Resumen:
Se trata de un poema en prosa situado en Sevilla y fechado en marzo de 1920. Los personajes que aparecen mencionados son los perros, los "chulos", los "jamelgos", un cura y "las mujeres". Se trata de una descripción de la ciudad de Sevilla, en una temporada de mucho calor.
Análisis:
El poema comienza con imágenes visuales bastante directas, y también con una personificación: "el sol pone una ojera violácea". Una vez más, encontramos elementos de la naturaleza personificados para describir el modo en que interfieren y conforman las imágenes cotidianas. Más adelante aparece el mismo recurso, empleado esta vez sobre el sustantivo patios: "los patios fabrican azahares y noviazgos", como quitándole protagonismo a las personas que realizan las cosas y transfiriéndoselo al entorno. A su vez, esa frase está introducida por una exclamación. Las dos exclamaciones que figuran en este poema refieren a cuestiones eróticas: la primera es "¡Ventanas con aliento y labios de mujer!" y la otra, "¡Los patios fabrican azahares y noviazgos!". Esto pone de relieve el sentimiento principal que el poeta pretende destacar, cerrando además el poema con "Las mujeres tienen los poros abiertos como ventositas y una temperatura siete décimos más elevada que la normal".