Resumen
Santiago llega a la iglesia abandonada al caer la noche y se voltea a ver a las estrellas. Se acuerda de cuando el Alquimista y él observaban las estrellas por la noche, mientras viajaban por el desierto, y reflexiona sobre lo mucho que ha crecido física y espiritualmente. A la mañana siguiente, Santiago comienza a cavar, y tras media hora su pala golpea algo duro. Es entonces cuando encuentra un gran cofre lleno de oro y joyas. Santiago se acuerda de que tiene que volver a Tarifa para darle su parte del tesoro a la vieja gitana. Cuando está a punto de partir, siente el viento soplando desde el desierto, trayendo con él los besos de Fátima.
Análisis
Las dos búsquedas paralelas de Santiago llegan a unirse en este punto en la historia. El hecho de que el tesoro físico que Santiago buscaba siempre había estado cerca de su hogar nos enseña que un viaje espiritual no se trata de convertirse en otra persona, sino de encontrarse uno mismo. Al final de la historia, Santiago vuelve a Fátima. Este hecho confirma lo que el Alquimista había dicho sobre el amor: finalmente, Santiago es capaz de realizar su Leyenda Personal y de encontrar, también, el verdadero amor.