada. Su padre muere cuando Antoine es todavía un niño. Su educación transcurre en colegios católicos, aunque por un breve período se ve interrumpida; la familia deja Francia durante la Primera Guerra Mundial. De regreso en Francia en 1917, intenta inscribirse en la escuela naval, pero obtiene malos resultados en los exámenes de ingreso. Tras ese fracaso, elige estudiar arquitectura en la Escuela de Bellas Artes.
Desde muy joven se dedica a la aviación y recibe su certificación como piloto durante el servicio militar obligatorio en 1922. Ese amor se va a ver reflejado en su escritura, otra de sus pasiones, cuando en 1926 publique El aviador.
Ese mismo año se dedica de lleno a ser piloto y empieza a trabajar en una compañía de correo de Toulouse. En 1928 publica Correo del sur, libro que recoge sus experiencias como piloto en un campo de aviación en el Sahara. Los dos años que permanece en la Argentina lo llevan a publicar su siguiente obra, Vuelo nocturno. Esta última le vale el premio Prix Fermina, un importante galardón literario en Francia, además de una adaptación fílmica realizada en Hollywood.
En cuanto a su vida personal, Antoine se casa con la artista salvadoreña Consuelo Suncín. Su matrimonio se extiende por catorce años tumultuosos en los que los desencuentros, a causa de las aventuras amorosas del piloto, debilitan su unión. Al parecer, la rosa que aparece en El principito es un tributo a Consuelo.
El 1935, algo singular sucede: durante un vuelo que tiene como propósito romper un récord de velocidad, Saint-Exupéry y su copiloto tienen un accidente que los deja en una situación muy vulnerable en el medio del desierto del Sahara. Ambos se salvan casi milagrosamente cuando un beduino se cruza en su camino y les da una mano. El piloto-escritor narra este suceso en su libro Tierra de hombres, de 1939, que es un éxito de ventas y recibe numerosos premios.
Esa misma experiencia también sirve de inspiración para El principito. Saint-Exupéry empieza a escribirla mientras la Segunda Guerra Mundial se recrudece. Para ese momento, Antoine sirve como piloto de guerra, pero debe dejar Francia cuando los alemanes ocupan el territorio en 1940. Se muda a los Estados Unidos, en Long Island, y allí termina de escribir el libro que más fama le ha supuesto.
Saint-Exupéry deja Francia por las diferencias con De Gaulle al mando de la resistencia francesa, pero continúa participando de ella como piloto. Es así como, en un vuelo de reconocimiento a Córcega, el piloto hace el que será su último viaje, pues nunca retorna a la base. Algunas de sus pertenencias son encontradas en 1998 por un pescador. Los restos de su avión son encontrados en el año 2000.
La brevedad y relativa simplicidad de esta novela no debe engañarnos: El principito se trata de una obra profundamente filosófica que permite al lector descubrir nuevos sentidos en cada lectura que haga a lo largo de su vida. La entrañable...
