Si bien no se sabe con exactitud en qué año Shakespeare escribió Sueño de una noche de verano, la obra es mencionada por primera vez en 1598 en un texto compilatorio de Francis Meres, autor y crítico inglés de la época. Teniendo en cuenta esto, los estudiosos consideran que la obra debe haber sido escrita por Shakespeare entre 1594 y 1596, el mismo periodo en el que el autor escribe Romeo y Julieta.
Sueño de una noche de verano es impresa por primera vez en el 1600. Luego se vuelve a imprimir en 1619 corrigiendo algunos errores de aquella primera impresión, aunque también introduciendo nuevos errores. Recién en 1623 se logra imprimir la versión que será definitiva hasta nuestros días.
En relación con la primera representación de la obra, hay un mito que afirma que Sueño de una noche de verano fue presentada por primera vez para una audiencia privada tras una boda de la realeza. Recordemos que dentro de la obra de Shakespeare hay cuatro bodas (tres de ellas, de la realeza). Tiene lógica que, entonces, la pieza se haya representado tras una ceremonia de este tipo. Sin embargo, no existe evidencia que corrobore la veracidad de esta historia. Sí se puede afirmar con certeza que la obra fue presentada en Londres por Lord Chamberlain’s Men, la compañía teatral para la que escribía y actuaba Shakespeare.
Aunque en español se impuso la traducción Sueño de una noche de verano, en realidad, el título, si se traduce literalmente, debería ser Sueño de una noche de San Juan, ya que Midsummer Night's Dream, título original en inglés, alude al nombre que se le da al 24 de junio, el solsticio de verano, llamado en español “Noche de San Juan”.
Para escribir esta obra, Shakespeare se inspira en El descubrimiento de la hechicería, de Reginald Scott, y también en El asno de oro, del autor griego Apuleyo. De allí proviene la original preponderancia de la magia en la trama, y la reformulación de la mitología griega, fundamental en las obras del Renacimiento.
En esta obra hay una clara parodia acerca de la nobleza y los matrimonios durante el reinado de Isabel I. Shakespeare expone cómo las parejas eran arregladas a merced de fines políticos, degradando así la pureza del amor. Los constantes y mágicos cambios de los personajes en relación a quién aman, precisamente, apuntan a parodiar ese continuo acomodamiento.
Durante los siglos que sucedieron a su aparición, la obra, como casi todas las de su autor, ha sido representada en todo el mundo, con los mejores actores y éxito garantizado. La exacta mezcla entre drama y comedia es, según la crítica, el gran logro de Shakespeare en esta composición, lo que atrapa definitivamente al público.
Además de haber sido representada en teatro, se realizaron siete importantes adaptaciones cinematográficas, entre las que se destacan Sonrisas de una noche de verano, de 1955, dirigida por Ingmar Bergman, y La comedia sexual de una noche de verano, dirigida por Woody Allen y estrenada en 1982. En el campo de la música, por su parte, se destaca la ópera compuesta por Benjamin Britten, que utiliza el título original de la obra; la obertura de Felix Mendelssohn (también con el título original de la obra), y el tema “The Fairy Feller’s Master-Stroke”, del grupo Queen.