El fugitivo
No se sabe su nombre. Es el narrador y protagonista de la novela, y a través del cual accedemos a todos los hechos de la trama. Es el único personaje de la novela que no es una imagen proyectada. Registra hechos, reflexiones y esperanzas en su diario, al cual por momentos se refiere como "informe". Es escritor y defensor de la teoría malthussiana.
Se trata de un fugitivo de la justicia. Está condenado a prisión perpetua. Según él, su condena es injusta. Por eso su destino es escapar e intentar sobrevivir. Uno de los temas que le preocupan es el de la inmortalidad.
Padece dolores producto de las condiciones de vida en la isla, las cuales empeoran cuando aparecen los intrusos y el debe esconderse en los bajos, a merced de las mareas y las altas temperaturas. Tiene rasgos paranoicos. Sufre, también, un amor no correspondido por Faustine. Siente celos de Morel. Posee una mente especulativa e intenta sacar conclusiones que expliquen cualquier fenómeno.
Morel
Personaje principal. Es el líder del grupo de "intrusos", quien los lleva a la isla. Le preocupa el tema de la inmortalidad. Es el inventor de máquinas que reproducen eternamente una semana de él y sus amigos, producto de las cuales lleva a todos a la muerte. Compró la isla en la que se sitúa la trama de la novela.
Es llamado por el narrador "barbudo" y "falso tenista". Habla francés. Está enamorado de Faustine. El narrador lo desprecia, pero también lo admira por su creación.
Faustine
Personaje principal. Pertenece al grupo de "intrusos", por lo que, en el tiempo de la narración, lo que existe de ella es solo una imagen. El narrador la describe como una "falsa gitana", de apariencia de bohemia española. Habla francés. El fugitivo se enamora de ella hasta el punto de la obsesión, y sospecha que a Morel le sucedió lo mismo.
Dora
Personaje secundario. Es una mujer rubia, risueña, parte del grupo de los "intrusos". El fugitivo espera que ella, y no Faustine, sea la amante de Alec.
Alec
Personaje secundario. El narrador se refiere a él como "joven oriental y verdinegro" (p. 90). Es risueño. El narrador sospecha que Alec tiene encuentros amorosos con Faustine, aunque acaba decidiendo no pensar en ello.
Stoever
Personaje secundario. Es el primero, del grupo de intrusos, en alarmarse luego de la explicación de Morel sobre su invento, porque conecta el hecho de que Morel haya "tomado" a los empleados y luego estos hayan muerto. Advierte a todos acerca de su muerte próxima, pero no logra sobresaltar demasiado al grupo.
Irene
Personaje secundario. Del grupo de "intrusos". Es una mujer alta con brazos largos y expresión de disgusto.
La mujer vieja
Personaje secundario. Del grupo de "intrusos". El narrador no sabe su nombre, pero la registra porque ella dice una frase que lo alarma. Suele estar en compañía de Dora.
Haynes
Personaje secundario. Del grupo de "intrusos". Está dormido cuando Morel va a dar su discurso. Morel decide hablar sin su presencia.
Dalmacio Ombrellieri
Personaje secundario. Solo aparece mencionado por el fugitivo. Es un vendedor de alfombras italiano que vive en Calcuta, y a quien el narrador agradece por haberlo ayudado a sobrevivir. Es quien le recomienda al fugitivo ir a la isla y le facilita el viaje.