Resumen:
Este poema en prosa está fechado en 1920, en Sevilla. Describe una situación al interior de una iglesia. Menciona como personajes a los "ciegos", las "vírgenes", y "las mujeres". La primera parte de la descripción tiene algunos elementos irónicos, y el párrafo que la completa, hacia el final, presenta un cierre un tanto violento, en contraste con lo que se podría suponer del ambiente de una iglesia.
Análisis:
El poema abre con una imagen del atrio, lo que nos introduce en el ámbito de una iglesia. Sin embargo, enseguida se inserta un comentario irónico al describirse a los ciegos como "auténticos, hasta con placa", como dando a entender que habría, acaso más normalmente, falsos ciegos, sin certificación. Al final, el último párrafo presenta un panorama chocante: menciona el sexo de las mujeres directamente, aludiendo a la influencia que sobre él ejerce la contemplación de un crucifijo sangrante. "Se les licúa el sexo". Se trata de una observación sumamente provocativa para el contexto histórico. Una vez más, el poeta colisiona un universo cerrado (como el código de la tradición cristiana) con un código moderno y disruptivo (el de las alusiones sexuales), poniendo en escena la tensión que atraviesa al mundo moderno.